Capitulo 9.

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Victoria miró hacia donde estaba en cuanto entre, su rostro estaba lleno de lágrimas, sus ojos estaban rojos e irritados, en la cama estaba una mujer de mediana edad, Victoria sostenía su mano

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Victoria miró hacia donde estaba en cuanto entre, su rostro estaba lleno de lágrimas, sus ojos estaban rojos e irritados, en la cama estaba una mujer de mediana edad, Victoria sostenía su mano. Al verme, su rostro reflejo sorpresa pero después, volvió a la inmensa tristeza que la inundaba.

—¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste?— Victoria trataba de disimular su llanto, apenas podía hablar—.
—Ha sido una coincidencia, no te estaba buscando, bueno, sí lo hacía, pero he llegado aquí por mi hermana.
—Tu hermana no está aquí.
—Lo sé, es solo que comencé a caminar y escuché tu voz ... Me preocupe al escucharte tan mal y aquí estoy.
—No tenías que preocuparte, en todo caso, ya comprobaste que no me ha pasado nada a mi. Puedes marcharte ...
—Puedo ver qué no te ha pasado nada físicamente pero es obvio que estás mal ... Yo puedo quedarme contigo.
—No tienes que hacerlo, anda, vete ya ...

Victoria era muy reservada, lo poco que me había permitido conocer de ella me comprobaba que era del tipo de persona que busca solucionar las cosas por si misma. No permitía que nadie la conociera bastante y no aceptaba ayuda aunque la necesitase.

—Tienes razón, no tengo que hacerlo pero yo quiero quedarme, puede que no lo creas pero estoy contigo, puedo apoyarte en lo que necesites y aquí estaré mientras te mejoras y te calmas un poco.

Debo admitir que al principio sentí muy claramente el rechazo de Victoria, era obvio que no me quería ahí, pero yo si quería estar para ella. Por eso decidí insistir en acompañarla y en cuanto se lo dije ví la duda pasar en su mirada, tal vez ella si quería que me quedara, no por ser yo, si no que simplemente, algunas veces, se necesita un hombro en el cual sostenerse en momentos trágicos. Cuando termine de hablar, creí que Victoria seguiría oponiéndose, pero contrario a lo que pensé, solo asintió, así que acerque una silla hacia mí y me senté junto a ella, repose mi mano sobre la suya y le di un pequeño apretón en señal de apoyo, Victoria me miró y suspiro, después de eso solo me observo, bajo la vista y calló, yo tampoco le pregunté nada, mientras todo esto ocurría, la mujer que estaba recostada en la camilla, se encontraba dormida, después de mirarme, Victoria miró a esta mujer y luego comenzó a llorar, la deje que lo hiciera, no dije nada, solo espere y sostuve su mano mientras lo hacia.

Ella Es VictoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora