~Cap 18: "Cómplices de dulces recompensas"

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Todos juntos caminamos tranquilamente, solo que en vez de quedarnos en la sala del globo continuamos en aquel piso pasando por un pasillo y unas cortas escaleras hacia otra ala del lugar entrando en una sala retirada, en un ala donde se encontraban algunas que otras habitaciones con puertas labradas en madera decoradas con vidrio opaco para dar privacidad y una gran sala en común que las conectaba de descanso, tenía una mesa central baja y sofás acomodados cerca de la ventana para disfrutar de la vista, sin faltar se encontraba en un rincón un muy hermoso árbol de navidad decorado con toda clase de delicados adornos, una chimenea encendida que mantenía cálido el ambiente en la sala nos permitiría entrar en calor y nos brindaba confort al entrar.

-Los elfos traerán algunas cosas para comer mientras pueden ponerse cómodos –Comento Norte poniéndose cómodo en la sala sentándose en uno de los sofás individuales, Sandy lo acompaño y se sentó en uno de los dobles moviendo sus pies, Conejo se colocó cerca del fuego mirando uno de los tapices sobre la chimenea colgado y Tooth volando se colocó al lado de Sandy comenzando a charlar relajadamente, era mejor que otros comprendiendo a Sandy.

Jack por su parte me seguía porque lo tenía entrelazado suavemente del brazo mientras hablábamos de pequeñeces sobre todo lo nuevo que descubría del lugar y me gustaba, el disfrutaba de todo lo que me asombraba o me explicaba otras ya que no imaginaba algunas cosas que habían en el edificio pero si me tomaban por sorpresa, las veces que estuvimos aquí no recorrimos completamente el lugar.

Entramos últimos a la sala y como siempre me dedique a observar todo el nuevo ambiente aun cuando todos estaban cómodos en sus lugares hablando entre ellos, la verdad tenía algo de hambre por las actividades, habían pasado alrededor de tres horas desde que llegamos allí y mi estómago lo reclamaba. Me acerque al árbol de navidad para ver de cerca los adornos, se trataban de figuras de cristal coloridos en rojo, verde, dorado y plateado por todas y cada una de las pequeñas ramitas, también lo rodeaban algunas guirnaldas como coloridas luces parpadeantes y la clásica estrella dorada y roja en la punta.

-Son hermosos Jack, espero este año poder tener un gran árbol como este en casa –toque suavemente un adorno que simulaba un copo de nieve de color plateado mirándolo de reojo- Me ayudaras a decorarlo ¿no?

-Claro que sí, puede ser divertido hacerlo. Te tocara colocar la estrella en el... –contesto mirando hacia arriba la estrella con una sonrisa hasta bajar su mirada en la base del árbol pensativamente, lo mire asomándome por frente a su rostro con curiosidad esperando que continuara regalándome una pícara sonrisa – Y yo te cargare para que llegues. – Iba a decirle algo pero cuando los guardianes nos llamaron interrumpieron la imagen en mi cabeza rápidamente.

-Tengo tanta hambre –suspire acercándome a la ventana admirando el imponente paisaje que a través del cristal se podía observar. Un gran risco que daba algo de vértigo y te hacía sentir insignificante con interminables metros hasta terminar en una pequeña llanura de nieve, llegaba hasta los picos nevados lejanos que se elevaban tanto como el taller, todo completamente blanco por el hielo y la nieve que allí se acumulaba año tras año. Una vista hermosa que amaría poder ver todos los días en mi ventana al despertar, aunque la de mi cuarto tampoco estaba mal. Me senté en uno de los sofás dobles libres del lado de la ventana, Conejo también se acercaba para sentarse pero Jack pasó frente a él volando para ocupar el lugar a mi lado antes que Conejo, el pobre se quedó procesando unos segundos alzando sus orejas sorprendido.

-¡Más cuidado Jack! –frunció el ceño retándolo dirigiéndose al otro sofá libre pero individual lejos de la ventana, al hacerlo lo seguí con la mirada y me entrego una sonrisa algo picara por las acciones de Jack, bajo sus orejas lentamente y se unió a la charla que los guardianes mantenían, también estaba algo perdida respecto a ella. En mi mente tenía tres cosas presentes, el hambre que cada segundo crecía haciendo mi estómago rugir y al escucharlo Jack soltaba una risa divertido, los hermosos detalles de la sala y repentinamente la mano de Jack rodeándome por el hombro para acercarme un poco más despreocupadamente pero aún muy metido en la charla de los guardianes.

Moonchild (Jack Frost x Elizabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora