Con su nuevo uniforme bien planchado, su cabello bien peinado y su mirada puesta en el gran salón de clases, es que entró a paso lento, observando detenidamente los mejores asientos. Para cuando se dio cuenta, la mayoría había sido ocupados por sus nuevos compañeros. Dirigió su vista hacia el lado izquierdo, toda la fila estaba ocupada, apenas había un lugar y no le apeteció tomarlo, estaba demasiado lejos del pizarrón. Recorrió su vista hacia el centro, había una chica sentada justo en frente, estaba sola, pero detrás de ella habían dos chicas más. Conversaban animadamente, "muy ruidosas" pensó. Observó hacia el lado izquierdo, todo ocupado. Supuso que el mejor lugar sería al lado de la chica ruidosa.
Se acercó un poco temeroso, las vacaciones habían sido bastante complicadas, portaba ojeras bastante grandes y cafés, y su mirada parecía cansada.
–Disculpa, ¿me puedo sentar aquí?
La chica le observó y rápidamente quitó la mochila que acaparaba el lado desocupado. Se la lanzó a su amiga que se encontraba sentada justo detrás y estallaron en risas.
Quitó la mochila de sus hombros, la colgó en el respaldo y se sentó observando hacia el frente, las manos juntas sobre la mesa y los pulgares cruzados. La chica a su lado recibió un par de manotazos animándole a hablarle.
–Buenas, buenas –saludó el profesor con voz cansada y algo ronca
Saludaron los chicos del salón, el profesor se sentó sobre su escritorio y observó a cada uno de los chicos a medida que el nuevo alumno agachaba la cabeza.
–Tú eres nuevo –concluyó observándole con curiosidad –¿cómo te llamas?
–Soy Cliff –respondió en murmullos, se preguntaba cuándo se había vuelto tan tímido
–Por favor, levantate, que todos te oigan
–Soy Clifford
Se levantó con lentitud, juntó sus dedos y miró a sus nuevos compañeros. Las miradas le intimidaron más de lo que pensó que harían, sintió la necesidad de escapar, pero simplemente se mantuvo de pie, a la espera de alguna pregunta típica, "¿de dónde vienes?", "¿por qué te cambiaste de colegio?", " qué te gusta?".
–Cuéntanos sobre ti –habló el hombre mal afeitado, un hombre delgado y relativamente alto, cabello negro y esponjado, bastante desaliñado –¿cuántos años tienes?
–Dieciséis
–¿De qué colegio vienes?
–Del de Muyas
–Bueno, entonces, bienvenido
Cliff se sentó con la cara hirviendo, el calor le había subido sin que se diera cuenta. Sentía que se había vuelto muchos más sensible ante las emociones fuertes, sudaba un poco más y su corazón se desbocaba ante situaciones de estrés, el calor subía a su rostro y no podía evitar hiperventilarse sutilmente.
Llevó su mano a su pecho intentando calmarse un poco, le dolía el corazón un poco y su respiración se había vuelto un poco más pesada.
Para cuando se calmó por completo, vio al profesor hablar sobre las reglas de la escuela, las formas de evaluación y un montón de cosas que la mayoría sabía de memoria.
El primer día de clases apenas duró un par de horas, luego de eso se pudieron marchar a casa.
Cliff caminó en silencio, con las manos en sus pantalones grises y la mirada clavada en el piso. El ruido de los estudiantes riendo y gritando le producía un fuerte dolor de cabeza, apenas lograba sumirse en sus pensamientos sin que un distractor se ocupara de su mente. Sacó su tarjeta estudiantil de su bolsillo apenas vio el autobús y le hizo señas para que se detuviera.
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Venganza
FanfictionJames, Lars, Kirk, Cliff, Dave y Jason viven a unas casas de distancia. Yendo al mismo colegio, compartiendo tiempo juntos y experiencias. Pero éste último tiene serios problemas psicológicos. Algo que demorará años en sanar, y ni siquiera lo hará e...