Moonchild (Jack Frost x Elizabeth)

~Cap 40: "Sola"

Escuchaba como caían gotas haciendo eco en lo que parecía ser una gran sala cavernosa, sentía un ruido cercano deslizándose por el suelo casi silencioso, pero aun así era siseante y amenazante, me causaba un escalofrió de incomodidad constante. Me moví lentamente arrodillándome en el suelo arenoso y húmedo, abría mis ojos intentando ver algo pero solo podía ver mi arco tirado frente a mí con un vago brillo. Estire mi mano para tomarlo pero con sorpresa una mano negra se intentó adelantar a la mía escuchando un chillido estridente que logro sobresaltarme. Me apresure a tomarlo aferrándome a él y a su luminiscencia moviéndolo de un lado a otro enterándome que la espesa negrura no se atribuía solo a una simple oscuridad, si no que incontables pesadillas eran las que me rodeaban sin dejarme salidas.

-Elizabeth. Contra todo pronóstico veo que aquí estas -De la nada una de las sombras tomaba la forma de Pitch justo frente a mí, primero aparecieron sus ojos hasta tomar su apariencia normal hablándome familiarmente.- Sobrevives otra vez, ¿No te cansas de eso?

-¡Pitch! -Murmure iracunda notando el brillo de mi arma aumentar y el mío aparecer con la mirada fija en el percibí el vago retroceso de las pesadillas que lo acompañaban- Devuélveme a Jack en este mismo instante o...

-¿O qué? ¿Me mataras? -Soltó una risa profunda que hizo eco llevando sus manos a la espalda para hablar con una estridente seriedad- Si te atrevieras serias la única con el valor suficiente.

-¿Qué hiciste con él? -fruncí el ceño aferrando más el agarre de mi mano en el arco y con la otra estire la cuerda sin dejar de verlo.

-¿Yo? Por favor no le hice nada a tu adorado Jack Frost. -Mostro una sonrisa amplia mientras comenzaba a rodearme iluminándose por el brillo que yo misma irradiaba- Si le hizo algo la única culpable es Tenebris.

-¿Tenebris? -Me reí un poco mientras el desaparecía apareciéndose más cerca a mi lado y con una ladina sonrisa obligándome a girar.

-Tenebris Dominae -Respondió con regocijo mirando el arco en toda su extensión acercando sus manos para apreciarlo mejor pero se detuvo mostrando una cara molesta- Pero veo que ella no es la única re nombrada. ¿Debería llamarte por tu nuevo nombre Fulgenti? -Volvió a retirarse algunos pasos hacia atrás- Deberías haberte quedado junto a tu familia, no perteneces aquí.

-Sin embargo querías que me uniera a ti. -Arquee una ceja mostrándome más seria.

-Corrección, te utilice a ti y a tu poder para crear una versión mejorada. -Me sonrió fingiendo calidez en su voz- De hecho te debo a ti mi éxito, hagamos esto para no debernos nada, te permitiré buscarlo sin resistencia alguna de mis pesadillas.

-¿Me crees tan estúpida para que caiga en tus trampas? -Dispare hacia el viéndolo desaparecer, la flecha se ensarto en una de las paredes brillando con tal potencia que las pesadillas huían del sitio gimiendo escalofriantemente, pero Pitch apareció a mi lado golpeándome con fuerza.

-¡Les das la mano y te toman del codo! -Se agacho a mi lado manteniendo su distancia- Esta en ti creer o no, yo solo sé que al lado de Tenebris le queda muy poco tiempo y eso no sería divertido. El tiempo corre -Dijo por ultimo decidiendo desaparecer entre las sombras de la cámara en que me encontraba, ahora sola.

Una entrada que parecía mas una grieta lo suficientemente estrecha fue lo que me dio libertad para encontrarme en un laberinto de cuevas, usaba el brillo de mi arco para guiarme por los lugares corriendo y escuchando que a veces a mi alrededor se escuchaban los mismos sonidos que creaban las pesadillas, se intentaban acercar pero luego retrocedían con mi pasar para mi extraña tranquilidad. Algo no estaba bien para nada. Corrí por largos minutos, a través de los largos y eternos pasillos creyendo con temor que lo hacía en círculos ya que no tenía manera de saber dónde me encontraba y no quería dispersar las luces de luna que me acompañaban por miedo a que las pesadillas decidieran atacarlas. Era el brillo que emitían lo que las mantenía alejadas y a mi segura de que no pudieran tocarme. Recuperaba el aliento cuando un grito lejano llego hasta mis oídos y ellas hablaron: "¡Es... el... ¿pero... donde?!". Volví a correr ignorando mi cansancio hasta que llegue a la más profunda de las cámaras. Lo vi caer con un último quejido en medio de la sala pareciendo inconsciente frente a él una furiosa y espeluznante figura. La misma que se la llevo con él. La misma que me hablo antes de que la cúpula cristalina explotara. Tenebris Dominae. No repare en tomar mi arco preparada para dispararle y batallar por la seguridad de él mientras estaba distraída gritándole miles de cosas al cuerpo inerte del piso, tan furiosa que su voz rebotaba en las paredes distorsionándose hasta que algo me hizo frenar.