El resto del día había pasado rápido y más relajado gracias a la compañía de aquellas dos chicas y en algún que otro encuentro los dos muchachos, Jack decidió mantener algo de distancia a la situación permitiéndome actuar pero ayudándome cuando lo necesitaba dándome algún empujón cuando necesite. Al terminar las clases tomamos las cosas y salimos directamente fuera para encontrarnos con el resto del grupo, Jack nos seguía de cerca, podría decirse que siempre caminaba a nuestro lado como uno más, solo que no le veían pero reía con nosotros y se divertía, lo que me entristecía era verlo a veces ser atravesado por algún idiota que no le veía.
Ya estando fuera debía esperar a mama y decidieron hacerme algo de compañía hasta que llegara, el chico de pelo blanco miraba con diversión la nieve tramando una de las suyas, formo con un soplido en su mano una bola de nieve que lanzo con fuerza hacia nosotros, le dio a Fiamma primero que se alarmo mirando enojada hacia todos lados, luego lanzo otra hacia Nolan quien fulminaba a algunos con la mirada buscando los culpables y el resto reíamos hasta que nos tocó también el turno.
-¡Quien comenzó se las verá con migo! –grito Nolan molesto mientras Jack comenzaba a reír y yo decidí tomar un poco de la nieve sonriendo ladino para lanzársela en la cara viendo como el resto del grupo acallaba sus quejas mirándome asombrados y expectantes.
-Juguemos –tenía otra en la mano retándoles con la mirada y una sonrisa altanera – ¿Quién se atreve?
-¿Jugar con nieve no es algo infantil? –protesto Fiamma quitándose la nieve de la ropa y tomo una bola preparándola en sus manos –Pero aceptó el reto señorita –con una risa comenzamos a lanzarnos nieve entre nosotras y algunos tiros hacia los otros que comenzaron a unírsenos en un intenso y divertido juego en medio de toda la gente que se retiraba huyendo de las clases hacia sus casas o a hacer alguna otra cosa abandonando el recinto, los pocos que quedaban nos miraban como extraños o aberrantes, otros se veía el deseo que tenían por unirse y lo hicieron, otros solo se mantuvieron en su lugar observando la diversión que no atrevían a hacer suya. Jack nos entregaba municiones creándolas con su cayado volando a nuestro alrededor y con gracia me lanzaba alguna que otra bola a lo que se las respondía certeramente.
-¡Que mal lanzas! –me interrumpió Fiamma estampándome una en el rostro comenzando a reír con fuerza, me quitaba la nieve que comenzaba a arder suavemente en mi rostro. Detrás de unas risas y algunos minutos de jugueteo el sonido del auto de mi madre y el sonido de su bocina me llamo la atención para regresar a casa.
-Déjame decirte que no lanzo tan mal, si quisiera darte, te daría –le guiñe el ojo a mi compañera de banco y me despedí de todos rápidamente corriendo hacia mi madre saludándola, ellos se retiraban caminando, las chicas por un lado y los chicos por el otro.
-Veo que hiciste algunos amigos –puso el auto en movimiento mientras le veía verme de reojo.
-Sí, son chicos agradables, los conocí gracias a la chica de cabello marrón, está en mi clase y es mi compañera de banco –comente animadamente pero algo nerviosa mientras veía a Jack por el retrovisor cómodamente recostado en el asiento trasero.
-Se ven algo interesantes, puedes invitarlos a casa algún día –asintió con seguridad dedicándome su cálida sonrisa - Esos chicos son algo guapos ¿no es así? –Tenía la mirada en el espejo viendo a Jack perdido en sus pensamientos pero escuchando en todo momento, lo sé porque aquella pregunta le altero tanto como a mí, su rostro se había tensionado y me devolvió la mirada por el espejo esperando la respuesta que daría.
-¡Mama! –grite frunciendo el ceño por lo que ella comenzaba a reír mucho, ofendiéndome cruce mis brazos enojada mirando efímeramente el espejo sintiendo que el corazón latió algo acelerado y doloroso al tener la mirada fría de Jack clavada en mi por escasos segundo, la evite girándome a mi madre totalmente inexpresiva y con un tono malhumorado –No los veo de esa manera.
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Moonchild (Jack Frost x Elizabeth)
FanfictionElizabeth una muchacha de 17 años se enfrenta a una repentina mudanza dejando atrás una vida que nada le prometía, por una que crea nuevas oportunidades para ella y su familia. Pero si se lo dijeran jamas lo creería, las cosas que viviría por ello...