Elise Peters:
Quedamos algo de tiempo en silencio, sólo se escuchaba la respiración de ambos, hasta que fijó sus ojos en los míos y suspiró.
—Tengo algo que tenía que darte hace tiempo —fruncí el ceño.
—¿Qué es? —sacó dos cartas de su saco y las extendió hacia mí.
—Necesito que las leas mientras estés tranquila, es algo... difícil y no podrás asumirlo fácilmente —fruncí más el ceño.
—¿Son tuyas?
—No —susurró.
—No entiendo nada —desvió su mirada—. ¿Es algo malo?
—Difícil, como te lo dije, es algo difícil de procesar y necesitas estar tranquila —iba a abrirla pero agarró mi mano y lo miré a los ojos—. Necesitas estar tranquila para leerlas y debes leerlas por el número del sobre, sino no entenderás nada —asentí en forma de haber entendido.
—De acuerdo —susurré.
—Tengo que irme —bajé la mirada y se acercó a mí, me puse nerviosa cuando quedó bastante cerca y después por agarrar mi cara con ambas manos, la levantó un poco y besó mi frente—. Cuídate —susurró y volvió a besarme la frente.
Se separó de mí un poco y lo miré a los ojos. Se sentía raro el ambiente, parecía como si algo malo estuviera por venir, sus ojos estaban apagados, ese brillo se había esfumado por completo, su semblante, su postura, todo estaba mal. Se veía realmente mal.
—Tú también cuídate —dije y asintió.
—Lo haré —se alejó de mí y me di vuelta para caminar hacia la casa.
Llegué a la puerta y volteé a ver como Vincent se subía al auto, y después, como éste se ponía en marcha para salir de la propiedad. Cuando entré a la casa caminé hacia el sofá y dejé las cartas en la mesa de centro.
¿Para qué serán las cartas?
Las saqué del sobre y las dejé de nuevo en la mesa, la del sobre con el número uno tenía mi nombre escrito con la letra de Dimitri y la otra con la de Vincent.
¿Dimitri me escribió una carta?, ¿para qué lo hizo? No merecía una carta, no después de haberme alejado de él por culpa de su hijo.
—¿Todo bien? —brinqué al oír la voz de mamá y volteé a verla.
—No —confesé y se acercó a mí.
—¿Qué pasa? —se sentó a mi lado y vio las cartas en la mesa—. ¿De quién son?
—Una es de Dimitri y otra de Vincent —iba a agarrar la carta de Dimitri pero mamá agarró mi mano y volteé a verla.
—Pueden esperar un poco más, ahora necesito que me escuches —fruncí el ceño y me acomodé para verla mejor.
—Dime que ocurre —soltó mi mano y suspiró.
—¿Aún lo quieres? —fruncí más el ceño.
—¿Qué?
—A Vincent —aparté la mirada, y al parecer le di una respuesta—. ¿Por qué? —me encogí de hombros.
—No lo sé —susurré.
—Hablé con tu papá anoche, éstas semanas has estado bastante mal y sé que no es por Blake —cerré mis ojos con fuerza—. ¿Sabes por qué tu papá entendió esto? —negué con la cabeza aún mirando al suelo.
—Tu padre de joven se drogaba —volteé de inmediato a verla.
—¿Qué?
¿Papá se drogaba?, ¿en verdad ocurrió eso? Es algo que jamás me imaginé, en verdad jamás imaginé que eso llegó a pasar.
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Mi único amor. [Sin editar]
Романтика-¿Y por qué crees que no me casaré con él? -Porque no lo amas -mantuve mi sonrisa desafiante aunque me hubiera afectado lo que dijo. Porque tiene razón. -Tú nunca fuiste como Blake -dije firme. -En eso estoy de acuerdo; yo sólo tenía ojos para ti...