-Pues esa es toda la historia -concluyó el gordete, después de tomarse varios minutos en relatar todo el controversial problema con Gerald.
El par de nerds se encontraba en total silencio, procesando toda la información recibida en sus modestos cerebros.
-¿Aún no conocen la razón? -preguntó finalmente Curly.
-No sabemos nada. Además, no lo hemos visto en días -informó Sid. El debilucho universitario apretó sus labios con enojo.
-Entiendo. ¿Entonces lo de mañana es un hecho?
-Definitivamente. -Ambos nerds tragaron saliva, tratando de no titubear.
-Aportaremos con nuestra ayuda -confirmó Curly-, solo les pido una condición.
-¿Condición? -arrebató el gordete, algo molesto por tal cinismo.
-¿Qué es? -Sid se mostró sereno y calmado.
-Quiero que me ayuden a darle una paliza a Gerald -rugió con determinación. Sus puños estaban hecho unas piedras y sus dientes se incrustaban en sus labios con fuerza. Todos los presentes lo miraron con asombro, incluso su mejor amigo.
Sid carcajeó.
-Hey, hey... Creo que no has entendido -bromeó con una leve sonrisa-. El objetivo de lo que estamos haciendo es que no se agraven las cosas más de lo que está. No estamos creando una guerra -bufó con gracia-. En el "caso" -Hizo énfasis en la palabra, utilizando sus dedos como comillas- de que las cosas salgan mal y se dé una pelea... Já, incluso así, no creo que "paliza" -Una vez más- sea la palabra adecuada. Tengo que pensar en todos los escenarios, nos reuniremos todos los que quieran ayudar en dos horas, en el viejo vecindario. Si quieres ayudar, lleva tu culo allí... -Dio media vuelta y se marchó con pasos lentos. Harold lo miraba mientras se dibujaba una sonrisa en su rostro y negaba con la cabeza.
-Nos vemos en el viejo vecindario -dijo el gordete con amabilidad. Del mismo modo, giró todo su cuerpo y aceleró el paso hasta alcanzar a su amigo y seguir con su ardua labor.
Brainy y Curly los miraban con impotencia, a medida que se alejaban de su vista poco a poco. El eterno amante de Rhonda tenía sus ojos clavados en sus apretados puños, llenos de rabia y enojo. Aunque no era lo que Curly esperaba, había tomado una decisión. Al menos, se acercaba un poco al objetivo que anhelaba tanto por cumplir.
Algunos de los inseparables amigos de la infancia que crecieron juntos en el viejo vecindario ya se habían marchado de la universidad. Faltaba treinta minutos para que comenzara la reunión que Sid había citado a todos aquellos que ayudarían en el enfrentamiento contra Wolfgang. Después de hablar con el par de nerds, ambos reclutadores habían intentado conseguir camaradas hasta el último segundo posible. No les quedaba más tiempo, el autobús tardaba varios minutos en llegar hasta el viejo vecindario y ellos tenían que ser los primeros en estar allí. Tomaron el transporte y se encaminaban hacia el lugar donde vivieron tantas experiencias junto con todos sus amigos de la infancia. Sid se encontraba con la mirada perdida en la ventana, con la mente llena de posibles situaciones que se podrían presentar. Parecía un gran estratega experimentado de algún ejército profesional que buscaba la mejor jugada para ganar una dura guerra. Harold lo entendía muy bien y no tenía ni la más mínima intención de molestarlo.
Por su parte, a muchos kilómetros de distancia de donde se encontraban, el rubio comenzaba a abrir sus ojos de una manera perezosa y lenta. Su mirada se dirigió hacia la ventana, observando un débil sol que casi no alumbraba la fría tarde.
-¡Mierda! -reclamó con los ojos desorbitados, dando un gran salto fuera de su cama. Corrió hasta su escritorio de estudio y tomo su celular para revisar la hora: Faltaba 15 minutos para la reunión. -¡Mierda! -protestó nuevamente.
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¡Hey Arnold! La nueva era
Fiksi PenggemarImportante: Los sucesos de la historia ocurren sin tomar en cuenta la película "¡Hey, Arnold! The jungle movie" ¡Hey Arnold! es una serie animada creada por Nickelodeon que muchos de nosotros tuvimos la dicha de disfrutar. ¿Qué tal si la historia aú...