42 - A Quién Prefieres

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Mis compañeros de clases solían dejar de lado a sus amigos cuando empezaban a salir con chicas, y más cuando estas eran muy bonitas. Dedicarle tiempo a la persona con quien se salía era fundamental para que la relación funcionara muy bien, por eso ellos no dudaban en engreír a sus enmoraditas si querían complacerla.

Yo quería mucho a Cristal, mi amiga y también mi enamorada, mi primera enamorada. La respetaba muchísimo porque ella era buena conmigo, por eso yo no quería faltarle en nada. Nosotros solíamos salir juntos al centro para ir a ferias de revistas, historietas o eventos de dibujo. A ella le gustaba todo lo referente a historias de ficción, por eso solía asistir a ferias que yo no solía frecuentar, pero como a ella le gustaba yo siempre le acompañaba. A pesar de no compartir esa afición, me divertía mucho con ella. Su alegría era muy contagiosa.

Cristal y yo habíamos quedado en salir a una gran feria donde la gente se disfrazaba, tenían presentaciones en un escenario y muchas otras actividades que no entendía, pero que trataba de entender por ella para que se pusiera feliz.

— ¿Y hasta que hora es eso a dónde iras? —me preguntó mi mejor amigo Max.

—Es un evento de disfraces, creo. Será hasta las diez.

—Eso es muy tarde, y al parecer te vas a aburrir si no sabes de que va.

Mi mejor amigo Max había venido temprano a mi casa. Él estaba recostado en mi cama mirando una revista que Cristal, mi enamorada, me había prestado. Mientras tanto, yo me encontraba buscando entre las hojas de mi agenda la entrada para ese evento.

—No me voy a aburrir con Cristal, nunca me aburro porque ella es muy divertida.

Max se puso a reír mucho dejando de lado la revista.

—No sabe nada del amor — me dijo.

—Por qué —pregunté.

—Por nada —dijo sin importancia, sin despegar su mirada de la revista, al cual había vuelto a poner atención.

La entrada que había comprado con Cristal tenía letras muy pequeñas en la parte posterior, así que me puse a leerlas atentamente al darme cuenta de que eran las reglas del evento. De repente Max me la quito sin haberme dado cuenta en qué momento se había puesto de pie.

—No vas a ir —me dijo a secas.

— ¿Qué? ¿Qué dices?

—Te vas quedar e iras a los videojuegos conmigo. Ya lo he planeado.

—No quedamos en salir hoy.

—Pero yo sí. Desde que compraste esa entrada decidí que hoy saldríamos y lo haremos.

—Max, devuélveme la entrada, tengo que encontrarme con Cristal, está esperándome en el parque.

—No.

—Salgamos el próximo sábado —propuse esperanzado.

—No.

Me empecé a sentir frustrado. Era hora de encontrarme con Cristal, pero no podía irme sin la entrada. Max permaneció parado cerca de mí con mi pase entre sus dedos sin hacer nada más que mirarme muy quieto.

—Esto es una prueba —me dijo rompiendo el silencio—. Te vas a quedar conmigo y vas a dejar que ella se vaya sola.

—Max, qué te pasa, qué prueba, no entiendo. Creo que ya te divertiste quitándome el pase. Regrésamela, es tarde, Cristal está esperandome.

—Que espere, porque los dos vamos a salir a los juegos. No vas a ir a ese evento. Ten —me extendió su celular, el cual sacó del bolsillo de su pantalón—, llámala y dile que no vas a ir.

Él no bromeaba, por eso me empezó a asustar. La hora del encuentro había pasado y los minutos seguían corriendo. Me comencé a sentir acorralado porque sabía que no había solución. Cuando Max se ponía terco era muy difícil contrariarlo. Él usualmente no era así de molesto conmigo, por eso empezó a hace que mi ánimo disminuyera muchísimo.

Cristal me esperaba, así que decidí irme sin ese pase. No había de otra. Crucé por el lado de mi amigo sin decirle nada, pero no me dejó tocar la perilla de la puerta de mi habitación porque me sostuvo del brazo muy fuerte.

—Soy tu mejor amigo, por eso tienes que preferirme a mí como yo te prefiero a ti.

—Yo no me siento preferido —le dije sin pensar.

—Cómo que no, si las he plantado por ti cuando se presentaba alguna actividad que nos gustaba.

—Yo no te pedí que las dejarás por mí, tú decidías eso.

—Entonces decide salir conmigo y deja a Cristal.

—Max, Cristal no es solo una chica con quien salgo, ella es mi amiga y mi enamorada. No voy a plantarla ni puedo decidir entre ustedes dos porque son importantes para mí. Ahora me voy con ella porque lo tenía planeado.

—Ten, llámala —me dijo soltándome e ignorando mis palabras.

Me empecé a sentir muy mal por no poder complacer su petición, pero era lo correcto. No había decisiones nuevas que tomar. Cristal me estaba esperando, además, esa salida había sido muy esperada por ella. Mi celular empezó a timbrar y al instante contesté. Era Cristal. Salí apresurado a su encuentro sin mirar a Max. Veinte minutos habían sido muchos como para dejarla sola esperando en el parque.

Yo no planté a mi mejor amigo, solo cumplí con lo que había quedado: salir con Cristal, porque ella era mi enamorada y porque ella era una chica buena, me quería mucho, por eso no se merecía que la plantase por nadie.

Luego de escapar de mi amigo me reuní con Cristal en el parque. Los dos asistimos al evento, pero no me pude divertir. Solo pensaba en Max, en lo que había pasado, en lo mal que había sido nuestra despedida en la mañana. Quería llamarlo, escucharlo, reírme con él por el celular y luego divertirme con Cristal el tiempo que quedaba del evento. Cristal empezó a creer que me encontraba enfermo, por eso ella tenía pensado regresar a casa temprano. Yo no quería eso. Cristal había esperado todo el año por esa salida. Ella no merecía perdérselo por mi pésimo ánimo.

— ¿Y esa sonrisita? Por lo que veo ya te curaste —Cristal me dijo en medio de la feria.

Guardé el celular. Sentí que no necesitaba nada más luego de haber escuchado la voz de mi mejor amigo. Su sorpresiva llamada casi provocó que tirara mi celular, porque lo único que había estado haciendo fue tenerlo en mis manos para llamarlo y preguntarle si estaba enojado conmigo. Pero él me llamó. Me dijo que había salido, que se estaba divirtiendo y que quería que yo también me divirtiera como él. Sentí nostalgia, pero a pesar de eso, él cambió mi estado de ánimo para bien, porque sabía que Max me sonreiría cuando nos volviéramos a ver.

AUN SIEMPRE SERAS TÚ |1RA PARTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora