Moonshell la Leyenda [ Libro 1 Serie Moonshell]

XXXIII

*Elena*

Entro en mi camarote y cierro de un portazo, ni siquiera porque le ayude a buscar el estúpido pulpo puede esperarme, no todos somos unos malditos prodigios en la magia, ese niño me saca de quicio, me acuesto en mi cama buscando quedarme dormida pero no lo consigo, estoy muy enojada para dormir, salgo y voy a pasear por la cubierta, este barco es muy pequeño para poder ir a algún lado en realidad, no se puede más que dar vueltas y no tengo nada que hacer en los otros barcos, los soldados me tienen miedo y la gente está muy asustada y nerviosa por el mar que no salen de sus camarotes.

El viento cargado de sal me da en la cara y mi estómago ruge, tal vez si uso mi sello de invisibilidad pueda colarme en la cocina y robar algo, activo el sello y abro la puerta tratando de no hacer ruido, entro y dejo la puerta entreabierta, creo que no hay nadie, el sello que utilizo es un poco diferente al que usé hace unas semanas, este es más simple ya que solo me cubre a mi así que no gasta tanta energía, en realidad no hay mucho que pueda comer, todo está crudo o en sal, más que nada porque si se dejan los alimentos ya cocinados se echarían a perder, encuentro unas papas cocidas que supongo que sobraron de la cena del rey, tomo un pan sin levadura seco y salgo de la cocina, no conocía los panes sin levadura antes de venir a Moonshell, son como discos de más que se hornean y se comen con carne o verduras, son muy sabrosos cuando están calientes, duro, apenas son comibles, pase tanto tiempo robando cuando estaba sola que ahora con el sello se ha vuelto lo más fácil del mundo, aunque están frías, las papas no están mal, incluso podría acostumbrarme.

Recuerdo cuando me dormí en la cola del barco y subo de nuevo, ahora se me hace mucho más acogedora y por el viento cálido que nos empuja desde tierra así que no pasaré frío, creo que pasaré aquí una gran parte del viaje, Shunt está cuidando a Connor y no sabemos cuándo vaya a despertar por lo que Enemyres tiene que encargarse de todo el solo y no quiero ver al idiota de Jack, otra vez estoy sola.

*Jack*

Me despierto incluso antes de que el sol asome en el horizonte, me visto lo más rápido que puedo y salgo de mi camarote para ver cómo se encuentra mi amigo, pero en el camino hacia el extremo opuesto del barco, que es donde se encuentran los camarotes de Shunt, Connor y la enfermería, me intercepta Enemyres. 

 - Jack, que bueno que te encuentro, como sabes ayer fuimos al arrecife y encontramos perlas, voy a presentarle al rey lo que conseguimos pero Elena encontró una perla y dijo que quería conservarla, pero no puedo buscarla, ¿puedes dársela tu? o si no la encuentras solo déjala en su camarote- es extraño que mi maestro me pida favores, estoy más acostumbrado a que de órdenes e indicaciones. 

 - sí, yo se la doy- 

 - gracias- abre el espacio dimensional y me da la pequeña perla del amaño de mi mano, debo aprender a hacer eso, se aleja hacia la corte en el mar que es como le llaman los soldados a la sala del consejo que está en el barco del rey y yo voy a el camarote de Elena que está junto al mío, toco la puerta y espero pero nadie contesta, abro la puerta y me encuentro la habitación vacía, de hecho no he visto a Elena desde que regresé del arrecife, dejo la perla sobre una mesita junto a la cama y me voy de nuevo a la enfermería, trasladaron a mi amigo hace apenas una hora ya que su camarote no contaba con las cosas necesarias para cuidarlo y es más pequeño, en ella apenas hay cinco camas y la que ocupa mi amigo es la del fondo, lejos de la luz y el sonido exterior, en la cama de al lado se encuentra Shunt recostado y aburrido hojeando un extraño libro con pastas blancas. 

 -aun no despierta, y tardara unos días en hacerlo así que solo pierdes tu tiempo- 

 -¿de qué es ese libro?- es verdad que no puedo hacer mucho por el ahora pero tampoco tengo nada que hacer afuera así que intento hacer un poco de conversación con Shunt.