XXXVII

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*Elena*

No entiendo por qué estoy tan enojada con Jack, quiero sacármelo de la cabeza de una vez, pero no puedo, ¿por qué no puede darme igual lo que pase con él? sigo molesta por que no me haya esperado para irnos del arrecife y desde ese día no he dejado de molestarme con él, siempre que lo veo tengo esa sensación de ira en la boca del estómago y más cuando sonríe, lo odio y parece que se esfuerza por hacerme enojar, sigue tratando de hablarme y arreglar las cosas pero yo solo quiero que me deje tranquila, quiero dejar de sentir esto, por eso no he salido de mi camarote más que para comer en los últimos días, intente concentrarme en los sellos que tengo que aprender o un libro que me prestó Enemyres sobre lenguaje antiguo pero no me puedo concentrar.

A veces pienso que si hablo con él tal vez si podamos arreglarlo pero seguramente pase algo que vuelva a arruinar todo, cada vez que intento estar en paz con él ocurre algo, es como una maldición, primero lo del jabalí, después el beso, aun me odio por haber hecho eso y no sé por qué lo hice, después fue el asunto con el nigromante fantasma y por último su impaciencia que me saca de quicio, solo quiero descansar un poco, al menos mantuvo su promesa de no hablarme o molestarme por lo de la carrera, lo peor es que no puedo decírselo a nadie, me da demasiada vergüenza hablar sobre ello, siento como si no fuera yo pero estoy muy desesperada, quiero que termine y necesitare ayuda para eso, tal vez con alguna pócima o encantamiento pueda curarme.

Salgo a cubierta cuando las estrellas empiezan a brillar en el cielo, desde la tormenta los cielos han estado despejados y sopla un leve viento, eso nos hace ir más lento pero a todos nos tranquiliza que ya no caigan rayos cada minuto, también el agua parece más serena y tranquila por lo que el cielo se refleja en ella, estoy justo frente a la puerta pero mi cuerpo no quiere tocar, está paralizado, la idea de contarle a alguien cada vez me parece peor y considero seriamente irme a mi camarote, sí, eso voy a hacer, me doy media vuelta y camino despacio para no hacer ruido. 

 - Hola, Elena- doy un pequeño brinco cuando escucho la voz de Enemyres a mi espalda- ¿qué haces aquí? espero que te haya servido el libro que te preste, si tienes alguna duda puedes decirmela- maldición, porque tenía que salir justo en este preciso momento.

 - Sí, me sirvió bastante- estoy atrapada, podría simplemente decirle que vine a caminar pero no tendré otra oportunidad como esta en un tiempo, ya comprobé que soy muy cobarde para acudir por ayuda así que solo se lo diré- pero de hecho quería hablar contigo de otra cosa-.

*Enemyres*

- ¿De qué quieres hablar?- mi alumna se ve un poco nerviosa y mueve mucho los dedos, eso es un poco preocupante, me pregunto si habrá pasado algo malo. 

 - Ehh... ¿podríamos ir a otro lado?- su voz tiembla y hace que me preocupe de verdad. 

 - Claro, vamos a mi camarote- me sigue hasta la gran habitación que construyeron para mí, hubiera preferido una más pequeña pero no tenía tiempo de supervisar la construcción por mí mismo, me siento en la silla del escritorio y ella en la cama- ¿qué pasa? ¿tienes algún problema?- tiene la mirada fija en el suelo y juega con sus manos, eso es muy inusual, siempre está atenta y se enoja con facilidad, su cara refleja vergüenza, se queda callada por unos segundos. 

 - Estoy enojada- murmura sin despegar la vista del suelo. 

 -¿Por qué? ¿con quién?- 

 - Con Jack- cada palabra la suelta a regañadientes, como si le costara trabajo hablar. 

 - Elena, si quieres que te ayude necesito más detalles, sería muy inapropiado leerte la mente y no creo que te guste- eso la hace reaccionar pero en lugar de molestarse me mira con miedo, como si leerle la mente fuera lo peor que podría hacerle. 

Moonshell la Leyenda [ Libro 1 Serie Moonshell]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora