Capítulo 23

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Cliff finalmente se decidió por ir a saludar a James. No sabía exactamente qué era lo que necesitaba, pero su corazón se sentía decidido a ir a hablarle, le importaba una mierda si en esos años el rubio no había querido contactarse con él, pero quería poder hablarle una última vez.

Cliff llevó un par de cervezas bajo el brazo izquierdo, vestía una chaqueta negra de cuero, unos jeans viejos y sus nuevas zapatillas, Corinne se las había regalado hace poco, y sentía una enorme felicidad y orgullo el llevarlas puestas, tanto así que quería decirle a todo el mundo que tenía zapatillas nuevas.

Se detuvo frente a la puerta de la casa de James, era domingo y se sentía un tanto nervioso, golpeó un par de veces la puerta y una mujer rubia y de ojos azules le recibió.

–Hola, disculpe, estaba buscando a James

La mujer le observó un tanto curiosa.

–Él está trabajando –respondió

El castaño se alivió un poco al saber que no se había mudado, que seguía viviendo en ese mismo lugar y que podría encontrarlo. Sin embargo, le llamó la atención aquella mujer, que si bien parecía unos años mayor, no parecía ser la madre ni un familiar.

–¿Puedo saber cuando encontrarlo? –preguntó más confiado

–Llega en un par de horas –dijo –¿eres algún amigo?

–Sí, un amigo de la infancia, quería hablar un poco con él

–Ah, mucho gusto, soy Franchesca

–Soy Clifford, pero me dicen Cliff

–Ven, pasa Cliff –dijo ella abriendo la puerta y dejándole entrar a su casa, caminó hacia la cocina, en donde esta Cali sentada en una silla alta, completamente embarrada de puré de papas –¿Quieres beber algo?, puedes esperar a James hasta que llegue, no va a demorarse mucho en llegar

–No, así estoy bien, gracias

Franchesca se sentó al lado de su pequeña hija e intentó darle de comer, pero al parecer Cali no andaba de buenas, tiraba la comida y lloriqueaba, finalmente Franchesca optó por limpiarle la boca y las manos y le dejó en la sala de estar mientras ella lavaba los platos y ordenaba un poco en la cocina.

–¿Cuántos años tiene? –preguntó Cliff a medida que le entregaba un pequeño juguete a Cali, intentando simpatizar con ella.

–Va para el año y medio –dijo Franchesca desde la cocina –se llama Cali

Cliff no se había dado cuenta que esa mujer era la novia de James. Y que aquella pequeña era su hija, le daba un poco de miedo preguntar acerca de quien era y porqué estaba viviendo en esa casa. Pero sabia que cuando llegara James podría preguntarle todo lo que quisiera, después de todo, habría mas confianza y podrían decirse las cosas.

No paso más de una hora cuando por fin llegó James a la casa y se sorprendió al tener a Cliff sentado en su sala de estar. No se lo esperaba para nada. Ambos se observaron un momento en silencio. A lo que finalmente James decidió que seria una mejor idea ir a hablar afuera, ir a dar una vuelta.

Ambos salieron de la casa, Cliff se despidió cordialmente de Corinne y de Cali y fue a paso apurado al lado de James, quien no paraba de mirar a todos lados como si estuviera atrapado, se sentía como si le estuvieran apuntando con una pistola por su espalda, presionando cada vez mas fuerte para que hiciera caso a las peticiones.

Finalmente, llegaron en silencio a una pequeña plaza que quedaba bastante lejos del barrio. Cliff con la respiración agitada había olvidado las cervezas en la casa de James y sabia que no iba a ser una conversación agradable.

–¿Es tu hija? –preguntó intentando bajar la tensión del momento, James respondió con un brusco "sí" y esa fue la única charla que tuvieron en quience minutos.

–¿A que viniste? –le preguntó cortante, y un nudo se estaba formando en la garganta de Cliff, después de tantos años, ¿era necesario tratarse así?

–Te he extrañado –dijo con la voz quebrada –hermano, he pensando mucho en lo que ha pasado, quería venir a saber de ti, fui a ver a Lars pero me dijeron que se fue a Santiago, fui a tu casa pero tu mujer me dijo que no ibas a llegar dentro de un tiempo. Quería saber de ti, conocer tu nueva vida.

Ambos se quedaron nuevamente en silencio, observándose en un momento de tensión, las lágrimas estaban a punto de escaparse de los ojos de Cliff.

–Pero yo no quiero nada de eso –dijo finalmente James –tengo una nueva vida, tengo una hija, una mujer maravillosa a mi lado, no quiero saber nada de la mierda esa. Estaba bien sin ti, sin Lars, Jason solo fue un amorío adolescente, lo que pasó quedó atrás junto con todas las personas, ¿me entiendes?

–No vengo a recordar viejos tiempos ni a hablar sobre lo sucedido, venía a ti de amigo a amigo, de amigos de la infancia, extrañaba los viejos tiempos, aunque seamos adultos ahora, sabemos que nuestras vidas han cambiado, pero eso no significa que te haya olvidado... O haya olvidado que aun los quiero a todos.

–Después de eso cambié de rutina. Deje de ir a clases, no tengo siquiera el cuarto medio, estoy trabajando en lo que sea, es mi único día libre, tengo dos trabajos para sustentar a Franchesca y a mi hija. Mi madre me ayuda también, eso es todo

Aunque incomodado por la situación, Cliff decidió explicar qué había sido de su vida desde entonces.

–Ahora vivo con mi pareja en el centro y...

–Felicidades –interrumpió James con odio –me alegro que tu vida sea tan perfecta

Se dio media vuelta para marcharse y, Cliff, colmado de su actitud dijo todo lo que tenia en mente.

–Eres un cobarde

–Di la mierda que quieras

James siguió caminando en dirección a su hogar. No quería nada de lo que Cliff podría ofrecerle, ni amistad, ni apoyo, ni consuelo. Todo lo tenia en Franchesca, era el amor de su vida, y a quien mas quería, no necesitaba amigos, ni recordar el pasado. No quería tener que recordar todo eso, se sentía bien como estaba, no había permitido que el dolor pasado le afectase en su presente, y Cliff era parte de ese dolor. No lo quería en su vida, ni siquiera quería saber si seguía vivo. Estaba bien así como estaba.


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