Epílogo.

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Para Kirk:

No sé donde estés ahora, pero yo me encuentro viviendo en un relleno sanitario, a veces junto latas de gaseosa o cervezas y las vendo en un centro de reciclaje. Estoy sucio, huelo mal, tengo mucha hambre, convivo con un perro, parece ser un labrador, compartimos comida, y dormimos juntos, me da calor por las noches, aunque me da muchísimo frío.

He querido volver a casa, pero nadie me ha buscado, no recuerdo el camino y simplemente me he alejado más y más de mi destino. Escribo esto con unos cuadernos de escolares que encontré por ahí y lápices que se encontraban en un estuche a su lado, te sorprenderías de las cosas que he encontrado aquí, algunas me sirven otras no, todo es muy relativo.

Tengo la cara sucia la mayor parte del tiempo, las manos negras, odio mi olor, a veces despierto con gusanos en mis heridas, otras con los ladridos de Lee (así le puse, Lee, en honor a ti, porque sería muy deprimente nombrarle "Kirk"), espantando una que otra rata que se intenta colar entre nosotros. No he comido hace cinco o seis días, ni siquiera llevo la cuenta de cuantos días

Se encontraron al rededor de veinte notas dirigidas a un tal Kirk, en las posesiones del cadáver de un hombre. Carabineros encontró el cuerpo, lo observaron un poco, buscaron entre sus cosas y vieron la nota. De seguro un indigente más. Lo tiraron al relleno sanitario e hicieron la vista gorda. Un perro que dormía junto al cuerpo no dejaba de ladrar por lo que, ambos oficiales le dispararon a quemarropa en la cabeza. Nadie se enteró de nada, ni siquiera los padres de Lars.

Murió a los veinticinco años, a medio kilómetro de un relleno sanitario, estaba acostado en una pequeña casucha, tenía un poco de ropa, una almohada mugrienta, los dedos estaban verdes y el lugar apestaba. Ni siquiera se tomaron el tiempo de identificar el cuerpo, sabían que era demasiado trabajo, después de todo, nadie se preocuparía de su existencia.

Esperaban que cuando viniera una máquina a tirar basura, se tapara entre toda la mugre que había, y no habría más problema.



A eso de las seis y media de la mañana se reportó un cuerpo reventado en plena vía pública de un hombre de treinta y tantos años de edad. Vestía ropa sucia, tenía muchos moretones por todo el cuerpo. Suicidio, caso cerrado.

−No −dijo uno de los de Policía de Investigaciones (PDI) −mira su cuerpo, es imposible que se los haya hecho él.

Se quedaron unos minutos en silencio. Por lo que decidieron ir a revisar el mirador, no lo dudaron, habían dos personas la noche anterior, la tierra seca del piso estaba demasiado alterada, no era como si un hombre hubiera caminado y se hubiera lanzado sin pensarlo. Se llevaron el cuerpo, aunque cerraron la calle, marcaron evidencia y la silueta.

Descubrieron que el cuerpo tenía contusiones en la garganta y un cabello de color rubio entre los dientes. Él era castaño. Algo raro había pasado, tal vez intentó defenderse de su víctima y lo mordió, aunque entre sus uñas no se encontraron restos de ADN, ese cabello daba qué pensar. Alrededor de su boca también se encontró demasiada saliva seca.

Diseccionaron completamente el cuerpo de Jason, buscaron algo en su historial y lo que encontraron fue que había pasado quince años en un hospital psiquiátrico, tiempo y pruebas suficientes para cerrar el caso como suicidio, pero las pruebas seguían apuntando a un asesinato.

Para cuando terminaron con su cuerpo, entendieron que había algún tipo de vejación o abuso sexual, aunque no descartaron la posibilidad de una violación a pesar de no encontrar restos de semen o contusiones en su recto. Algo raro había pasado, sin embargo, la prensa se enteró de esto y esa misma mañana lanzó un reporte, mientras que al día siguiente terminó de actualizar la información. Las redes sociales estaban llenas de imágenes e información falsa respecto a lo ocurrido.

Franchesca estaba sirviendo café, Cali estaba en la ducha, preparándose para ir a clase. James tostaba pan, preparaba la palta, servía los platos en la mesa. Se sentaron a comer en un incómodo silencio, James comía obligado ya que apenas podía probar bocado, pero al menos se llevaba un buen rato soplando su taza de café para enfriarla. 

Escucharon el noticiero de la mañana. 

−El hombre que fue encontrado ayer a las seis de la mañana, ha sido identificado como Jason Newsted de treinta años de edad. Las autoridades dicen haber encontrado el cuerpo con signos de haber sido ultrajado sexualmente...

Eso fue todo, James cerró los ojos. Quiso desaparecer, sentía la mirada aterrada de su mujer encima suyo. Sentía el silencio una eternidad, lentamente se fueron deslizando algunas lágrimas de su rostro, dejó la taza encima de su platillo y se tapó los ojos, quería desaparecer, quería desaparecer, quería desaparecer.

−¿James?



No quiero volver a verte, ni se te ocurra venir a buscarme a mi casa porque te denunciaré, te depositaré el dinero de este mes y será todo, nada más entre tú y yo. No quiero verte la cara otra vez

Corinne estaba destrozada, fue la nota que encontró pegada a la puerta de su vivienda. Cliff se había ido, se había ido para siempre.

Entró al lugar, vio que faltaban algunas cosas que le pertenecían a Cliff, fue a su dormitorio, no estaba su ropa ni sus cosas. Corinne se quedó con lo propio y lo comprado en pareja, se sentó en la cama vacía, observó el techo en silencio y comenzó a llorar. Se sentía como la mismísima mierda, no quería un hijo, pero entendía que no podía estar con alguien que le llamara asesina, ella sabía que no lo era, tenía sus motivos. 

¿Iría a buscar a Cliff? Ni loca. Podía irse a la mierda.

Lo amaba, sí que lo amaba, peros se amaba más a sí misma y no permitiría que la trataran de esa manera, ella decidía, era su cuerpo, no podía forzarla a parir, no es su obligación.

Se dio vueltas en la cama, abrazándose a sí misma, extrañaba su presencia, su calor, le extrañaba, sí que le extrañaba. Pero quería estar sola, se sentía mejor de esta manera, bueno... quería convencerse de que así era, que nadie podría hacerle feliz más que ella misma, nadie en el mundo, solo se necesitaba a ella, no quería a nadie, ella era su todo, ella se amaba como nadie podría hacerlo, se amaba más de lo que amaba a Cliff.

¿Verdad?

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