Outsider - Draco Malfoy

Capítulo 19: El bosque prohibido

El sonido del agua hirviendo me desconcentró de todo lo que estaba pensando. Harry, Hermione, Ron y yo nos encontrábamos en la cabaña de Hagrid ya que teníamos algo de tiempo libre antes del examen de Defensa con Moody.

Hagrid tomo con sus enormes manos el caldero de agua y la sirvió en cinco tazas descoloridas y todas diferentes. Acaricie a su enorme perro, Fang, mientras Hagrid lo hacía.

—Te traje este postre Hagrid, lo robe de la cocina —le avisé, ya que había dejado un plato con una porción de algo que no sabia lo que era, pero se veía bien. Inmediatamente me di cuenta que Hermione respondería e iniciaría un debate.

—¡Ava! —gritó efectivamente. Apoyo ruidosamente su taza de porcelana de color gris en la mesa de madera —. Hagrid el postre que planeas comer fue hecho con la explotación de cientos de elfos, ¿Acaso tu firma en P.E.D.D.O fue en vano?

Hermione se ponía realmente tensa sobre los elfos y quería a toda costa liberarlos de la cocina. De hecho, salió un artículo completo de ese momento, Rita Skeeter estaba entrometida en todo.

—¡Solo déjalo comer el postre Hermione! Deja de ser tan dramática —habló Ron harto mientras tomaba su taza de té al ver la mirada que Hermione le dio.

—¿Por qué no podemos solo tomar un té en paz y tranquilidad? —dijo Harry más en forma de súplica que de pregunta. Hagrid tomo silenciosamente el pedazo de pastel que quedaba pequeño a comparación de su tamaño, y lo comió de un solo mordisco. Se sentó pesadamente en la silla sin decir nada más.

—¿Así que Hermione y Viktor eh? —dijo Hagrid intentando sostener la taza con dos de sus dedos.

—Si, estamos saliendo. Pero cualquiera con acceso a las revistas y diarios en los que trabaja esa Skeeter lo sabe —respondió suspirando, aún parecía enojada por los elfos.

No había sido nada fácil entrar ahí, pero Draco gracias a Dobby y su nueva elfa conocía todos sus secretos y gracias a Snape tenía acceso a la cocina. ¿Que mejor sueño para alguien que le encanta la comida? Estoy segura de que Ronald querría besar a Draco si supiera esto.

—¿Estas peinado porque verás a Madame Máxime? —le preguntó Harry —. Porque lo hiciste mal.

—¿Con ese cabello vas a decirme algo a mi, niño? —le respondió Hagrid en forma de chiste. Harry también río puesto que su cabello era casi tan alborotado como el de Hermione.

—Iba a salir con ella, le cancelé —admitió con la voz grave. Se escuchó que su perro hizo un ronquido extraño que me dió ternura, por lo que sin dejar de prestar atención, dejé mi taza de té ya vacía en la mesa y me agache para poder jugar con el en el suelo.

—¿Por qué cancelaste Hagrid? Creí que se llevaban bien —le preguntó Hermione con tono de voz preocupado.

—En la última salida, bueno ya saben, estábamos solo hablando. Me hablaba de su familia, yo de mi familia. Ahí comenzó el problema, le dije que era un semigigante. No fue directo, sino que ya había quedado bien en claro o al menos es lo que yo creí. Al principio creo que ella estaba bromeando, ¿una mujer tan alta y siente que no debería salir con un semigigante? Y lo dijo con ese tono... —dice, sonando muy decepcionado —. En fin, dijo que ella no era una semigigante, solo de "huesos grandes". Pff, huesos grandes mis polainas.

—Hagrid, si ella no se puede querer a si misma, no puede querer a nadie —le dijo Hermione poniendo una de sus manos sobre las de él.

—Que tierna Hermione —respondió Hagrid —. Bien, dejo de molestarlos, ¿No tienen un examen ahora?