El último día dio comienzo con abrir los ojos, dar una respiración profunda y dejar escapar el aire con una satisfacción indescriptible en el cuerpo contrariamente cansado. Junto a mí, Jack me mantenía cerca de su cuerpo con una de sus manos rodeándome la cintura, sus cejas se movían tensas pero se relajaron en una apacible expresión, la cual que me permití admirar por un momento en silencio.
Cuando mamá entro me vio despierta, llegaba para avisarme que el desayuno estaba listo, pero dije que me sentía mal y tan solo me quedaría en casa. Convencida decidió que lo traería para no tener que levantarme, Jack había despertado a causa de las voces y me miro con el ceño fruncido de la preocupación ante mis palabras, negué con una media sonrisa y lleve mi dedo índice en seña de silencio.
-Solo quiero disfrutar un día en casa Jack –me acurruque en la huella del calor que aun mantenían las mantas, evitando el lado frio de Jack invadió mi lado con su pie pero lo patee con una divertida risa, el asintió con una leve sonrisa acomodando unos mechones de mi cara.
-¿Qué hay de Scarlet y Fiamma? –pregunto en un tranquilo tono mirándome a los ojos con curiosidad, hice silencio al abrirse la puerta al entrar mi madre cargando una bandeja de madera con el desayuno desviando la mirada a ella.
-Aquí tienes cariño –dejo la bandeja sobre mi regazo obligándome a sentarme lentamente- Si necesitas algo me gritas, hoy me quedare en casa para cuidarte ¿de acuerdo? –Se sentó al filo de la cama para acariciar mi frente despejándole el cabello y asegurarse que mi temperatura sea normal, yo asentí con una amplia sonrisa.
-Claro que sí, tú tranquila. –levantándose se retiró por el momento, pero no sin antes haberle pedido que me alcanzara la mochila que estaba sobre la silla del escritorio. Tome la bandeja y comencé a comer mi desayuno disfrutándolo lentamente antes de responder- Me encargare de ellas.
Lo hice inmediatamente, al terminar de desayunar tome el cuaderno de la escuela anillado con hojas rayadas finas. Teniendo bolígrafo en mano, mis piernas recogidas y el cuaderno sobre ellas escribí hoja tras hoja. Eran cartas, cada una tenía uno o dos nombres como destinatario y un contenido escrito diferentes. Me había tomado algunas cuantas horas y el transcurso del tiempo se había hecho media tarde, las coloque cada una en sobres de distintos colores y escribí sus nombres en la parte frontal.
-¿Eso es todo? –pregunto Jack acercándose por sobre mi hombro mientras yo asentía con una sonrisa parada frente al mueble.
-Eso es todo –respondí mirando las cartas sobre el escritorio con una pequeña mueca, pero luego continúe haciendo más visible mi sonrisa- Y si me creen loca, pues que me importa. –cruce mis brazos acariciando uno sintiendo una pizca de duda, pero Jack abrazándome por detrás beso mi mejilla despejándola.
-¿Qué quieres hacer ahora? –Pregunto apretándome entre sus brazos y meciéndome de lado a lado haciéndome reír un poco, mordí mi labio con suavidad pensando que cosas deseaba.
-Bueno, hay dos cosas pero me dirás aburrida –me gire a mirarlo sobre mi hombro retadoramente, el alzo una de sus cejas interrogante respondiéndolo en un simple susurro- Leer y dibujar.
-¿Qué dibujaras? ¿Qué leerás? –Me levanto en el aire aferrándome con firmeza y yo recogiendo mis piernas reía sintiendo la fuerza que hacía para mantenerme en el aire.
Tras algunos jugueteos tome el libro entre manos y acaricie el encuadernado que parecía artesanal, levemente desgastado por el tiempo pero bonito de todas maneras. Con las piernas cruzadas y recostada en el pecho de Jack detrás de mí, me acompañaba en la lectura acariciándome sentados cómodamente en la cama, me di el tiempo de leerlo en voz alta para ambos. Era tan pacifico que después de tanta preocupación, dolor y confusión ahora tuviera tanta tranquilidad como para tomarme el día y disfrutar de las pequeñas cosas que no tuve oportunidad.
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Moonchild (Jack Frost x Elizabeth)
FanfictionElizabeth una muchacha de 17 años se enfrenta a una repentina mudanza dejando atrás una vida que nada le prometía, por una que crea nuevas oportunidades para ella y su familia. Pero si se lo dijeran jamas lo creería, las cosas que viviría por ello...