VII

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El alba está despuntando cuando tocan a mi puerta, los rayos de sol anaranjados se cuelan por las rendijas de mi ventana, es una mañana bastante fría por lo que me extraña que alguien se encuentre fuera a estas horas. Me levanto del lecho de paja y me visto con lo primero que encuentro, el sencillo jubón de algodón no es muy formal, espero que no sea nadie importante. Se trata del mismísimo Enemyres por lo que me sorprendo bastante.

―General ¿Qué hace aquí?

―Lamento molestarlo tan temprano, era necesario hablar con usted cuanto antes.

―No se preocupe, ¿Sucedió algo? ¿Hay algún problema?

―Nada de eso, tengo entendido que servía en uno de los puertos del Antiguo reino de Moonshell, por lo que debe tener algo de experiencia con los barcos.

―Así es señor, he tripulado varios e incluso fui contramaestre en uno.

―Por favor, solo llámame Enemyres, no hay necesidad de tanta formalidad. Quiero que me ayudes a supervisar la construcción de un puerto, ya se enviaron carpinteros, herreros y otros artesanos para que comenzaran con los astilleros y los barcos, pero es necesario que alguien con experiencia dirija todo, las personas por estas tierras no son muy dadas a navegar, por lo que creo que tú eres la mejor opción para este trabajo. Te nombraremos vicealmirante de la flota y capitán de uno de los barcos, contigo se nombrarán otros quince capitanes y tendrás a cincuenta soldados por si llegara a ocurrir algún ataque, aunque lo dudo mucho. Los planos se encuentran allá, lamento que se te tenga que avisar de improvisto, pero necesitamos terminar la construcción de esos barcos cuanto antes. ―No puedo expresar lo que siento ahora mismo, esto es simplemente abrumador, recibir una noticia de este tipo de forma tan súbita haría perder el equilibrio a cualquiera.

―¿Vicealmirante? ―Es lo único que puedo pronunciar.

―Sí, hablé con su majestad, y me dijo que de todos los comandantes que quedaban tú eras el más apto para la tarea, espero que no nos decepciones.

―No lo haré señor, digo, Enemyres, solo tengo una pregunta.

―Pues dímela. ―Su tono indica curiosidad.

―¿A dónde vamos a ir? Dicen las leyendas que más allá de las aguas infinitas habitan monstruos marinos y espíritus del agua que hunden barcos, incluso dicen que, si logras superar estos peligros y avanzas demasiado, te encuentras en el borde del mundo, donde solo van los muertos y nunca vuelve nadie. ―En realidad no le tengo mucha fe a esa clase de historias, pero si admito que me causan algo de nervios.

―No son más que eso, leyendas, yo he ido más allá de las aguas y puedo asegurar que hay otras masas de tierra como esta, lo que encontraremos allá será un lugar para poder asentarnos, si tenemos suerte, podremos quedarnos ahí sin la menor complicación.

―Entiendo.

―Partirán mañana en la mañana, asegúrate de llevar todas sus cosas, será un viaje de tres días.

Después de decir eso, se aleja con paso calmado de nuevo hacia el palacio, mi estómago me duele un poco, ese remolino de emociones no es bueno antes del desayuno.

Es verdad que he pasado un gran tiempo en distintos barcos, llegué a entablar combate en más de una ocasión contra piratas, pero dudo que mi conocimiento sea suficiente para poder construir barcos o un muelle. Es seguro que puedo enseñarles a los hombres a hacer amarras o manejar el timón, incluso un poco de lectura de cartas y el astrolabio, aun así, no estoy convencido de ser el mejor, pero tampoco conozco a alguien que lo sea.

*Enemyres*

Según los últimos informes, en los astilleros se trabaja rápidamente y lo más probable es que consigan terminar todos los barcos a tiempo para zarpar.

Moonshell la Leyenda [ Libro 1 Serie Moonshell]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora