La puerta golpeo al cerrarse dándome un escalofrió que desapareció tan rápido como el silencio hizo presencia, la biblioteca de por si era silenciosa por el intento de quienes estaban allí de no hacer ruidos, pero este era diferente. Ninguna persona me silencio por el golpe resonante de la puerta, decidí asegurarme de que era la única persona echando un rápido vistazo. Aún estaba alerta a lo que segundos atrás había pasado, sin ser la única alterada ahora Hadita me seguía los pasos volando a mi alrededor con preocupación en el rostro.
Uno a uno revise los pasillos desiertos agradeciendo ser la única que allí estaba, no habían alumnos, no estaba la bibliotecaria, solo Hadita y yo. Pero por más solitaria que estuviera decidí dirigirme al rincón más alejado, lejos de puertas y mesa donde las personas pudieran verme con facilidad, pero si cerca de las ventanas donde pudiera tener la vista hacia afuera y sentarme sobre las estanterías que las enmarcaban. Deje primero mi mochila sobre la madera, antes de subirme al mueble y acomodarme recogiendo las piernas para abrazarlas, deje mi frente descansar en las rodillas mirando de reojo como la nieve aun caía lentamente hasta el suelo ayudando a que relaje mi mente, deseando e imaginando que Jack estuviera para reconfortarme, pero me conformaba con la linda vista que tenia de su poder.
Pensé en ese momento, que al entrar en la escuela no pasaría algo tan repentino y que me afectara tanto, pensaba que al estar con personas acompañada tendría momentos de paz y tranquilidad. Pero el mismo se encargó de negármelo, nunca estaría sola, siempre llegaría en el mejor momento para intentar quebrantar mi espíritu. No lo dejaría, era la decisión que había tomado la noche anterior y aferrada a ella lo repetía en mi mente, lucharía y haría todo lo que tuviera en mí para evitarlo.
El zumbido causado por el aleteo de las alas de Hadita me despertó de mis pensamientos, las movía tan rápido que como los veloces que prácticamente desaparecían de la vista, alce la mirada para dedicarle una pequeña sonrisa, de hecho la mejor que podía entregarle en ese mismo momento, su preocupación se podía ver todavía y no se dejaba engañar por mi último gesto. Decidí explicarle por qué había tenido aquella reacción y ahora me aislaba en ese sitio.
-No te preocupes Hadita, está todo bien, solo fue Pitch apareciéndose en mi cabeza para molestar –Extendí la mano para que se posara, la miro por unos segundos y con una sonrisa asintió, sentí su ligero peso en la mano y me dedique a mirarla con detenimiento buscando que mi mente tuviera otro tipo de pensamientos. Hadita se arrodillo e hizo pequeños chillidos asegurándome que "todo estará bien". Se esforzaba en la tarea de cuidarme, su tamaño no le era un impedimento, se las ingeniaba a su manera haciéndome caras o se escabullía por mi abrigo haciéndome cosquillas para que le sonriera.
Luego comenzó a volar por encima de los muebles para jugar, tenía que seguirla y encontrarla un juego perfecto para su tamaño y colorido, además me daba pistas haciendo su pequeño sonido llamándome. Recorrí uno a uno silenciosamente intentando escuchar su zumbido pero no lo lograba, fui emboscada por ella incontables veces riéndonos y continuábamos jugando al verla desaparecer. Los minutos pasaron pero de repente el ambiente en vez de volverse divertido se volvió pesado en cuanto más tardaba en encontrarla, mas crecía la sensación de alerta.
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Moonchild (Jack Frost x Elizabeth)
FanfictionElizabeth una muchacha de 17 años se enfrenta a una repentina mudanza dejando atrás una vida que nada le prometía, por una que crea nuevas oportunidades para ella y su familia. Pero si se lo dijeran jamas lo creería, las cosas que viviría por ello...