La fiesta

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Son las 7 de la noche, y leila como siempre de puntual está en mi casa, nótese el sarcasmo.

—¡LEILA JACKSON O'BRIEN! Donde estás metida? Ya son las 7 de la noche y ni siquiera estoy vestida— le dije muy ofendida por el teléfono.
—ya voy hana, es que mi madre se enfadó conmigo pero conseguí escaparme estoy a una cuadra de tu casa corriendo como una loca— me dijo con su voz agitada.
—más te vale... por qué si no t— y el timbre sonó.

—HANA! Ábreme ya!—

Claro quién va a ser si no? Pues leila.

—ya voy—

Llegamos a mi cuarto y lo primero que hicimos fue peinarnos, opte por dejarme el cabello suelto, con un poco de ondas en las puntas, leila se lo recogió en un moño que le queda hermoso.

El maquillaje... intente hacérmelo yo pero me quedo todo el ojo negro parecía un panda, eso no es lo que tenía en mente...

Por suerte mi querida leila me ayudó y quede de Puta madre!

Elegí una falda apretada color rosado con su top.

Leila eligió un vestido rojo que le queda, precioso se le notan las curvas un montón, en definitiva hoy de que arrasamos, arrasamos

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Leila eligió un vestido rojo que le queda, precioso se le notan las curvas un montón, en definitiva hoy de que arrasamos, arrasamos.

La casa de Iván queda a 6 cuadras de la mía así que decidimos a papel y tijera si ponernos tacones, yo dije que no y leila que si pero adivinen quién ganó... pues yo!.

Mis padres hoy no estaban, se fueron de viaje... no sé por qué, pero se fueron.
Pero bueno mejor para mi.

Jake seguro estará en la fiesta con... Ares.

—¡oye! Hana, hola?— decía leila mientras agitaba su mano por delante de mi cara.
—mmm, si?—
—amiga, deberías de verte, pones una cara de retrasada... algún día te tomaré una foto ya verás— me decía entre risas.
—vale, vale pero aún así salgo preciosa yo sé que si— le dije con mi sonrisa frívola.

Al cabo de 10 minutos ya estábamos delante de la casa de Iván, es un desastre apenas son las 11 y ya están tan borrachos... habían unos en el jardín vomitando y otros creo que estaban follando... la verdad no sé ni quiero saberlo.

Apenas cruzamos la puerta de la casa pude sentir un olor a alcohol que me inundó las fosas nasales, pero todo ese olor fue sustituido por el dulce olor del amor... por qué? Pues por qué ahí estaba Ares con una camiseta negra, su perfecto cabello alborotado y esos jeans que le quedan como para comerse  su ajh@/&/))-
¡Argh!

—hana se te está callando la baba—
Rodee los ojos, siempre tiene que andar molestándome.
—leila que no ves que ando ocupada deleitándome con la vista que tengo.— le dije
Un poco estresada.
Ella nunca lee el ambiente.

—hana que no te acuerdas lo que te hizo ayer?
Oh! Claro que me acuerdo, y muy bien.

—si... si me acuerdo— le dije un poco desanimada.— pero tranquila ya tengo un plan, pero primero a beber, por qué sin alcohol no puedo realizarlo— le dije mientras me dirigía a la barra.

Después de haberme tomado 5 chupitos ya me sentía más en sintonía, así que me puse a bailar.

Estaba bailando y pude visualizar a Ares con esa puta de Kelly... argh! Es que no se cansa ella de andar detrás de el. Pero lo peor es que el la estaba manoseando.

Pero ella no me iba a arruinar el plan, oh no claro que no.

Ya es hora de que empiece.

Empecé a bailar al ritmo de la música lenta, sensual. Mientras le daba miradas fugases a Ares, y como lo pensé el me vio, así que como lo predije el fue a la pista acercándose a mi lentamente mirándome como si fuera su presa, pero lo que el no sabe que esta vez yo soy el depredador.

Se me acercó por atrás mientras me tocaba la cintura podía sentir su respiración en mi cuello.

—gatita, gatita... está fiesta no es para niñas— me decía mientras se reía roncamente.
— quien dijo que soy una niña?— le decía mientras me quedaba cara a cara con el.

Cuando le dije eso el mostró una sonrisa cínica, hizo que mis bellos se erizaran.

—entonces ya no eres una niña?— me dijo
Yo le negué con la cabeza.
—mmm, muéstrame que no lo eres— me dijo en un susurro muy cerca de mi boca.

No lo pensé dos veces y lo agarre por el brazo y fui hacia las escaleras para subir a un cuarto y enseñarle que ya no soy una niña con la que puede jugar... o si?.

Cuando entramos al cuarto el se veía un poco sorprendido pero cambio en cuestiones de segundos reemplazándola por una llena de confianza.

— y ahora gatita ? — me preguntó mientras se cruzaba de brazos y se reía.

No me lo pensé dos veces y lo agarre de la camiseta y muy cerca de sus labios le susurré.

— esto —

Y lo bese, el no me dejo invadir su boca, tardó en reaccionar, pero solo fueron segundos. Por qué después pude sentir sus fuertes brazos alrededor de mi cintura mientras me cargaba y me dejaba en la cama.

Se separó de mi por falta de aire, mientras me tocaba la cadera con una mano y con la otra me agarraba la cara para que no me separará de el, era un animal, furioso, pude sentir como me mordía el labio y gruñía por qué yo no le abría la boca, no se lo iba a dejar tan fácil.

El derrotado se separó de mi, pude sentir mis mejillas arder de la vergüenza, dije mi plan funcionó, no le deje que siguiera.

Así que pensé que lista para irme y dejarlo con las ganas pero una mano me lo impidió y me volvió a dejar en la cama.

Ares esbozó una sonrisa malvada mientras miraba mi intimidad.

Fue tan rápido que cuando me di cuenta el ya estaba abajo de mi falda, pude ver su espalda sin camiseta, cuando se la quitó?

Que está pasando? Me sentí mareada, pero ese sentimiento se reemplazo por placer, que estaba sucediendo? Sentía una oleada de calor en mi feminidad, sentía su lengua recorrer mi clítoris como me lamía de arriba abajo.

—mmm ah Ares—

Gemía y gemía, pero ese no era el plan así que intente quitármelo.

— P- para a-res n- no, basta— le decía tartamudeando.

Lo intenté empujar con las manos pero el me agarro las caderas tan Fuertes que solté un pequeño grito de dolor.

Lo sentí gruñir contra mi feminidad, que hizo que me estremeciera más de lo que ya estaba, de pronto sentí un increíble placer y acto seguido me tape la boca para no gritar mientras tenía espasmos.

Ares se separó de mi y pude ver cómo se lamia la boca y se acercaba a mí.

— enserio pensabas que me ibas a dejar insatisfecho gatita? Nadie me deja con las ganas — me dijo contra mi oído.

Se levanto de la cama agarro su camiseta y se fue de la habitación dejándome ahí tirada.

No pude hacer nada más que llorar, está me las vas a pagar Ares.

ARESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora