XL

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*Shunt*

No hace mucho terminamos una batalla y ahora estamos a punto de entrar en otra, no fue difícil convencer a los concejales de Antares para aceptar la estrategia que proponíamos, bastó con que vieran al General elevar la flota entera en los aires para que no tuvieran duda de su poder y sabiduría, una vez más me encuentro al frente de una columna de soldados, esta vez todos se ven menos nerviosos, confían en la estrategia que tenemos y la situación es mucho mejor que la otra vez, la fuerza de ataque enemiga está conformada por cuatro mil unidades de infantería mientras que nosotros contamos con la fuerza principal Antarina de mil quinientos hombres y nuestro millar de apoyo, sin mencionar que nuestra unidad de combate mágico está preparada al otro lado de la formación.

A pesar de tener mayoría numérica, el enemigo no tiene esperanzas, las filas de nuestros aliados tienen solo una decena de hombres de grosor, en cuanto ocurra el ataque estas retrocederán por el choque y nosotros avanzaremos, terminaremos encerrándolos e impidiendo que puedan aprovechar al máximo sus números, por si todo sale mal, Enemyres y los chicos estarán preparados para aniquilar a cualquiera que intente salir de nuestra trampa, el enemigo aun no esta a la vista, por lo que nos dijeron la guerra con Talos ha durado más de un año, y la posición de las ciudades costeras de Antares son lo único que ha impedido la derrota total, pero el avance enemigo ha hecho que el territorio se reduzca mucho y que casi no haya tierra cultivable libre, lo que queda del país está ubicado en dos costas cercanas de ambas islas al sur, precisamente por eso es que se dificulta mucho la defensa.

Sin embargo la organización militar me parece muy interesante, los soldados están divididos por escuadrones de cincuenta hombres y mujeres, cada escuadrón está guiado por un capitán, en las batallas los escuadrones se mueven libremente sobre el campo siguiendo la estrategia establecida, esto les permite tener una gran maniobrabilidad, una de estos capitanes estuvo con el general y conmigo cuando le plantee la estrategia, su nombre era Annie Pankali, capitana del escuadrón 27, famoso en esta ciudad por haber participado en cinco batallas sin haber sufrido una sola baja, al parecer ella es todo un prodigio en el combate y la técnica militar.

Siento un deja vu cuando el enemigo emerge de entre los árboles, fila tras fila se posicionan en todo el horizonte, parecen un mar de hierro y carne que se acerca lentamente, volteo a ver mi hombres que parecen confiados aun ante la visión del oponente, los capitanes de los escuadrones Antarinos hacen el grito de batalla característico de su país y sus soldados responden, todos preparan sus escudos redondeados y sus largas lanzas para recibir la arremetida, cuando están a unos doscientos metros de nosotros los enemigos pasan de caminar a correr y se estrellan contra nuestra vanguardia que no puede evitar retroceder ante tan fuerte ataque, una parte del enjambre se vuelve contra mi columna pero esta es mucho más gruesa y robusta por lo que avanzamos rodeando y amontonando soldados.

Me quedo atrás para supervisar que todo vaya en orden, nuestros arqueros se encargan de hostigar al enemigo con flechas mientras que los lanceros empujan y empalan cuanto tienen delante, no tengo mucha visibilidad de lo que pasa al otro lado del campo de batalla pero supongo que los chicos estarán haciendo su trabajo, poco a poco vamos ganando terreno y envolviéndolos, pero luego de diez minutos empiezo a notar que los escuadrones del frente se empiezan a replegar hacia nuestro lado permitiendo que avancen y rompiendo la formación, eso hace que la U en la que los teníamos atrapados pase a ser una media luna por lo que el equipo mágico tendrá más problemas para contener a todos, sin embargo no puedo hacer nada para ayudarlos, tengo que mantener la parte este y un poco de la parte norte de la formación, si me muevo más al norte romperán el cerco, tendrán que arreglárselas ellos solos.

*Jack*

El plan funcionó a la perfección, los tenemos rodeados, ahora solo tenemos que mantenerlo así hasta que se rindan o terminemos con ellos, para contener todo el lado oeste tenemos que lanzar continuamente ráfagas de fuego o electricidad, Elena se las arregla para hacer sellos en el suelo que atrapan y dejan inmovilizados a todos los que pasan sobre ellos, Connor y yo hacemos cortinas de fuego y ráfagas de viento que empujan a todos hacia el centro donde los están esperando nuestras tropas, mi maestro está volando por encima de todo el campo cuidando la zona norte y ayudando en donde se requiera, los soldados no se ven muy asustados de que podamos usar magia, tal vez estén acostumbrados a ella, la respuesta me llega cinco minutos después, tres magos salen de entre los soldados y reposicionan detrás de nosotros, tienen unos extraños báculos y con ellos lanzan hechizos contra nosotros.                     
—Jack— grita mi amigo —no podremos contener ambos lados, ¿Por qué no te encargas de ellos?—                                       
—¿Estás seguro que ustedes dos podrán con ellos?—                       
—Si, ve— responde él y sigue rostizando al enemigo, vuelo para encontrarme con los hechiceros, no estoy seguro de que es lo que debería hacer, solo estoy acostumbrado a la magia que nos enseñó Enemyres, los tres me observan cuidadosamente esperando mi primer movimiento, intento con una bola de fuego pero esta explota en el aire antes de que pueda alcanzar a alguno, después uso una llamarada pero choca con alguna especie de barrera, desenvaino mi espada, no creo que pueda ganarles solo con magia, dirijo toda la energía que puedo a mis piernas y acelero para rodearlos, en un momento me coloco detrás de uno y le doy un tajo, pero lo bloquea a tiempo con su báculo que emite un brillo blanquecino, el que está a su derecha me impulsa hacia atrás con una ráfaga de aire y levanta rocas del suelo, gracias a mi velocidad mejorada ninguna me da pero aún no se que clase de magia están usando, me acerco al más pequeño de los tres y ataco con mi espada, justo cuando esta y su báculo chocan suelto una descarga eléctrica que lo toma desprevenido, quiere hacer algo pero no le da tiempo y termina retorciéndose en el suelo, los otros dos me atacan con rayos de energía blanca que no se que sea, los bloqueo con una barrera de aire e intento lo mismo, esta vez consigue repeler la electricidad.

Moonshell la Leyenda [ Libro 1 Serie Moonshell]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora