Capítulo 6

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La familia Newsted llegó a su hogar, Jason llevaba bastante rato masticando y saboreando un chicle que se compró en el camino, sus padres caminaban un metro y medio delante de él como si no quisieran que lo vieran juntos. Rara vez salían a la calle en familia, y no sabían comportarse en público como una.

-Mamá -soltó Jason al pasar fuera de la casa de su novio -¿mamá?

-¿Qué quiere? -preguntó su padre a su madre, rara vez se dirigía a su hijo directamente

-¿Qué quieres? -se volteó su madre molesta

-¿Puedo pasar a la casa de James?

-Haz lo que quieras

Jason no sintió remordimiento por el poco interés de su madre hacia él. Usualmente, los niños se sienten terriblemente mal cuando los padres le dicen cosas como esas, pero él no. Sabía que su madre hablaba de forma literal. Y que si decía algo como "haz lo que quieras", quería decir exactamente eso, hacer lo que a él le diera en gana.

Caminó en dirección a la casa de James y tocó la puerta un par de veces. La madre del rubio salió a atender.

-Hola, Jason -saludó asombrada -¿Quieres pasar a ver a James?

El castaño asintió.

La madre llamó a su hijo un par de veces, y al no ver respuesta del mismo, se acercó al sofá y lo golpeó en la cabeza con un almohadón.

-Jason te busca

James se levantó de golpe, caminó hacia la puerta completamente descalzo y se apenó por no estar presentable.

-¿Vas a pasar? -preguntó al ver que Jason estaba de pie tras la puerta

Los dos entraron a la casa, se sentaron en el sofá y James le gritó a su madre.

-Mamá, ¿nos traes jugo, por favor?

Momentos después apareció su madre con un solo vaso, se lo entregó a Jason y este agradeció.

-¿Y para mí? -rezongó su hijo

-Te levantas y te lo sirves tú

-Tampoco quería -volteó los ojos y tomó a Jason del brazo para arrastrarlo escaleras arriba -¡vamos a estar en mi pieza!

Al llegar al cuarto de James, Jason dejó su vaso en el ropero de su novio y se sentó en la cama, observó a su alrededor y se centró en el reproductor de música de su acompañante, dejó que este pusiera algo para ambientar y con nerviosismo apagó el reproductor, pues sentía que Careless Whisper no daba la sensación que quería, sentía que le daba una sensación un tanto erótica al momento, y no era lo que quería demostrar.

Puso algo más suave y se tendió al lado del castaño, ambos observando el techo completamente mudos.

-¿A dónde fuiste? -preguntó por fin, el dueño de casa

-Me llevaron a hablar con una señora, era bastante simpática, además me ofreció chocolates, no acepté, aunque me hubiese gustado

-¿Sobre qué hablaron? -preguntó curioso

-Sobre ustedes, me preguntó como son y qué hacemos, lo que ocurrió ese día, cosas de ese estilo

James cerró los ojos y se acercó al cuerpo de Jason esperando a que este lo abrazara, pero eso no sucedió, Jason ni siquiera se dio cuenta que James se había acercado, así que siguió con su relato sin más.

-Jason...

-¿Mmhh?

-¿Puedo besarte?

Jason se giró lentamente sin despegar su vista en el punto muerto en la que tenía fijo sus ojos, y para cuando corrió la mirada, se encontró con un impaciente James observarle impaciente, se dieron un corto beso en los labios y, el rubio, sonrojado, desvió la mirada, como si quisiera revolcar por su cama por la emoción, y no contesto con esto, tomó al más bajo por el torso y suavemente lo llevó a acostarse a su lado, se incorporó un poco más y besó nuevamente esos tiernos labios llenos de rasguños y cicatrices. Jason solía morderlos con frecuencia, sentía que su cuerpo y mente se lograban mantener en paz cuando un poco de dolor, aunque sea una pizca lograba sentir.

VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora