Emily
Me desperté gracias a los rayos de sol que me pegaban en la cara. Tengo un dolor de cabeza terrible. No tomo nunca más en mi vida, lo juro.
Al ver un poco mejor la habitación, me di cuenta de que no era la mía ya que esta tenia unas paredes de color azul y había una gran puerta en donde se encontraba un hermoso balcón con vista al patio trasero. La mía definitivamente no tenía nada de eso.
Primero pensé "Ay no me secuestraron" pero luego escuché un ruido proveniente de la puerta de la habitación y cuando gire mi vista para ver cual era la razón de ese ruido, me encontré con unos ojos azules que ya eran bastante conocidos para mí.
— Veo que ya despertaste pequeña durmiente.— dijo con una pequeña sonrisa en su rostro.
— Si...—pensé un poco antes de preguntar pero no recuerdo nada—¿Qué hago aquí?
— Ayer tomaste un poco de más y luego te dormiste en mi hombro, entonces decidí traerte a mi casa ya que no iba a quedar bien que llegue a tu casa, donde esta tu familia, con una Emily completamente dormida y ebria.— dijo y cuando termino hizo una pequeña mueca que ocasiono que soltara una pequeña carcajada.
Luego de esa pequeña charla me di cuenta que no traia mi ropa puesta y en su lugar había una remera realmente grande para mi entonces me alarme.
— Alex...
— ¿Uhm?
— ¿Tu me cambiaste?— pregunté con un poco de vergüenza
— Sí, lo lamento no tuve opción.
Me sonroje al pensar que el me vio solo en ropa interior.
— ¿Quieres comer algo?- dijo cambiando de tema.
— Está bien.— dije parándome rápido de la cama pero mi cabeza dio vueltas.
— Espera un rato. Cundo estés mejor baja, yo te daré una pastilla ¿Está bien?— yo asentí.
Al decir eso se fue, por lo que me dirigí rápidamente al baño y me di una ducha de unos cinco minutos, me envolví en una toalla y fui hacia la habitación. Me puse el mismo vestido que había usado la noche anterior y baje a la cocina en donde un agradable olor a panqueques invadió mis fosas nasales.
Quedé por un momento observando la vista, Alex estaba volteado preparando el desayuno y realmente se veía muy sexy. Antes de que me vea fui a sentarme en la isla.
— Alex gracias por traerme anoche.
— No hay de qué Emily.— dijo mientras ponía jugo de naranja en un vaso.
— Servido señorita.— sonreí y el también.
Me puso en frente un plato con unos panqueques, fruta y jugo de naranja y unas pastillas, yo le agradecí.
— Gracias.
El desayuno transcurrió entre risas y comentarios de la noche anterior. También conociendo un poco de ambos, familias, gustos y cosas así. Descubrí que no le gusta las hamburguesas
¿A qué tipo de ser humano no le gusta?
Al ver la hora en mi celular me di cuenta de que ya era demasiado tarde y debía irme.
— Muchas gracias por todo Alex, pero debo irme.—
— Esta bien Emm, ¿Quieres que te lleve?
— No, ya hiciste suficiente por mi no quiero molestar.—
— No molestas, aparte si te llevo sabre que llegaste segura.—
Por Dios, este hombre es más terco que yo.
— Está bien.—me rendí.
En el camino ninguno habló. Estaba sumergida en mis pensamientos cuando escucho la voz de Alex.
— Llegamos...
— Gracias Alex.— dije mientras le daba un beso bastante cerca de sus labios lo que provocó que me alejara rápidamente de el.
Un silencio bastante incómodo se instaló en el ambiente.
— Mmm yo... debo irme...— dije mientras abría la puerta del auto
— Emily espera.— dijo.
Yo me giré un poco esperando esperando a que hablara pero nada de eso pasó. De repente todo al rededor se congeló, es ese instante sus labios tocaron los míos.
Pov Alex
— Emily espera.— la llamé.
Ella se giró esperando a que hablara pero yo quería algo más que eso, quería probar sus rosados labios, lo quise hacer desde el día que la ví por primera vez y eso hice. Mi mente dejó de pensar y en un instante yo ya estaba devorando sus labios de una manera lenta. Dios, nunca sentí esta sensación con ninguna otra mujer, ni siquiera por Megan.
Lo lamento mucho Nicholas pero quiero a tu hija... Y allí me detuve. No me puedo enamorar. ¡NO!
Me alejé bruscamente de Emily y ella no entendía nada.
— Sal de auto, nos vemos el lunes.— susurré serio aún cerca de sus labios.
— Pero Alex...—trató de decirme algo pero la interrumpí.
— ¡Bájate del auto maldita sea!— le grité y me arrepentí mucho de hecho, pero ya era demasiado tarde, ella ya se había ido.
¿Pero qué acabo de hacer?
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¿Aceptas? ||Corrigiendo||
Roman d'amourTodo comenzó con un simple... ¿Aceptas? Emily Evans, una chica guapa, divertida y deseada por los hombres, necesita la ayuda de Alexander Black para pasar su última materia de la universidad. Alexander Black, el multimillonario empresario más joven...