Outsider - Draco Malfoy

Capítulo 18: El tesoro perdido

Luego del receso por las vacaciones, todo volvió a la normalidad. Las clases comenzaron nuevamente, ya casi terminaba el primer mes del año y volvían a acercarse los exámenes. Los chicos de cuarto año de Pociones que estaban con Snape sufrían exámenes sorpresa todo el tiempo al estar en la clase de Harry, al parecer Snape quería hacerlo explotar.

—La segunda prueba es mañana y todavía no tenemos nada —dice Ava totalmente frustrada. Eran casi las diez de la noche y la biblioteca se encontraba casi vacía, a excepción de algunos aficionados.

—"Nos hemos llevado lo que más valoras" —tarareó Hermione una vez más el canto que Harry describió que salía del huevo de la primer prueba. Parecía que estaba enloqueciendo, porque llevaba cantando la canción hacia horas.

—Significa que las sirenas te robaron algo y debes recuperarlo. Ya lo sabemos Hermione — respondió Ava con impaciencia. Tenía el canto en la cabeza y todavía no podía ayudar con nada, por lo que se sentía frustrada —. ¿Qué demonios pudo haber robado una estúpida sirena de un maldito cuarto? ¿Qué era tan importante ahí Harry?

—Ava por Merlín, tienes suerte de que mi madre no te hubiera escuchado o te hubiera lavado la boca con jabón —respondió Ron, desde la silla donde se encontraba recostado y con varios libros encima.

—"Y para encontrarlo tienes una hora" Osea que debes buscar eso sin respirar por una hora. Eso sí que es problemático —canta la castaña nuevamente, y sosteniendo un libro con ambas manos.

—¿Problemático? Para nada, ¿Cuando fue la última vez que no respiraste por una hora? —le respondió Harry sarcásticamente y volviendo a enterrar su cabeza en un libro.

—Despierta Ron —le susurró Ava al escuchar ya sus ronquidos. La verdad es que todos estaban cansados, la última semana estuvieron día y noche en la biblioteca, más ocupados en ayudar a Harry que en sus clases.

—Lo siento —se disculpó Ron bostezando. A pesar de que había algunos alumnos, la biblioteca estaba muy silenciosa. De repente, los cuatro chicos escucharon unos pasos pesados que resonaban y hacían eco en el suelo de madera de la biblioteca.

—¿Qué hacen aquí tan tarde? —dice la voz ronca del profesor Moody, por lo que Ron se sobresalto y se acomodó en su silla.

—Estamos ayudando a Harry —le respondió Hermione sin alejar su vista de los libros —, la prueba es mañana y aún no...

—Exacto —le interrumpió él algo cortante —. La prueba es mañana y Potter debe descansar. Ven hijo, quizás Longbottom pueda ayudarte a recoger tus libros.

Ron, Hermione y Ava abandonaron sus libros y sus sillas para dirigirse a la sala común puesto que Harry se quedó con Neville bajo la atenta mirada del perverso profesor. Sin embargo, éste los detuvo a los tres.

—La profesora Mcgonagall los llama, vayan a su oficina.

Los tres chicos compartieron una preocupada mirada, quizás estaban en problemas por andar tan tarde en la biblioteca. Era extraño que la profesora citara alumnos a tan altas horas de la noche, pero sin decir nada, obedecieron dirigiéndose a la oficina tal como Alastor les había pedido.

Fred y George Weasley pasan entre las gradas de madera pidiendo apuestas para ver quién ganaría el primer lugar. Parecía una idea tonta, pero la verdad es que ya habían ganado varios cientos de galeones en sólo apuestas para el campeonato. Le habían sabido sacar jugo.