Sus labios se despegaron por un instante y sus miradas chocaban con pasión, como si dominaran un nuevo lenguaje sin uso de palabras. El rubio se encontraba totalmente a merced de la lujuria que controlaba su cuerpo, no podía resistir ni un segundo más para estar dentro de su amiga. Frotaba delicadamente la punta de su pene alrededor del sexo de Lila, haciéndola gemir de placer. Quería disfrutar del momento todo lo posible, pero no podía aguantar más. La suavidad del roce lo excitaba como loco. Sus brillantes ojos azules miraron por unos segundos más a la angelical mujer que tenía debajo e inconscientemente, los apartó para quedar hipnotizado en sus finos labios. Con suma delicadeza intentó introducir su miembro en el interior de la pelirroja. Los labios de la chica se abrieron levemente en un quejido sordo. Estaba muy apretado, aunque la zona se encontraba demasiada lubricada, a más no poder. Arnold sintió un gran impedimento para cumplir con su objetivo, realmente le estaba costando mucho penetrarla. Poco a poco, la cavidad vaginal de Lila comenzaba a ceder, aunque su rostro lo decía todo: Sus ojos estaban completamente cerrados, sus cejas fruncidas y mantenía los labios apretados con una fuerza de otro mundo.
El rubio se preocupó por un instante, pero ese sentimiento se desvaneció por completo cuando recorrió por todo su cuerpo un gran placer, producto de la penetración realizada con éxito. Por fin se encontraba totalmente dentro de la pelirroja. Las paredes de la vagina seguían ejerciendo una gran presión al miembro de Arnold, aunque para él, era una sensación muy placentera. Lila abrió levemente sus labios, mostrando cómo sus dientes se encontraban demasiado apretados para soportar el ardiente dolor que sentía dentro de ella. El rubio retiró a su amigo con lentitud, para evitar que el tormentoso placer se intensificara. Las piernas de Lila temblaron involuntariamente, perdiendo todo el control de su cuerpo. Arnold realizó una nueva embestida, esta vez fue mucho más fácil y placentera. Tanto a él como para la pelirroja, que ya no presionaba sus labios ni sus dientes. En esta ocasión, los mantenía con una pequeña abertura donde gemía con leves suspiros. El rubio llevó sus labios a los de ellas al darse cuenta que todo marchaba a la perfección, no sin antes embestir por una nueva ocasión. Lila dejó de sentir el dolor poco a poco, el cual fue remplazado por una embriagante sensación de placer que viajaba por cada partícula de su frágil cuerpo.
Las embestidas del rubio ganaban velocidad, los besos se volvían más apasionados y ambos se dejaban llevar por la lujuria que controlaba sus cuerpos. La pelirroja separó sus labios para soltar un gemido ensordecedor. Trataba con todas sus fuerzas de controlar los potentes sonidos que salían de su boca, pero no los podía dominar. Nunca antes había sentido algo semejante, realmente sentía que se encontraba en el paraíso, y no quería dejar ese lugar jamás. Una nueva embestida. Lila gemía descontroladamente de placer. Estaba fuera de sí, sentía que no era ella misma. Estaba conociendo una parte que jamás pensó que tenía, un demonio que dormía en lo más profundo de su ser. Pero no le desagradaba. Quizá era tiempo para que ese demonio saliera a la luz.
Un grito fuerte y ronco emergió de los labios de Lila, el placer que sentía era exageradamente incontrolable. Sus piernas ejercieron presión al cuerpo de Arnold, rodeándolo en un fuerte abrazo. La excitada pelirroja comenzó a besar el cuello del rubio, dando pequeñas succiones alrededor de la zona. Esto lo volvía más loco, lo pudo notar por el incremento de fuerza y velocidad con la que la penetraba. Sentía que su cuerpo se desvanecía y que no podría mover un solo músculo al menos por varios días. Tenía la sensación de que algo dentro de ella estaba a punto de explotar, y al hacerlo, su alma de desprendería de su cuerpo, rompiéndose en una infinidad de fragmentos. Estaba muy cerca de llegar a ese punto, podía sentirlo con claridad a medida que el miembro del rubio la dominaba por completo. Sabía que él estaba sintiendo exactamente lo mismo. Sus cuerpos juntos, sus almas fundiéndose, dos convirtiéndose en uno...
Arnold jadeaba incontroladamente, su cuerpo hervía como un horno y las succionadas que recibía en su cuello solo lo excitaban más allá de su límite. No podía aguantar por más tiempo todo el placer que contenía su cuerpo, estaba a punto de descargarlo de una sola ejecución. A Lila le ocurría lo mismo, todo lo que sentía era completamente nuevo para ella, estaba en un absoluto éxtasis de placer. Sus uñas se clavaron en la espalda del rubio, el cual no le importó, estaba muy ocupado en su trabajo; embestir como un total lunático. Estaban a punto de llegar a su límite. Las garras de Lila aruñaban con más fuerza y los chupones se convertían en mordidas. Arnold aumentó la velocidad aún más y penetraba frenéticamente hacia el interior de Lila, quien estaba a punto de desvanecerse. Las embestidas llegaron a su clímax y en una de ellas, el rubio paró de repente, mientras una corriente eléctrica invadía su cuerpo, al mismo tiempo que eyaculaba al interior de ella. La extasiada pelirroja gritó desgarradoramente de placer, con los parpados entrecerrados y las piernas temblorosas. Arnold dejó caer con delicadeza todo su peso en el frágil cuerpo de Lila, mientras ambos temblaban levemente y respiraban con agitación...
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¡Hey Arnold! La nueva era
FanfictionImportante: Los sucesos de la historia ocurren sin tomar en cuenta la película "¡Hey, Arnold! The jungle movie" ¡Hey Arnold! es una serie animada creada por Nickelodeon que muchos de nosotros tuvimos la dicha de disfrutar. ¿Qué tal si la historia aú...