46 - Festival de Besos

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Cristal era mi amiga, pero después se volvió mi primera enamora. Ella era una chica muy extrovertida a quien le gustaba llamar la atención, aunque solía decir que no lo hacía a propósito, ya que dentro de ella sentía una corriente eléctrica que la empujaba a hacer las cosas sin control. Ella era una chica que destacaba mucho.

— ¡Vamos a divertirnos! —me dijo un día cuando nos encontramos en el parque cerca de nuestras casas.

Aquella salida no había sido planeada, ya que simplemente decidimos salir en cuanto nos encontramos en el parque. Nuestros amigos también habían salido con sus parejas: Fabián con Noche y Max, mi mejor amigo, suponía que también estaba en una cita.

—Vamos a la playa a tirar piedras al mar, qué tal. Como en las películas —dijo ella.

—Podríamos dar un recorrido en bote —propuse animando la salida.

—Y llevamos piedras para tirarlas desde el bote. Eso no lo he visto en las películas, pero podríamos.

Tomamos un carro hacia Miraflores donde se encontraba el mar y un mirador muy bonito. Llegamos al lugar después de más de una hora. Cuando bajamos, pudimos notar que en el mirador había mucha gente reunida en parejas. Todos estaban tomados de las manos cerca de una estatua que representaba a una pareja besándose. Era un festival de besos donde las parejas del mismo y diferente sexo afianzaban su amor besándose en masa.

—Festival de besos ¡Estamos en un festival de besos! —Gritó Cristal—. Esto es un festival de besos, mira, hay parejas de todas las edades, pero mira bien, también hay gais, mira —dijo señalando abiertamente a la gente.

—No señales a la gente —Le reproché bajando su mano — o pensarán que estás hablando mal de ellos.

—Pero, pero todos se van a besar delante de todos ¿Acaso no tienen vergüenza?

—Es que se quieren, por eso lo harán y... —no pude continuar hablando porque Cristal desapareció de mi vista.

Ella se encontraba en medio de las tantas parejas del parque. Aquellas parejas esperaban el conteo regresivo de varios corazoncitos que se encontraban repartiendo rosas rojas a todos ellos.

—Hola qué tal ¿En serio se van a besar? —Cristal le preguntó a una pareja de chicos—. Nunca he visto a dos hombres besándose.

—Entonces quédate. Ya vez que hay muchas parejas gay por aquí —le respondió una chica tomada de la mano de otra chica.

— ¿Ustedes también? Wow, es increíble.

—Y tú, pequeña ¿Vienes sola? ¿No trajiste a tu novio? —preguntó uno de los chicos que había causado la impresión de Cristal por ser gay.

—Cómo crees, si es muy jovencita para tener novio. Mírala, debe estar en sus quince—reprochó la pareja del joven.

—Sí tengo —respondió—, allá está —dijo señalándome.

Yo me paré al lado de Cristal para saludar a las parejas que estaban hablando con ella. Ellos se sintieron en confianza cuando los saludé, quizá porque en aquel lugar había mucha gente que aceptaba las relaciones entre el mismo género.

—Ahora los chicos tienen novios desde muy jóvenes.

— ¿También vinieron para el beso masivo?

—No, vinimos a tirar piedras —Cristal respondió orgullosa.

—Que graciosa eres —dijo una chica tomada de la mano de su enamorado—. Deja a las piedras tranquilas y ve por tu rosa —señaló a un corazón que pasaba cerca de nosotros.

AUN SIEMPRE SERAS TÚ |1RA PARTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora