Por la tarde saliste con Jared por Los Ángeles, y sentías que no estabas disfrutando de tu visita y de su compañía, porque no parabas de pensar en la cara de Niall cuando le dijiste todas esas falsedades. Tus ojos se aguaban solo de pensarlo.
Te entraban ganas de dar media vuelta, volver al hotel y abrazarle, decirle que lo sentías y que estabas empezando a sentir cosas fuertes por él.
Te paraste en seco ‘’ ¿Estoy empezando a sentir cosas por él?’’ –Te asustaste. –‘’No, no puedo. Él no me va a corresponder. ’’ –Pensabas.
Jared: ___, ___ ¿Estás bien? ¡Hey! –Te pasaba la mano por delante de los ojos.
Tú: Lo siento Jared. Tengo que volver al hotel.
Jared: ¿Pas… -Saliste corriendo, dejándole con la palabra en la boca.
Corriste. Corriste como en la vida lo habías hecho. Y no era eso lo que tu mente decía que era lo correcto, pero sentías algo en el pecho que te decía que tenías que correr hacia el hotel y decirle que lo sentías que eras una idiota. Que te perdonara.
Después de cruzar una esquina llegaste al hotel, entraste corriendo, preguntaste al recepcionista y te dijo que habían ido a los ensayos del concierto para el día siguiente. Que volverían tarde.
Tenías el corazón en un puño. Habías dejado a Jared colgado en medio de la calle. ¿Para qué? Pues para nada. Para ganarte un ataque al corazón por todo lo que habías corrido. Por todos los nervios que estabas pasando y los tembleques de tus piernas.
Te metiste a la ducha. Necesitabas una ducha de esas de 1 hora y media. Para pensar, para recapacitar lo idiota que pensabas que habías sido.
Saliste y te pusiste ropa cómoda. Estabas leyendo por segunda vez Tres metros sobre el cielo. La historia de cómo dos chicos completamente distintos. Que al principio se odian pero realmente están enamorados. La forma en la que él quiere cambiar para que ella se sienta a gusto, para que no tenga miedo. Como él la defiende de todo y más. Como por un puto error acaba la vida de su mejor amigo y eso destroza todo. Destroza su relación. Su amistad con su mejor amiga. Como te enseña que con un solo hecho puede cambiar todo en un abrir y cerrar de ojos.
Como te sentías de identificada con ese libro. Sentías que estabas enamorándote de alguien de quien eras completamente diferente. Y te daba miedo. Querías arriesgar. Pero te daba miedo que por un solo hecho todo acabara.
Picaron a la puerta y fuiste a abrir. Viste a Jared, con cara de preocupado.
Jared: Hola…
Tú: ¡Lo siento, lo siento, lo siento! Soy muy idiota lo sé. E impulsiva, pero necesitaba llegar rápido, tenía que comprobar algo y…
Te calló con un beso.
Por la sorpresa no le correspondiste. Él se separó y te miró. Con ojos preocupados.
Tú: Pasa por favor… -Te hiciste a un lado y él entró.
Jared: Lo… Lo siento. –Le devolviste el beso.
Tú: Me gustas. –Te sonrojaste.
Jared: -Sonrió y te abrazó. -¿Qué significa esto?