XXXV

23 11 13
                                    


*Connor*

Hoy es el último día que debo estar en cama y muero por salir otra vez, Shunt me ha estado cuidando todo este tiempo y ambos hemos tenido mucho tiempo para congeniar y hablar, sobre todo eso, nos hemos hecho buenos amigos, ambos tenemos una relación difícil con nuestros padres, no soporto estar con ellos y desde que su madre murió el rey no le presta atención a su hijo, solo busca lo mejor para el reino, también se supone que aprovecharía este tiempo para estudiar y aprender cosas que me serían útiles más adelante pero eso de estudiar no se me da muy bien, lo único que me ha llamado la atención aprender es estrategia militar.

Enemyres nos dijo que empezamos a ver sellos como los que hace Elena pero no consigo distinguir la mayoría de las runas y dibujos que hay que hacer para que estos funcionen y leer no se me da tan bien que digamos así que he aprendido muy poco y sin practicar no me sirve de nada, falta menos de un mes para mi cumpleaños número trece y parece que el tiempo ha pasado muy rápido, aún recuerdo cuando apenas acababa de cumplir los doce y entrenaba con Elena, ella y yo fuimos los primeros en ser entrenados por Enemyres, antes era aún más cerrada que ahora, no decía una sola palabra durante el entrenamiento y cuando terminamos se iba directamente a su habitación.

La cosa cambió un poco cuando llego Sofi, hablaba con ella de vez en cuando e incluso comían juntas, cuando llego Andrew demostró su carácter fuerte y fácilmente alterable, más de una vez al día la sacaba de quicio y él se llevaba un buena golpiza, un relámpago interrumpe mis pensamientos, ha estado cayendo una tormenta desde hace cinco días y los rayos cruzan el cielo cada minuto, grandes olas chocan contra los cascos del barco haciendo que se balancee como un péndulo al revés, cualquier barco más pequeño ya hubiera zozobrado con olas de este tamaño, de hecho fue necesario que los barcos grandes se pusieran en formación para proteger a los dos pequeños, si esto continúa nuestro viaje podría alargarse aún más, podríamos ser desviados por la tormenta y tendríamos que buscar la manera de recuperar el curso, me levanto de mi cama para ver por la ventana hacia cubierta, se supone que no debo de hacerlo pero unas cuantas horas de diferencia no importaran mucho.

Afuera esta desierto, solo están las cajas amarradas al mástil o cualquier otro lugar firme, si navegar por mucho tiempo es aburrido, hacerlo con una tormenta lo es el doble, no puedes hacer nada más que esperar a que pase la lluvia sentado en tu camarote, no se puede pescar y estarías más seco debajo del mar que si salieras a caminar por cubierta, mis amigos no pueden pasar mucho tiempo aquí porque es la enfermería y sus camarotes están del otro lado del barco, la puerta se abre y una ráfaga de aire frio y húmedo entra. -Mejor vuelve a la cama antes de que alguna enfermera te vea, ya sabes cómo son con eso de seguir las reglas, y el general te manda esto, dice que te convendría aprenderlos para cuando termine la tormenta- deja un libro sobre la mesita que está junto a mi cama y me recuesto para leerlo. - Runas básicas y principio de funcionamiento de sellos mágicos- leo en voz alta -que emocionante- vuelvo a colocar el libro en la mesita e intento dormir, tal vez así el tiempo pase más rápido.

*Jack*

Dos días después de la pelea contra los falsos krakens se soltó la tormenta, muchos soldados pensaron que era un castigo del cielo por haber atacado a tan antiguos monstruos pero lo dudo mucho en especial por qué no eran krakens, cuando le conté a Enemyres lo que paso se sorprendió bastante, al parecer lo que nos había atacado eran calamares gigantes, probablemente atraídos por la sangre de rinoceronte marino, los kraken según mi maestro son criaturas mucho más terroríficas y peligrosas, también tienen tentáculos pero son veinte en lugar de los ocho de los calamares, estos están cubiertos por una coraza segmentada parecida a la de los cangrejos de casi un metro de grosor y son más grandes que tres barcos juntos, en lugar de círculos pegajosos en las extremidades tienen espinas y su pico es más duro que la roca, incluso sus zonas blandas son impenetrables para una espada cualquiera, si hubieran sido tres krakens lo que nos hubiera atacado, nadie habría salido con vida, tuvimos suerte de que los que aparecieron fueran calamares y no otro tipo de bestias como leviatanes o ballenas asesinas, incluso pudieron haber sido medusas de fuego.

Moonshell la Leyenda [ Libro 1 Serie Moonshell]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora