Mis demonios

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— ¡ Mama ! ¡Mama! ¿Donde estás ? — decía un pequeño entusiasmado de tan solo 8 años.

— Aquí cariño, en la cocina — respondió una hermosa mujer de cabellera negra e ojos azules como el cielo.

El pequeño se adentro al cuarto esbozando una tierna sonrisa. Se acercó lentamente mientras se quedaba embobado viendo a su madre, una mujer alta con un cuerpo envidiable, un cabello largo hasta la cintura con pequeñas ondas, negro como la sombra que te persigue en verano.

Pero lo que más amaba el pequeño eran sus envidiables luceros claros, azules tan claros que ni la pupila se visualizaba en esas par de joyas que se llaman ojos.

— ¿Que necesita mi océano ? — comentaba su madre al ver al pequeño maravillado ensimismado en sus pensamientos.

La mujer lo llamaba "mi océano" un pequeño apodo que obtuvo el bebe la primera vez que abrió sus ojos para ver a su madre.

— Solo quería ver que estabas haciendo de comer — dijo el niño abrazando a su madre.

— pasta cariño, tu plato favorito, ya que hoy es un día especial — dijo la madre riéndose.

La risa de su madre era como música para los oídos del pequeño.

— ¿Ah si, y por qué ? — dijo el pequeño.

— Por que hoy, mi océano cumple 9 años — dijo la madre joven agachándose a la altura del jovencito para así hacerle cosquillas.

El Niño se reía estruendosamente.

— ¿hoy tienes que trabajar mama ? — preguntó Él con una expresión triste.

— No Ares, he pedido el día libre para así estar contigo todo el día — dijo la madre acariciando la pequeña cabeza de color azabache.

La mujer apenas tenía 26 años, madre soltera, siempre trabajando puesto que su familia le dio la espalda en cuento supieron que estaba embarazada y más cuando ella no quiso dar el nombre del padre del bebé.

Sola Kassia enfrentaba el cruel mundo en un pequeño apartamento junto con lo único que le hacía salir adelante su pequeño océano.

Kassia nunca le hablo ha Ares sobre su padre y nunca lo haría, Aquel hombre no podía encontrar a su hijo, ella no quería que su pequeño ya no volviera a sonreír ni tampoco que presenciará muertes, ella solo deseaba que su luz siempre fuera feliz como ha sido durante esos duros 9 años.

Cuando ella llegaba cansada de estar trabajando desde las 7 de la mañana hasta las 8 de la noche, Ares le tenía preparado la cena, él pequeño siempre fue muy independiente desde que era pequeño casi nunca lloro siempre sonriendo.

Ella pensó que todo marcharía perfecto como ha estado sucediendo estos años pero lo que no pensó es que este día iba a hacer el peor de todos, el 9 cumpleaños de Ares.

— ¿Mama y mi pastel? — dijo el niño mirando por La Cocina curioso.

— nonono, fuera de aquí pequeñín — dijo Kassia riéndose.

Ares decepcionado se fue al salón a ver la televisión, cuando sonó el timbre.

— pequeño ve a ver quién es — le comentó la madre ocupada haciendo la comida.

Ares se levanto llendo directo hacia la puerta de la entrada, la abrió y vio a dos hombres vestidos de negro muy intimidantes los dos chicos se apartaron dejando ver a un hombre de al menos unos 30 años.

— Hola niño ¿está tú madre en casa ? — dijo el hombre del medio.

Ares seguía quieto en shock, él había visto muchas películas de acción, y lo que acababa de ver de seguro no iba a ser nada bueno.

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