Subito.

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Nuestros besos se estan fundiendo mas e intento pensar en ella pero mis padres vienen a mi cabeza en cada momento que cierro los ojos.

-¿Estas bien? -Niego, me duele la cabeza me tiemblan las manos y estoy en un apagon demasiado extraño, ni se que siento, ni se que quiero, ni se en lo que pienso. -Vale. ¿Quieres dormir?

Asiento. -Pero necesito estar sola Denia. -Denia me da un beso en la frente y asintiendo se marcha.

Aquella noche lloré mas que en toda mi vida, suena a algo que se suele decir, pero es verdad, jamás había llorado tanto, con tanta fuerza y tan desolada. "Me siento ausente".

Tome la almuhada varias veces contra mi cara intentando ahogar mis llantos, la agonia no cesaba y contra mas pasaban las horas... Peor.

Me levante varias veces, o mejor dicho lo intente, ya que las piernas cedian contra el suelo sin dejarme seguir.

Mareos, migrañas... Lágrimas, imsomnio. Todo un cuadro visto desde fuera. No se a que hora me dormi solo se que todo el dolor que sentía descanso conmigo.

-Hey... -Siento unas caricias apartando mi pelo. -Becs... -Habla un susurros con esa voz tan bonita que tiene, tan dulce. -Mi vida. -Abro los ojos costosamente, tengo los parpados pegados de tanto llorar. -¿Quieres que te ayude a lavarte la cara y ducharte?

Asiento.

A duras penas me levanto arrastrando los pies a cada paso que doy. Tengo agujetas en el estomago por los esfuerzos, por las constracciones de los llantos, de no gritar mas de lo devido.

Al llegar al baño Denia decide ducharme directamente, ni siquiera me entero cuando sus manos agarran mis brazos levantandolos para quitarne la camiseta.

-Mi vida. -Me tiende un beso en la comisura de los labios. Luego me abraza desenganchando mi sujetador.

Una vez completamente desnuda ante ella desvía la vista para encender el grifo. -Vamos. Me ducharé contigo asi me será mas fácil llevarte. -No hablo ni siquiera me muevo.

No puedo ver su cuerpo tengo la vista tan borrosa que ni veo sus expresiones, de hecho el agua que me tira por la cabeza me pilla de sorpresa.

-Perdona Becs.

-Tran-qui-la. -Mi voz suena roto, quebrada, moribunda.

Masajea mi cabeza junto con el champú, despues lo aclara deslizando sus dedos por mi pelo, intenta relajar las migrañas, creo.

Coje la esponja y la pasa por mis piernas tiemblo ante su contacto con mi piel. -Perdona cariño. -Niego. Denia sube hasta mi tripa y mis hombros formando una pequeña "v" intentabdo no pasar por los pechos.

Luego la espalda, una vez termina me sienta en la bañera para ahora ducharse ella. "Quisiera poder disfrutar de lo que mis ojos ven".

Relamo mis labios tengo unas vistas que poco a poco me estan dejando sin aliento.

Las gotas de agua cayendo por su espalda su boca entre abierta, sus manos pasando por su cuerpo, acariciando. Asi contado parece un poco porno, la realidad a como yo lo veía posiblemente era algo mucho mas sencillo.

-Denia. -Se gira abriendo mucho los ojos, luego se agacha a mi altura con una sonrisa. -Besame. -Sus mejillas se so rojan y con debilidad asiente posando sus labios en los mios.

Acaricia mi espalda sentandome encima suya. " Sabe lo que necesito". Apoya mi cuerpo en el suelo de la bañera y me tumba encima de ella dandome besos en la frente, acariciando mis brazos y susurrando unos te quieros que si no hubiese estado tan mal, la hubiera pedido matrimonio.

-Cariño no quiero que aparented estar bien. -Me levanta el menton obligandome a mirarla en los ojos. -Si quieres llorar, llora, si quieres romper cosas, rompelas, si quiered gritar, grita. Haz lo que quieras Becs.

Mi voz intenta salir. -Te quiero a ti.

Ahira es ella quien llora, ahora es ella quien no puede reprimir lo que siente por mi, es mas sus manos me lo demuestran con su gran agarre.

Unas cuantas lágrimas cayeron por nuestras mejillas pero al final nos recompusimos y vestimos, ya empezaba a hacer frío.

-Estas preciosa solo con la toalla.

-¿A si? -Abrí me toalla dejando ver todo de mi. Denia aparto la vista alterada, sonrojada incluso movia las manos dandose aire. -Eso te pasa por picarme -La saco la lengua.

-No juege conmigo señorita Larso. -Sus manos desenganchan mi toalla mamteniendo el contacto con mis ojos, mi respiración comienza a alterarse, mis labios se abren esperando los suyos, los cuales no tardan mucho en aparecer, al instante, su lengua juega con la mia empujandome con una delicadeza estrema hacia la mesa. Besa mi cuello acariciando mis piernas. "Dios estoy... Cañonda, lo admito, no puedo mas".

-¡BECS! " Joder, mierda". Denia y yo nos miramos por unos segundos que parecen minutos convertidos en horas.

-Vistete. -Asiento corriendo hacia el armario cojiendo lo primero que veo y tendiendo ropa a Denia. -Ham... ¿Esperas que me ponga esto? -Señala el pantalon gris chandal que la edado y el top de portivo blanco de marca que costo mas de 100 dolares.

-Si, vamos.

-Ham... Prefiero mi falda y mis tacones.

-Denia no seas pija, ponte eso. -Asiente negando por completo, cogiendo la ropa con dos dedos y observandola detenidamente. -Vamos.

-Voy.

Bajo las escaleras con el temblor en mis piernas, me fallan las rodillas, pero me mantengo.

Abro la puerta despacio con un temor grandísimo temiendome lo que me encontraré.

-Hola preciosa. -Me agarra de las caderas dandome vueltas.

-Donnie sueltame.

-Estas preciosa mi amor. -Me besa y justo aparece Denia aclarando su garganta. -Hola soy Donnie. "No podría ser peor. ¿Que hago? Aaaggg".

-Encantada. -Le hace una mueca sentandose en el sofa.

-Mmm... ¿Que quieres Donnie? -Mientras observo a Denia que por supuesto no le hace gracia la situación.

-Queria verte, llevas dos dias sin ir a la complu.

-Ya y por eso... ¿Tienes que venir? -Sonrio enseñando mucho mis dientes. " Jodido Donnie vete a tomar por culo, estaba a punto de hacerlo con Denia, eres peor que una ladilla enrredada en un pelo ".

-Bueno estaba preocupado. -Me besa.

-Donnie para no quiero que me beses, ¿vale? Estate quieto.

-Joder estoy arto ya. -Grita dejandome con los ojos abiertos y la boca casi en el suelo. -No me mires así, núnca quieres nada de mi, soy tu novio y no te he tocado aún. -Niego riendome por no creerme la situación. Denia se mantiene en silencio observando por el rabillo del ojo. -La gobernadora tenía razón -Susurra pero llego a escucharlo.

-¿Que? ¿Que has hecho Donnie?

Donnie saca una pistola apuntandome en el estomago... Denia corre a por el... Y solo consigo oir un disparo.

"APOLO 182" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora