-Me llevaré esto por un rato, te lo devolveré más tarde o mañana, quizá -carcajeó el brabucón.
-¿Qué? No es justo... -protestó Brainy, acercándose al musculoso.
-¿Acaso me darás clases de justicia? -bromeó con intimidación, mostrándole una mirada furiosa.
-Ehhh... No, no... Lo que pasa es que... -soltó las palabras con torpeza. De un solo tirón, Wolfgang agarró la camisa del debilucho joven y estrelló su espalda contra la pared con fuerza. El golpe fue tan brutal que lo dejó sin respiración por varios segundos. El abusador acomodó su largo cabello hacia atrás y se acercó con sutileza hasta el oído del enclenque.
-¿Quieres que mejor te parta la cara? -le susurró con tono amenazante. Brainy quedó pálido como si se tratara de un fantasma, la cara se tornó de un color como el yeso y sus labios temblaban.
-No... No... No... -dijo con la voz apagada, casi se desmayaba ahí mismo. Wolfgang lo soltó con brusquedad y se apartó unos centímetros de su víctima.
-¿Que has dicho? -preguntó, posando una mano alado de su oreja, simulando no haberlo escuchado.
-No... -repitió sin que nadie lo escuche. Sus piernas temblaban y no podía soltar su voz con fuerza.
-¿Cómo? -En esta ocasión, introdujo uno de sus dedos al oído, actuando como si la suciedad le impidiera escuchar con claridad.
-¡Qué no! -gritó con la garganta, aun temblando.
-Así me gusta, buen chico... -se acercó y lo acarició como si se tratara de un perro. -Nosotros no somos malos, solo tienen que obedecernos y no saldrán lastimados -sonrió torcidamente.
-¿Nos vamos? -le preguntó la comadreja a su líder.
-Sí, vámonos de aquí, ya me aburrieron este par de nerds.
-Cómo digas, jefe -asintió Edmund.
El corpulento líder guardó el celular de su víctima en uno de sus bolsillos y se marchó junto a sus secuaces. Curly de inmediato se acercó a su amigo con una cara de preocupación.
-¿Te hizo algo? -preguntó angustiado.
-No, tranquilo -le mostró una leve y forzada sonrisa.
**********
-¿¡Acaso fumas todos los días!? -El grito de Arnold retumbó los oídos de Stinky. Su voz fue tan potente que provocó que el muy fumado flacucho se estremeciera.
-Pues... -rodeó los ojos y giró levemente la cabeza. -Pues sí -soltó, encogiéndose de hombros, sin notar la gravedad del asunto. O al menos, la gravedad con lo que lo estaba tomando Arnold.
-¿¡Pero qué dices!? -La voz de Arnold era una mezcla extraña de ira y preocupación, se encontraba exaltado, a punto de estallar. -¿Acaso no te das cuenta lo que estás haciendo? -trató de calmarse un poco.
-¿Qué? -preguntó sin expresión alguna.
-¡Te estás haciendo adicto! -gritó enfadado-. Eso, en el caso de que no lo seas ya... -su voz sonó temblorosa y débil. Su rostro reflejaba preocupación, sentía el estómago revuelto y en su cerebro volaban millones de pensamientos. Stinky se levantó muy despacio, tambaleándose un poco. Arnold lo ayudó a incorporarse mientras él también se ponía de pie.
-Me tengo que ir... -soltó.
-Stinky... Puedo ayudarte, todos podemos. Tienes que entender que necesitas ayuda...
-¿Ayuda? ¿Por qué? - preguntó ofendido, frunciendo el ceño.
-¿Acaso no lo ves? Fumas todos los días... ¡Eso no está bien! -le reclamó.
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¡Hey Arnold! La nueva era
FanfictionImportante: Los sucesos de la historia ocurren sin tomar en cuenta la película "¡Hey, Arnold! The jungle movie" ¡Hey Arnold! es una serie animada creada por Nickelodeon que muchos de nosotros tuvimos la dicha de disfrutar. ¿Qué tal si la historia aú...