—¿Qué debo ponerme? ah claro, el uniforme —murmuro revolviendo mi baúl. Lavender de vez en cuando se giraba en su cama y balbuceaba, asustándome, porque creía que Hermione estaba despertando. No quería que ella se enterara de mi "cita" con Draco, se pondría tensa y repetiría los riesgos, y tenía demasiados nervios como para escuchar eso ahora.
Terminé de cambiarme torpemente en la oscuridad y entré al baño. Me cepillé el cabello una y otra vez hasta que caí en la cuenta que era excesivo y que ya debía irme, cepillé mis dientes y luego de mirarme unas diez veces en el espejo decidí abrir la puerta del baño lo más silenciosa posible.
—¿Estudiando desde temprano? —me sorprendió la voz de Hermione. Al girarme sobre mis propios pies la puedo observar en la oscuridad de la habitación: ella tenía el pelo más enmarañado que de costumbre, estaba en camisón, y con los brazos cruzados.
—Sí, estoy muy emocionada por mejorar mis notas este año, quería ir a la biblio... —ambas nos quedamos en silencio —. Bien, ya sabes qué voy a hacer, ¿contenta? Además deberías dejar de aparecerte así, casi me das un infarto Hermione.
—¿No crees que es muy arriesgado hablar con él fuera de clases? ¿Qué haran si alguien los ve? ¿Qué hay de Ron?
—Ah ya hablas de Ron, ¿desde tan temprano? —bromee para hacerla enojar, y antes de que pueda responderme, tomé rápidamente mi bolso con todos los libros que usaría en el día y salí de la habitación.
La sala común estaba vacía, oscura y algo fría. Todavía la chimenea no estaba prendida por lo que literalmente no veía nada, y mi varita estaba debajo de algunos libros, por lo que me daba flojera sacarla. Choqué contra una mesa que no pude ver y casi maldigo a todos los descendientes de Merlín, pero me fui en silencio. La dama gorda casi se muere del susto cuando le pedí que abra la puerta, y me miró algo enojada.
—Oh vamos, no soy Sirius Black —le dije en tono de voz bajo. De mala gana me abrió la puerta, y me insultó por haberla despertado tan temprano —. Gracias por ese insulto, no me lo sabía.
Los pasillos de Hogwarts estaban casi vacíos, había muy pocos estudiantes por allí y todos se dirigían al Gran Comedor. Luna Lovegood caminaba sin sus zapatillas junto a otros dos estudiantes de Ravenclaw mientras les repartía unos folletos de búsqueda. Y por otro lado, la mayoría de las personas en los pasillos eran de Durmstrang.
Tratando de no morirme, caminé hacia los jardines donde vería a Draco. Desde lejos lo visualicé, recostado sobre uno de los árboles, (de esos que no te destruyen los autos voladores), el sol brillaba y por lo tanto su cabello también lo hacía. Siempre había querido ser rubia, que injusticia.
—Hola Malfoy —lo saludo mientras me acerco. Él me miró y automáticamente me sonrió, ¿por qué me hacía eso, verdad? ¿Acaso es posible estar enamorada hasta de los dientes de una persona?
—Te ves linda —me responde, provocando que me sonrojara.
-No pensé que estarías aquí desde tan temprano, ¿acaso tus amigos serpientes te tiraron de la cama?
—Draco Malfoy es puntual, y además, confieso que estaba ansioso por verte.
—Me encanta cuando hablas de tí mismo en tercera persona —Él niega con la cabeza y se acerca para abrazarme en forma de saludo, lo que aprecio y devuelvo con mucha gratitud. Al separarnos, nos sentamos en el hermoso pasto del jardín y nos refugiamos en la sombra del árbol donde nos encontrábamos. Draco comienza a jugar con mi mano, hasta que nuestros dedos quedan entrelazados.
—¿Y bien? ¿Qué clases tienes hoy? —me preguntó, mientras apoya su cabeza en mi hombro sin soltar todavía nuestras manos.
—Déjame recordar. Creo que empezaba con defensa, luego transformaciones, vuelo y creo que astronomía —le respondo, aunque sin ayuda del cronograma de Hermione no estaba tan segura —. ¿Qué hay de ti?
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Outsider - Draco Malfoy
FanfictionDesde que el sombrero seleccionador se posó sobre la cabeza de Draco Malfoy se supo que era un digno Slytherin. Su familia de magos oscuros y prestigiosos con su linaje fue la principal fuente de inspiración para la crueldad contra los que él consi...