Moonshell la Leyenda [ Libro 1 Serie Moonshell]

XVII

*Joel*

Las grandes filas de personas avanzan, murmurando por el camino que lleva a los astilleros. Los cientos de rostros muestran miedo y preocupación, los ancianos acompañados de los niños buscan un lugar donde quedarse, después de haber caminado tanto tiempo. Contando la capacidad del barco del rey solo tenemos espacio para subir a 1300 personas a bordo, más de 200 se quedarían abajo expuestas si los soldados de Lambidio consiguieran derrotar al ejército y atacaran el puerto.

Es un camino nuevo y que tiene muchos tramos irregulares y difíciles de transitar. No es lo ideal que un ejército camine por ahí, pero eso no los detendrá con tal de terminar con nosotros.

Aunque el viaje les tomaría unos tres días o más, no sería suficiente para ir a donde quiera que Enemyres tiene planeado llevarnos y volver por ellos. De hecho, según los cálculos, el viaje por las aguas infinitas tomaría más de dos meses, tiempo en el cual las personas se quedarían en sus camarotes sin hacer nada o ayudarían con alguna labor menor. Ninguno de nosotros está acostumbrado a viajar en barco, no estoy seguro de que mantener a toda esa gente enclaustrada en un barco por dos meses sea buena idea.

De vez en cuando se ve alguna carretilla que transporta comida o pertenencias de los pobladores, si no hubieran traído tantas cosas es probable que hubieran llegado antes, incluso hubieran cabido más personas. Por el momento hay que resguardar a todos en el campamento improvisado que armamos hace unos cuantos días, yo preferiría estar en la pelea defendiendo la ciudad, pero supongo que la misión que tengo también es importante. A mis órdenes tengo a casi 200 hombres bien armados con la misión de ganar algo de tiempo para que todos aborden en caso de que los soldados enemigos alcancen el puerto, será toda una hazaña conseguir subir a más de mil personas en cinco barcos en menos de tres horas y que estos estén fuera del alcance de las flechas. De verdad que Enemyres nos ha brindado mucha ayuda, estoy seguro de que sin él hubiéramos caído con la primera arremetida enemiga, pero ahora tenemos esperanza, pero la esperanza es peligrosa y yo espero que todo salga bien.

Antes de que llegaran todos, tuve una junta con el resto de capitanes, la ruta que seguiríamos cuando todos los barcos estuvieran listos aún no nos es conocida, por lo que debíamos tomar una decisión en cuanto a que dirección tomaríamos en caso de que en verdad ocurriera un ataque. La mayoría votó por seguir el plan original y zarpar con dirección noreste, dónde se supone que están las tierras más allá del océano. Otros seguían dudando de la existencia de dichas tierras, por lo que propusieron ir hacia el oeste, siguiendo la costa, pero ante la mayoría de los votos, estuvieron de acuerdo con seguir el plan, aunque tuviéramos que hacer una nueva ruta.

*Enemyres*

Ya está casi todo listo para salir a campo abierto, de hecho, ya solo falta que estén aquí los chicos que fueron a ayudar con los preparativos, están aquí Sofi y Andrew, a lo lejos veo a Ace y Connor que vienen para acá, pero no hay rastro de Jack ni de Elena. Estoy un poco preocupado por ella, la vi muy nerviosa la otra noche en la arena, temo como eso pueda afectarla en el campo de batalla, un colapso nervioso puede ponerla en peligro si no se sabe controlar, no le quitaré los ojos de encima. Ella no es la única que está nerviosa, los demás chicos también están muy inquietos, los nervios afectan distinto a cada uno, Sofi está muy distraída, Connor no deja de revisar si tiene todo preparado una y otra vez y, por suerte para todos, Andrew parece una estatua, nunca lo había visto tan quieto en mi vida. Esto de tener alumnos es más complicado de lo que creí, normalmente estoy acostumbrado a cuidar solamente mi espalda y para mí es un poco difícil el tener que vigilar a un montón de niños.

―General, ya está todo preparado ―informa uno de mis capitanes. Antes me resultaba molesto que se refirieran a mí como "general", pero como no entienden que es mejor que me digan por mi nombre, supongo que pueden decirme como quieran. En serio tardaré un poco en acostumbrarme a la vida en un sitio estable.