El secreto

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─Ella es mi hermana Lola, después de 10 panditas, 5 jelly beans, un shot y tres copas de vino se ha quedado totalmente dormida. ─Susurré en la cámara de Kyle, lo haríamos viral, (entre amigos para no arruinar la reputación de Lola). Su cara estaba rayada, tenía crema de afeitar en toda la cara y en su frente pusimos una torre de legos, la habíamos pasado a su cuarto para que durmiera ahí y pudiéramos tener el cuarto de papá para nosotros. ─Esto es lo que pasa cuando te metes en una Pijamada de chicos.

Kyle guardó el video.

─ ¿Pijamada? ─Preguntó Marv volteándome a ver confundido, se sentía mal porque ya nos habíamos acabado todos los recursos de la noche y apenas eran las 3:45am.

─Lola le decía así, realmente no sé qué es. ─Me encogí de hombros, eructé. ─Lo dije por inercia.

─Pijamada es como pasar la noche entre amigos, ¿no? ─Le preguntó David a Daniel, y ambos asintieron.

─Será genial verla cuando despierte. ─Rio Chad, quiso poner las manos sobre la cara de mi hermana y lo detuve con un golpe en seco.

─El que se acerque al cuarto de mi hermana... ─Eructé. ─Será eliminado.

─El hermano alfa ha hablado. ─Me alabaron los gemelos. Marcos seguía noqueado, tal vez ya había muerto de una hemorragia interna, pero no nos importó.

Es más, lo colgamos en la pared con pura cinta adhesiva resistente. Hasta Lola ayudó, dijimos que era un holocausto. Chad no se levantó, y fue desnudado y abandonado en el patio trasero. El hermano alfa iba en serio siempre.

─Los gemelos dormirán en el sofá. ─Habló Marv alzando una botella que estaba vacía, pero le había puesto la tapa otra vez, ¿por qué? Ni él sabía.

─ ¡Ni hablar! ─David empujó a Marv, bueno más bien me empujó a mí, pero pensó que era Marv.

─En la sala hace un calor horrible. ─Completó Daniel, así que llevamos los sofás hasta el cuarto de papá. Al llegar ambos cayeron dormidos como troncos.

─ ¿No vienes a la cama? ─Me preguntó Marv alzando la sábana, negué con la cabeza. ─Te diría la hora, pero no veo nada.

─Tengo que mantenerme despierto hasta la mañana. ─Contesté, y volví a eructar. ─Quiero asegurarme de que nadie entre al cuarto de Lola.

─Nadie va a entrar, los gemelos están en nuestro cuarto, Chad desnudo en el patio y Marcos también está en el cuarto, pero colgado.

─ ¿Y tú qué? ─Le pregunté mirándolo, la verdad estaba oscuro, no veía nada, pero pensé que lo estaba mirando, así es más emocionante. ─Tampoco dejaré que entres en el cuarto de Lola.

─No inventes, Charlie. ─Exclamó molesto. ─No haría algo como eso.

─No confío en nada ni en nadie. ─Mascullé, y bostecé, el sueño me vencía y mis pocos minutos de cordura los gastaba con Marv.

─ ¿Qué?

─ ¿Qué de qué?

─Charlie ya estás hasta el **** de borracho. No sabes ni lo que dices. ─Marv se acurrucó de nuevo en las sábanas.

─No permitiré que nadie entre al cuarto de Lola. ─Volví a decir molesto.

─ ¡Yo no le haría nada, Charlie! ─Me gritó, o tal vez sólo lo dijo en voz alta, el alcohol había matado a muchos miles de neuronas esa noche. No me podía imaginar la resaca que tendría cuando amaneciera. ─Tu hermana es como mi hermana, Charlie.

─Lola sólo puede ser hermana menor de alguien. ─Eructé. ─Y ese soy yo.

─Charlie, es sentido figurado. ─Marv se golpeó con la palma de su mano en la frente, lo supe porque se oyó el golpe. ─No le haría nada a tu hermana porque a pesar de que es como parte de mi familia, soy gay.

─Tú también eres parte de mi familia Marv. ─Dije acurrucándome en las sábanas con él. ─Si eres gay, supongo que no te dará por ir a husmear en el cuarto de Lola.

Marv se quedó callado por un momento, pensé que se había dormido, hasta que volvió a hablar. ─Hermano, ¿estás sobrio?

─No del todo, la cabeza me duele, pero estoy consciente de lo que digo y hablo. ─Mentí, pero sólo un poco.

─Acabo de decirte que soy gay. ─Marv se movió de la cama, aunque no supe a dónde, mis sentidos me traicionaban.

─Te escuché fuerte y claro. ─Respondí abrazando una almohada, lo único que pensaba ahora era en dormir. ─ ¿Te aplaudo?

─No, sólo... Pensé que reaccionarías de otra manera. ─Balbuceó, volvió a moverse de la cama, no me estaba dejando dormir y empezaba a desesperarme.

─Marv, por el amor del Señor de los Anillos, déjame dormir. ─Dije fastidiado, y en ese segundo me quedé dormido profundamente, y a la mañana siguiente no podía mover ninguno de mis músculos.

─ ¡CHARLIE! ─Gritó Lola desesperadamente en un tono muy agudo, me levanté de golpe y Chad y Marcos me echaron una cubeta de agua helada en el cuerpo, que por cierto estaba desnudo. ─Ya estamos a mano.

─Bien hecho, Lola. ─Lola chocó los cinco con Marcos.

─ ¿Qué se siente ser visto desnudo por tu hermanita, Sommer? ─Se burló Chad, me sonrojé y me tapé con una almohada, a Lola no pareció importarle, ¿será que ya ha visto uno de esos? ─Ya todos tomamos nuestra venganza.

─ ¡Nos vemos, Sommer! ─Gritaron los gemelos, escaparon antes de que Marcos y Chad tomaran su venganza en ellos.

─Yo también me voy. ─Dijo Chad rascándose el estómago, volteó a ver a Lola y a Marcos. ─Buena noche la de ayer.

Abrí los ojos asustado.

─Yo también me voy. ─Anunció apenado Marcos, detrás de él, Lola se veía avergonzada. No tenía idea de qué había pasado, pero en cuanto me vistiera, ambos sufrirían, y eso que me esforcé mucho anoche.

─Tenemos que hablar. ─Miré enfadado a Lola, ella corrió a su cuarto y se encerró, lo hace cuando le conviene.

─Hermano, tienes un grave problema con tu hermana. ─Se burló Kyle, volteé a los lados y no vi en donde estaba.

─ ¿Kyle? ¿Marv? ─Pregunté buscándolos.

─Marv se fue temprano. ─Contestó Kyle. ─Yo estoy debajo de la cama.

Cuando me aseguré de que todos se habían ido, toqué la puerta de Lola, me urgía hablar con ella y esta vez estaba más molesto que nunca.

Charlie y LolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora