Moonchild (Jack Frost x Elizabeth)

~Cap 19: "Mentiras Piadosas"

Al entrar Norte nos dirigió a ambos hacia la sala del globo donde tenía planeado seguramente darnos una especie de sermón por lo que había presenciado en la entrada misma, ¿estaba mal lo que habíamos hecho? Camine en silencio con mi cabeza algo agachada mirando el suelo y mis pasos todo el camino con Jack tan tranquilo a mi lado, le dedicaba alguna mirada de reojo, el caminaba como si nada hubiera pasado derecho relajado con su cayado en mano y yo estaba completamente nerviosa gracias a la mirada de Norte tras nuestro clavada en nuestras nucas, en el camino se había encargado con una orden firme de despachar a los elfos y yetis que se alborotaron por nuestra carrera y espectáculo dejándonos así totalmente solos.

-Jack Elizabeth, vengan –Nos indicó que lo siguiéramos hacia su oficina sin una expresión fija, cruzo sus grandes brazos detrás de su espalda y caminamos detrás quedando frente al gran escritorio de madera labrada. Las puertas se cerraron detrás nuestro solas girándose haciendo que me estremeciera por el golpe de la madera y las trabas que la aseguraron. Norte se dirigió a su lugar tras el escritorio y no se giró hacia nosotros, sino que llego a la ventana observando unos segundos el paisaje, Jack relajado aún se adelantó recargándose un poco en su cayado y decidió hablar primero.

-Norte nosotros... - fue interrumpido con una seña de la mano de Norte aun de espaldas pero decidiendo girarse a enfrentarnos. En mi estomago repentinamente comenzó a sentirse como si hubiera un gran nudo, el no saber qué diría además de que mi corazón no bajaba de su aceleración desde que nos encontró en la nieve lo causaba.

-No debes explicar lo que mis ojos me mostraron, una imagen vale más que mil palabras –nos observó unos segundos a cada uno antes de agregar algo más acariciando su barba con tranquilidad, era una acción que lo ayudaba a concentrarse o relajarse – Comprendo lo que entre ustedes se está despertando y no me opondré en ningún sentido ya que es comprensible que suceda – dejo que una comprensiva sonrisa se mostrara en su rostro haciendo su semblante más amigable a mi parecer pero los nervios aún continuaban – Pero quiero que no se distraigan de nuestro objetivo por ninguna razón, mientras cumplan sus deberes no habrá motivo para que eso –dijo con un toque pícaro y divertido en su totalidad señalándonos con las manos estiradas- no suceda.

-Norte no te debes preocupar –dijo Jack muy seguro mientras se enderezaba dando unos pasos al frente de mí en dirección al escritorio colocando una de sus manos en la madera – No nos distraeremos, yo cumplo al pie de la letra con mis tareas todos los días. –se giró para verme de reojo con una media sonrisa pidiendo mi apoyo en cada una de sus palabras, como la única testigo de ello. Asentí con muchos ánimos sintiendo crecer algo cálido en mi pecho procesando que decía Norte acerca de apoyarnos, es cierto que nos besamos algunas veces y se sentía muy bien el hacerlo, pero puedo evitar preguntarme que si podía existir un "eso" en nuestra relación. No es que dudara solo es que, había que considerar las circunstancias.

-Las cumple, todas las mañanas hace su vigilancia de rutina y mientras estoy en la escuela viaja llevando el invierno a los lugares dándoles aquellos paisajes tan bonitos nevados –sonreí mirando a Jack con una buena sonrisa y decidí continuar- También hizo buen trabajo cuidándome, creo que fueron testigos cada que me trajo al taller con sus debidas razones. –comente a Norte con un decidido tono ahora viéndolo a el quien tenía su vista clavada en mis ojos decidiendo continuar- Y por mi parte me comprometeré en los entrenamientos debidamente para controlar esto que me fue entregado –sonreí abriendo mi mano separándola de mi pecho para que saliera de ella una pequeña bola de energía blanca volviendo a cerrarla desapareciendo como neblina.

-¡Me alegro mucho escucharlo de ti! Jack creces como guardián cada día mas de eso no tengo duda, es algo bueno y hermoso lo que un sentimiento positivo puede lograr en nosotros mismos. –Se encamino a nosotros con ahora una actitud amigable y nos colocó una mano en el hombro de cada uno acompañado por una amplia sonrisa dedicándole una igual- sé que lo harás bien.