— Buenos días dormilona.— escuché que decían de lejos. Abrí los ojos y me encontre a Alex sin camisa y con un chándal a los pies de la cama.
Traía con el una bandeja llena de cosas que supongo serían para desayunar.Y eso me hizo acordar la maravillosa noche que pasamos juntos, al recordarlo me ruboricé.—Te preparé el desayuno, hermosa.—dijo poniéndome la bandeja encima mío y sentándose a la par mía.
Amo como suena esa palabra al salir de sus labios.
—Gracias amor—dije acercándome a él y dándole un beso en los labios. Cuando nos separamos los dos sonreímos y volvimos a unir nuestros labios.
—Emily...Ayer fue mágico—dijo Alex colocando su mano en mi mejilla y acariciándola.—Te amo.
Sonreí
—Te amo Alex.
Seguimos desayunando tranquilos hasta que el me llevó a conocer el yate, yo llevaba puesta su camisa. El lugar era realmente era hermoso, pero la compañía era lo mejor.
— ¿Te gusta?—preguntó abrazondome por atrás
—Me encanta—respondí sonriendo volteando un poco mi cara para poder mirarlo
— ¿Te dije que te queda muy sexy mi camisa?—comentó en mi oído. Yo sólo me sonrojé— Sígueme—me extendió su mano y me guío hacia donde se encontraba el volante del yate. Me hizo una seña con la mano para que me sentara al frente de este y pusiera mis manos en el volante.
— Te voy a enseñar a conducirlo—dijo sonriendo. Puso sus manos encima de las mías y comenzó a a guiar el barco por la cristalina agua.
Sonreí por inercia. Era mágico, el viento chocaba contra mi rostro y no podía parar de sonreír.— Wow Alex esto es magnífico, ¡Nunca había hecho algo parecido a esto!—grité girando mi cabeza para encontrarme con sus preciosos ojos una vez ya parando el vehículo.
— Tú eres magnífica—contestó sonriendo, solté el volante y agarré su rostro entre mis manos para acercar su rostro lentamente al mío y fundirnos en un precioso beso.
— Emily, esto es mucho más de lo que podría imaginar.
Sonreí. Amaba a Alex completamente. Me enamoré de él, de sus defectos, sus virtudes y sobre todo de su forma de ser. Ahora que lo tengo, no me imagino como sería mi futuro, mi vida, sin él.
— Te amo.
Pasamos toda la mañana conversando y riendo. Hasta que llegó la hora de comer.
Fuimos a la pequeña mesa que se encontraba en medio del lugar. Estaba repleta de comida y sinceramente no sabía por donde empezar.— Está bien que coma mucho pero no tanto.— reí y él hizo lo mismo, me senté en uno de los asientos y Alex repitió mi acción sentándose frente mío.
Cuando comenzamos a comer se me cruzo por la mente la idea de que realmente no conozco mucho a Alex, es decir lo conozco hace un largo tiempo pero no se casi nada sobre él.. o sobre su familia, exceptuando a Jess.
— ¿Alex?—pregunté haciendo que este centrará su vista en mi.
— ¿Si?—preguntó masticando, una escena muy dulce de ver.
— Cuéntame algo sobre tí, llegué a la conclusión de que no sabemos mucho el uno sobre el otro—dije llevándome un trozo de carne a la boca.
— Tienes razón, ¿Qué quieres que te cuente?
— Bueno...No lo sé, algo como, cuando eras pequeño—lo miré fijamente a los ojos.
— Bueno. Cuando tenía 4 años mis padres me adoptaron, mi madre me dijo que tenía un hermano de parte mi madre biológica, pero nunca lo vi. Tampoco supe su nombre.
Cuando mis padres me trajeron, mi madre estaba embarazada de Jess. Vivimos un tiempo aquí en Nueva York y luego cuando cumplí los 18 años, nos fuimos a vivir a Alemania.
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¿Aceptas? ||Corrigiendo||
RomanceTodo comenzó con un simple... ¿Aceptas? Emily Evans, una chica guapa, divertida y deseada por los hombres, necesita la ayuda de Alexander Black para pasar su última materia de la universidad. Alexander Black, el multimillonario empresario más joven...