Outsider - Draco Malfoy

Capítulo 54: Ronmione

Los días después de ver a Draco pasaron rápidamente. No lo veía mucho,pero siempre encontrábamos un pequeño tiempo para vernos en la Sala, sin embargo jamás lo hacíamos en público por nuestra propia decisión. Era algo en lo que ambos estábamos de acuerdo, así que fue como volver a tercer año y ocultar mi relación con él.

—¿Estás aquí? —preguntó Hermione, mientras dejó su pluma en el tintero y aprovechó para acomodar su muñeca después de tantas horas de estudio para los ÉXTASIS.

—Sí, lo siento. Es que estoy un poco dormida —le confesé, mientras refregaba mis ojos para intentar despertarme un poco. Ambas habíamos estado estudiando desde que llegamos de las vacaciones ya que se aproximaban bastantes exámenes y todos serían durante la misma semana. Tomé un poco de agua, y seguí copiando los resúmenes de Encantamientos.

—¿Y... cómo está Ron? —preguntó después de un tiempo en voz baja. A pesar de que la biblioteca no estaba llena, prefería que nadie supiera que aún se preocupaba por su amigo a pesar de no hablar con él en semanas.

—Él parece algo cansado de su relación con Lavander —le dije, encogiéndome de hombros y dejando secar un poco mi pergamino —. Él se encuentra bien, pero se nota que te extraña. Durante las prácticas siempre pregunta por qué tú no vas a "verme" pero sé que se refiere a verlo a él.

—Pues, no voy porque Lavander está allí, gritando estupideces —me respondió Hermione levantando su ceja y suspirando en forma de cansancio.

—Lo sé, es súper molesto. Casi nadie va por el clima, pero ella es una insufrible. ¿Por qué no le hacemos algún hechizo? —propuse. Hermione rió negando, mientras volvía a copiar.

—¿Interrumpo? —habló la voz de Harry. Me giré para verlo, y sonriendo negué con mi cabeza. Él sostenía dos libros de clase y su mochila, la cual apoyó pesadamente en una de las sillas pertenecientes a la mesa que compartía con Hermione. Ella lo miró sonriente y habló:

—Claro que no, Harry. A menos que vengas con...

—Ron-Ron está con Lavander en la sala común, supuestamente están estudiando —respondió él, mientras se sentaba —. Íbamos a estudiar juntos, ella se unió y todo es manoseo. Así que por eso vine a un lugar más tranquilo.

—No es una relación muy sana. ¿Qué lees, Harry? —hablé, robando los dos libros que cargaba. Uno era de Transformaciones y el otro era el libro de Pociones que lo mantenía con las mejores notas de la clase —. Veo que no te aburres de vencernos.

—Lo lamento, querida. Este libro es sólo para el elegido —dijo él riendo, y comenzando a abrir su pergamino para estudiar.

Estuvimos alrededor de una hora estudiando juntos. La verdad es que fue un poco divertido pues hacíamos chistes mientras descansábamos nuestras manos, y no era tan solitario estudiar en grupo. Hermione controlaba muy minuciosamente nuestros tiempos de descanso por lo que funcionaba para todos.

—Oye, Harry. Esa chica de allí es Romilda Vane —señaló Hermione con disimulo a una linda chica con uniforme de Gryffindor, que jugaba con su cabello y miraba hacia nuestro amigo mientras hablaba con otra chica de su misma casa —. Ha estado diciendo que sabe realizar la poción de amor y planea dártela a ti.

Harry la observó con una sonrisa, a pesar de que la chica era hermosa, una poción de amor era bastante peligrosa como siempre lo repetía el profesor Slughorn.

—Es bonita —responde él, volviendo a mirar su pergamino. Hermione enrolló uno de los suyos con calma, mientras observaba a Harry con detenimiento. Cuando terminó, lo acomodó y golpeó a Harry varias veces en la cabeza con el pergamino. El azabache se cubrió con su mano y terminó por quitarle el pergamino a Hermione —. ¿Qué te sucede?