Outsider - Draco Malfoy

Capítulo 12: El colacuerno Húngaro

Los días avanzaron rápidamente hacia el momento menos esperado por Harry: el día de la primer prueba del torneo. Para aumentar el estrés de mi amigo, el día anterior a la profesora McGonagall le pareció buena idea programar un examen de Transformaciones.

Durante esa semana, nos la pasamos en la biblioteca junto a él y a Hermione para estudiar, y también para averiguar toda la información posible sobre vencer a un dragón. Sin embargo, al no descubrir mucho y no poder concentrarse en el estudio, Harry la pasó realmente mal.

—Mira esto, ¡es indignante!. Reeta Skeeter sigue entrevistándote ¿verdad?, ¿o está inventando cosas? —nos habla Hermione de repente, todavía sosteniendo el periódico El Profeta en ambas manos, y manteniendo su ceño fruncido. 

—Me hizo una sola entrevista y fue unos días luego de que me eligieran como un campeón mas, ni siquiera voy a esforzar en leerla —responde Harry tratando de permanecer indiferente. Mientras tanto, él se acerca más a mí y toma los pergaminos que tenía con resúmenes importantes para el examen.

—¿No has sabido de Sirius? —le pregunté, puesto que hablar unos minutos escasos con su padrino, parecía relajarlo un poco. 

Hacía pocos días Harry había podido contactar con Sirius Black y hablar unos minutos con él a través de la chimenea de la sala común, contándole todo lo que había sucedido desde el Campeonato. Sirius le dio muchísima información que los adultos siempre se negaban en darle al chico, sobre los mortífagos, sobre el pasado de Igor Karkarov, y sobre lo que realmente sucedía ahora en el mundo mágico.

—No desde aquella noche, pero tampoco tengo mucho para contarle y no quiero molestarlo. Sé que la pasa peor que yo —dice en voz baja. Luego de que Sirius siga pensando como el asesino de los Potter, debía vivir oculto para no volver a Azkaban. Y eso significaba muchas veces permanecer en su forma de animago: un perro negro, con hocico grande, y pelaje enrulado.

Intenté animarlo y seguí ayudándolo con el estudio de mis pergaminos. Sin embargo, él se veía totalmente desanimado y distraído. Demasiado como para notar que, en todo el desayuno, Cho Chang se la pasó mirándolo. Y para notar que, también Ginny lo hacía.

Harry, Hermione y yo nos dirigimos rápidamente al salón de Transformaciones, luego de pasar toda la semana detrás de los libros. Incluso Harry se habia unido a nosotras, pero había dos razones para ello: 1) No tenía a Ron para burlarse de nosotras  y 2) No tenía idea de como combatir al dragón.

El examen no fue fácil, ¿Pero eso del karma? Eso si era fácilya que  apareció Jean-Paul a la salida del mismo. Draco Malfoy, quien compartía mis clases de Transformaciones, se quedó a pocos metros, mientras el francés vestido de azul se acercaba a mí. Draco se apoyó contra la pared más cercana a nosotros, cruzó sus brazos y nos observó sin disimulo con Blaise a su lado.

—Tu sombrero sigue tan ridículo como siempre —le dije en forma de saludo —. ¿Cómo estás?

—Yo acabo de comprobar que tú no eres invisible. No hemos tenido exactamente una chance de hablar, Ava —me dijo, touché. Había intentado escapar siempre que veía al pobre francés, había sido inmaduro de mi parte pero realmente no sabía cómo decirle que lamentablemente no lo correspondía.

—Sí, lo sé, es que he estado ocupada ayudando a Harry con el torneo, ya sabes, el pobre necesitaba mi ayuda con exámenes y todo eso que ya sabes.

—Pues yo solo te he visto en Halloween coquetear con Draco Malfoy, quien ahora mismo nos está observado sádicamente sin disimulo —responde sonriendo.