El androide de Bofoy se había presentado ante Agoni sin ningún contratiempo. Mas no fue sino la rotunda negativa en cuanto a tomarle en cuenta para la investigación del estrafalario y aparentemente valioso material lo que le puso de nervios.
No aceptaría un "no" por respuesta, lo sabía internamente aunque tratara de suprimir todo pensamiento de sublevación. Sin embargo, esa misma noche permitió que sus impulsos le condujeran de vuelta al único pasillo restringido del edificio.
«Anular seguridad», dictó el Bofoy genuino, accionando un interruptor en el tablero de controles desde su refugio, un escondrijo considerablemente lejos del robot que operaba a distancia.
"Perfecto". Su prototipo avanzaba a través del pasillo, completamente a salvo de cualquier tipo de detector de luz, calor, sonido o sensores de movimiento. Él había diseñado el sistema de seguridad, pero no dejaba de ser una violación al acuerdo establecido y a sus mismos principios como superhéroe. Los problemas legales serían menos agresivos que la afrenta a sus congéneres si lo descubrían. En ese caso no sólo sería castigado, sino que la penalización de por vida sería justo lo que Tatsumaki había amenazado con quitarle: inmunidad y privilegios.
Su control tecnológico dentro del sistema de ciudades colapsaría. No sería nadie. A eso estaba arriesgándose en ese momento.
Y como si fuera una broma pesada de muy mal gusto, apareció a su costado, tras una pared móvil conectada al pasillo lateral de la sala de operaciones anexa, la fastidiosa peliverde.
—Desactivaste la seguridad justo a tiempo —se dirigió al androide, con una sonrisa triunfal y desdeñosa.
—Si se te ocurre acusarme, testificaré en tu contra —la voz artificial se mantenía en un volumen prudente.
—No podrías sonar más absurdo y desesperado —sabía de antemano que cualquiera con dos dedos de frente podría incriminarle a él antes que a ella si el sistema de seguridad era interrumpido deliberadamente.
Metal Knight no tuvo más opción que tragarse sus propias amenazas. Y ya que ambos tenían en mente el mismo objetivo, la contienda no se hizo esperar.
El pasillo tenía un piso recubierto con paneles metálicos. A los lados, las paredes contaban con todo un arsenal de armas rudimentarias de cacería y artículos medievales.
En medio de un puñado de flechas, ganchos y ballestas, Tatsumaki distinguió el reflejo de su atacante en la superficie de un escudo con espejo, que no dudó en aprovechar con su telequinesis. Apenas lo desenganchó de la pared, giró en defensa propia y detuvo una maza cuyos picos hicieron pedazos el escudo. Cientos de cristales salieron disparados, aunque la peliverde los paralizó en el aire.
—¡Ni siquiera puedes tocarme! ¡Tú nunca me has superado y jamás lo harás!
No estaba segura hasta qué punto sería prudente utilizar sus poderes para contraatacar, ya que necesitaba medir la magnitud o no pasarían desapercibidos por más tiempo.
—Debería partir en dos a esa hojalata inservible para demostrártelo —en un pestañeo, había seleccionado la guadaña con la hoja más larga de todas y cuya refinada punta le serviría muy bien para desmantelar al incauto. "Siempre odie la defensa que tienen tus robots contra mi telequinesis, pero nunca fue impedimento para derrotarlos con otros objetos".
El androide cogió de la pared contraria un carcaj repleto de flechas, mas era obvio que no le daría tiempo de ir por los arcos al otro lado del pasillo.
—Ay, por favor... —la chica estuvo a punto de burlarse, hasta que observó con atención el brazo metálico. De éste sobresalía una estructura compacta, idéntica a un arco de poleas reflexo. Las cuerdas aparecieron y se tensaron en automático luego de escucharse un clic.
ESTÁS LEYENDO
ENCUENTRO INUSITADO
FanficSaitama planeó una excursión de entrenamiento especial en una zona restringida, y Genos decide acompañarlo. Lo que el rubio no sabe es que su maestro ansiaba un tiempo a solas, lejos de él para despejar su mente de los pensamientos que le atosigan...