Capítulo 2

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Día lunes a la escuela. Cada uno desayunó y se vistió como es costumbre. Se peinaron y alistaron y llegaron al colegio. En sus mochilas llevaban los mismo útiles de siempre.

Las clases comenzaron, pero, por lástima, no iban todos al mismo curso como ellos deseaban. Dave había repetido el año anterior, así que iba atrás por un año, iba en primero medio (Letra B). Kirk iba junto con Lars en segundo medio (Letra A), Cliff y James en el mismo grado (Letra B) y Jason estudiaba en su salón sin conocer a nadie más que a los profesores (Letra C).

Todos se habían conocido dos años atrás, cuando llegaron a octavo año básico. Y cuando llegaron a la educación media, se tuvieron que separar y seguir en cursos diferentes.

Jason en su curso no tenía amigos. Lo que significaba que no tenía a alguien que le contara los abdominales en clase de educación física, hiciera un trabajo en parejas o tener un grupo para exponer los trabajos frente a todo un salón. Y si es que la suerte estaba de su lado, se hallaba alguien sin pareja y/o grupo y podía hacer un trabajo con él/ella.

Durante los recreos se juntaban a pasar el rato detrás de la sala de música, y sus pequeños lapsos de quince minutos sólo servían para reír, conversar de lo que sea y distraerse de las agotadoras clases.

Apenas sonó el timbre que daba inicio a los cambios de horarios, todo el salón salió disparado por la puerta. Jason caminó con paso apurado hacia aquel lugar de reunión y oyó como una discusión comenzaba a tomar protagonismo en el receso.

– ¡Te digo que no es ni medio normal! –se oyó a Dave gritar

Se detuvo en seco consumido por la curiosidad.

–Ya déjalo –le ordenó Cliff

–James, esto en serio. Jason no es normal –Lars habló

– ¿Y tú qué sabes? –respondió James a la defensiva

– ¿No has visto su mirada desorbitada?, ¿No te da algo raro que disfrute del dolor ajeno?, ¡No es necesario ser un profesional con miles de doctorados en el comportamiento humano para darse cuenta! –escupió con odio –¿Que haya metido el gato al horno no te dice nada? –Dave observó a James como si quisiera ahorcarlo

– ¡Fue un momento de inocencia! –contraatacó el rubio

– ¡Pudo haber sido un momento de inocencia si hubiera tenido siete u ocho años!, ¡Pero tiene quince, por el amor de Dios!, ¿Es que acaso no lo ves? –interceptó Kirk

– ¡Son ustedes los que no quieren aceptar que Jason no tiene nada de malo! –rugió furioso el de ojos azules

– ¡Date cuenta de una puta vez que Jason está mal psicológicamente! –Dave abofeteó a James en un arranque de furia –¡Nadie en su sano juicio mete un gato al horno, ni a una, rata o un perro o lo que sea! ¡Ni mucho menos trae tijeras encima para cortarle las orejas a los animales!

Y sin dudarlo, Jason saltó encima de Dave para apuñalarlo con las tijeras. Dave alcanzó a reaccionar y se echó para atrás, sin darse cuenta de que éste estaba con las tijeras. Jason, no contento con esto, volvió a intentar apuñalarlo, y esta vez le encajó la pequeña arma en el brazo derecho.

Sin señal de dolor, Dave lo empujó con todas sus fuerzas, haciendo que cayera al piso.

– ¡¿Qué mierda te pasa!? –gritó Dave enfurecido, se acercó a patearlo, pero fue interrumpido por Kirk, quién le tomó del brazo herido

–Dave... –Kirk habló

Lars se llevó una mano a la boca, mientras que con la otra se apoyó en la pared y se dio la vuelta, dándole la espalda a la situación, aguantándose las ganas de vomitar. Gracias a la adrenalina, Dave no obtuvo ni una pizca de dolor en el ataque recibido.

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