XXXVI

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*Joel*

Lo bueno es que la tormenta terminó, lo malo es que como soy el vicealmirante tengo que dar el reporte de daños al general, le pedí a uno de sus estudiantes que me llevara al barco del rey para poder dar mi informe, he de admitir que me aterra volar, no me gusta no tener nada bajo los pies, al llegar le doy las gracias al chico y entro en el salón del consejo, es muy temprano así que el rey seguramente está en el camarote con su familia, él el gran salón solo están el general y otro de los capitanes de un barco, al verme indica al capitán que salga y nos quedamos solos.

 - Tengo el informe de daños, desgraciadamente el barco pequeño que navegaba junto al de su majestad no pudo resistir el embate de las olas y se volcó, el mar terminó tragándoselo, por suerte se pudo recatar a casi todos los tripulantes, solo hubo cinco desaparecidos y media docena de heridos, otros tres barcos sufrieron daños menores, a un soldados que salió a vigilar la cubierta le cayó un rayo y tres cajas de pescado y un tonel de aceite salieron volando cuando se rompió la cuerda que los sujetaba, eso es todo- nunca sé qué esperar cuando hablo con el general, casi siempre reacciona de manera calmada y razonable pero lo he visto enojado unas cuantas veces y es aterrador, no quisiera ser el que lo haga enojar. 

 - Está bien capitán, ¿dónde se reubico a los náufragos?- 

 - En los barcos 3, 4, 6, 8 y 9 señor-

 - Pídele a uno de los chicos que te ayude a mover cajas de alimento a esos barcos, necesitan más comida con esas bocas extra- 

 - Sí señor, también quería informarle que algunos soldados de los barcos en el este dicen haber visto monstruos marinos gigantes dos días antes de que terminara la tormenta, cuentan que eran más grandes que una ballena y tenían formas escalofriantes- 

 - En el peor de los casos fueron leviatanes aunque también pudo haber sido un efecto óptico del agua, diles que no se preocupen, ya estamos muy lejos para que sean un problema- 

 - Entendido general- salgo y suspiro aliviado, creo que nunca me acostumbrare a este hombre.

*Jack*

-No deberías espiar a las personas, en especial si están en el consejo del rey- me aparto de sello inmediatamente, en la pared de madera de mi camarote puedo ver el rostro de mi maestro mirándome fijamente, justo ayer vi en el libro que me había dado un sello para poder ver y oír lo que pasaba en otros lugares así que decidí probarlo, ¿y qué mejor lugar que el consejo privado, uno de los pocos lugares a donde no puedo entrar sin permiso, me escabullí en el gran salón y dibuje el sello, luego dibuje el receptor en mi habitación y lo active, esta cosa absorbe una cantidad ingente de magia pero vale la pena, pude ver y oír todo como si estuviera ahí

Así que hay leviatanes a dos días hacia el sureste, podría llegar ahí en menos de media hora -voy a desactivar el sello, no vuelvas a hacerlo- su imagen desaparece y me quedo solo, eso estuvo cerca, por lo menos Enemyres está muy ocupado para regañarnos, ahora que dejo de llover podré entrenar con Connor, me gustaría agradecer a Elena por salvarme pero técnicamente ganó la carrera así que debo cumplir mi promesa de no volver a molestarla, cruzo la cubierta hasta llegar a los camarotes de popa y entro en el de mi amigo. 

 - ¡Jack!- exclama al verme -hace casi un mes que no nos vemos, ¿por qué habías venido?- 

 - Los médicos dijeron que era mejor dejarte descansar, no dejaban que casi nadie entrara, pasaron muchas cosas mientras dormías y te recuperabas, aunque también fue muy aburrido la mayor parte del tiempo, al parecer vieron leviatanes al sureste de aquí y un barco se hundió durante la tormenta, estaba pensando que como ya puedes salir podríamos ir a entrenar o...- 

Moonshell la Leyenda [ Libro 1 Serie Moonshell]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora