Estaba aquí sentada sola en la habitación del hospital esperando a Alex. Hoy por fin luego de dos días en observación, salgo de esta cárcel.
— ¿Estas lista bebé?—preguntó Alex entrando por la puerta.
No, va a entrar por la ventana Emily ya que tu novio es Spider Man y sube 8 pisos
Gracias por nuevamente aparecer consciencia.
Sabes que nunca me iré
Está bien. Ahora te diré...Pepe grillo
¡No! odio ese nombre
Lo lamento, Pepito.
— ¿Emily?—Alex pasaba su mano por mi cara.
— ¿Ah? Sí,estaba pensado—reí al acordarme de la tontera en que estaba pensando.
— ¿En qué si se puede saber?—preguntó, mejor no le digo, se reiria de mí para siempre.
— No nada, hablaba conmigo misma — el rió. ¿Y qué? ¿Él no hablará solo?
— ¡Ey! No te rías—me uní a el con su risa.—Vámonos de aquí, ya no aguanto—dije llevando mi cabeza hacia atrás en modo de irritación. Y él de nuevo se rió, hoy esta más simpático de lo normal.
— ¿Hoy tengo cara de payaso o qué, que te ríes de de mí hoy— me crucé de brazos haciéndome la enojada.
— Bebé no te enojes...Sólo que estoy tan feliz de tenerte aquí que irradio felicidad—se disculpó.
— Amor era una broma no me enoja, es más, me encanta tu sonrisa es tan... perfecta—le sonreí y él acercó a mis labios besandolos suavemente, difrutandonos el uno con el otro.
Esto ya está muy romántico, debo cortar el romanticismo.
— Alex—lo llamé. Ya sé que le diré.
— ¿Qué?—dijo sin aliento luego del beso.
— So—dije y estallé a carcajadas.
¿Lo entienden? Que-so osea "queso". Bueno, yo me entiendo.
Él me miró serio pero sé que en el fondo se quería reír ya que tenía los labios fruncidos ligeramente encorbados.
— ¡Ay dale! Yo sé que te quieres reír—dije haciéndole cosquillas y ahí si rió.
—No puedo creer que me cansaré con alguien que haga estos chiste—susurró riendo.
¿Dijo que qué cosa?
—¿Qué?—pregunté confundida.
—Nada, vámonos a casa cielo.
Nos paramos, Alex agarró mi bolso y nos fuimos.
— ¿Y los demás?—pregunté ya en el auto, olvidando la situación anterior.
—Ya lo verás— dijo, y me comenzaba a preguntar qué estaba sucediendo.Alex arrancó el auto y nos fuimos hacia mi casa.
Al llegar, dejo mi bolso en el pequeño sofá de entrada y me agarró como recién casados haciéndome pegar un pequeño grito.
— ¿Qué haces?—pregunté sonriendo pero no me contestó, solo camino conmigo en brazos hasta el jardín.
— ¡BIENVENIDA!—gritaron, allí estaban todos, desde mi familia, y la de Alex, hasta todos mis amigos, que lo mismo son como familia. Recorrí todo el lugar con la mirada y entre todos los presentes pude ver a Sam. Al parecer Lily me mintió solo para planear esta fiesta sorpresa.
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¿Aceptas? ||Corrigiendo||
RomansaTodo comenzó con un simple... ¿Aceptas? Emily Evans, una chica guapa, divertida y deseada por los hombres, necesita la ayuda de Alexander Black para pasar su última materia de la universidad. Alexander Black, el multimillonario empresario más joven...