Barreras

375 12 0
                                    

Estoy en la escuela tranquila todavía no dejo de pensar en el roce que sentí en mis labios aquella noche... será que me beso?

No creo, solo soy un juego le gusta burlarse de mí con mis reacciones a causa de su cercanía, de su toque, de su mirada.

— Hana vamos, se nos va a hacer tarde y no podremos comer— me dice Leila.

La acompaño a la cafetería, hoy está lloviendo, es un día muy gris, muy triste... o soy yo o estoy un poco deprimida?.

En fin me siento con Leila en nuestro puesto habitual, puedo ver por el rabillo del ojo a Ares con su pandilla en está incluida mi hermano.
Y por supuesto Kelly.

Como siempre de necesitada encima de Ares manoseándolo y diciéndole cosas en el oido.
No puedo reprimir mis gestos y siento y creo que estoy haciendo una cara de asco.

Puedo ver cómo Kelly se gira directamente hacia dónde me encuentro, me quedo quieta sorprendida, ella sonríe de lado, y se acerca a Ares y lo besa, pero que? Que acaba de pasar? Acaso la popular de la escuela me considera una rival?

— ¿Hana por qué sonríes maliciosamente? — me dice Leila mirando hacia la misma dirección que yo.
— Oh, Ah ya — dice adoptando la misma sonrisa malvada que yo.

Estamos observando todo con lujos y detalles, veo que Ares me mira y se tensa. Se tensa? Que está pasando hoy!? Él se levanta empujando a Kelly y viene directamente hacia dónde me encuentro.

Estoy atónita que está pasando? Por qué viene directo hacia dónde estoy yo?

— levántate — me dice muy serio.

Yo asiento con la cabeza y me levanto despacio, veo como Ares se sienta en mi anterior puesto y me agarra por la cintura poniendo a horcajadas encima de él.

Siento palidecer y veo a Leila muy sorprendida.
Percibo su aliento en mi oreja.

— ¿pensabas que me había olvidado de ti pequeña ?— dice en un susurro.

No respondo estoy roja y es de la ira, puedo ver alrededor como la gente cuchichean sobre nuestra posición.

— ¡Aléjate de mi hombre! — chilla una voz.

Ares y yo nos giramos al unísono, y la proveniente de esa horrorosa voz es Kelly.

— ¡Que no escuchaste? Que te levantes !— vuelve a espetar ella.

Estoy sorprendida, que le pasa a esta pareja de locos.

— por si vez, querida TU hombre es el que me estás sujetando — le digo un poco enfadada.

Ella me está sacando de mis casillas y eso es malo muy malo.

Percibo como Ares se ríe roncamente en mi nuca. Haciendo que mi piel se erice por el contacto de su aliento sobre mi.

— dime gatita, ¿quieres jugar?  — me pregunta Ares en un susurro que apenas puedo entender.

Frunzo el entrecejo, ¿jugar? ¿Ahora?.

— No lo volveré a Repetir te levantas pero ya — me había olvidado de ella.

— deja de ser pesada y vete si?— le dije ya estresada, ya me está empezando a doler la cabeza.

La mire y estaba con los ojos inyectados en sangre y con una mueca muy rara.

Iba a hablar pero una voz se me adelantó.

— VETE — dijo ares mirándola tranquilo.
— Que? Yo soy tu novia que se valla ella — dijo señalándome.
— No lo volveré a repetir — dijo ares tensando su mandíbula y su agarre.

— AUCH — dije ya que me estaba estrangulando.

Él al sentir mi quejido, me soltó.
Y Kelly se tuvo que ir refunfuñando.
Cuando se lo propone Ares de mucho miedo, intimida.

— dime pequeña sigues loca por mi? — me preguntó mordiendo mi lóbulo.

— N-no, ya no siento nada por ti — dije cruzándome de brazos.

Empezó a reírse como si hubiera dicho un chiste súper gracioso.
No lo dude y me levante.

— Vamos Leila —

Leila se levanto y me siguió hacia la puerta de la cafetería.

— Que bueno escuchar eso, por qué yo no siento nada por ti más que deseo — me dijo sonriendo.

— ¡No soy ninguna de tus putas! — chille indignada.

— Ah no? Entonces que eres? Si te derrites por mi como todas— me dijo mirándome desafiante.

Escuche risas, me giré y observe que todo el mundo me miraba como si fuera una burla.

No lo puedo creer! Dijo eso delante de todo el instituto, incluso delante de mi hermano.

Me giré y salí corriendo de allí, me hizo quedar como una Puta, como otra de sus Zorras.

Me salió una lagrima, mi dignidad ahora está por los suelos.

Como puedo estar tan enamorada de ese idiota.
Muchas chicas sueñan con cambiarlo, con hacer que él se enamore de ellas y yo soy una del montón.

Pero ya no más, quiere jugar? Quiere que sea su puta? Está bien, voy a ser su zorra, pero no una cualquiera... OH NO! Voy a ser la peor de todas!

ARESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora