Louis: ¿Cómo lo hacemos? Hay que distraerlos y hacer que salgan de casa.
Niall: ¿Por qué no los invitáis a una fiesta?
Liam: ¿Qué fiesta?
Niall: Pues una fiesta que va a dar Harry esta noche.
Harry: ¿Voy a dar una fiesta esta noche? Vaya, no lo sabía…
Niall: Sí, vas a hacerlo. Y los vais a invitar. Y ____ no se va a enterar, porque para ella os los lleváis a visitar el London Eye y a cenar por ahí.
Zayn: ¿Pero cómo vamos a organizar una fiesta para esta noche?
Niall: ¡No tiene que haber una fiesta de verdad! Hacedles creer que la hay. Por favor, es por mi futuro con ___. Tiene que decirme que sí. –Puso cara de cachorrito.
Todos: Está bien…
Louis: Nos debes una muy gorda, eh.
Niall: ¡Sois los mejores! –Los abrazó.
Estuvieron todo el resto de la tarde preparando como te pediría matrimonio. Fueron a una joyería y compraron un anillo de oro blanco con un diamante pequeñito en medio, muy sencillo. Volvieron a casa, y lo dejaron todo listo.
Cuando llegaste, enseguida te dijeron de llevarlos al London Eye y tú aceptaste porque estabas cansada de haber andado todo el día.
Estabas tirada en el sofá cuando Niall apareció con una caja grande entre las manos. Te la extendió y la abriste con curiosidad. En ella había un álbum bastante gordo. Abriste la primera página, y había una foto tuya en el día que os visteis por primera vez.
Pasabas las páginas y había fotos de todos los momentos que habíais pasado juntos. Desde el primer día que se os vio saliendo juntos, hasta ese último día.
Después de todas las fotos había un texto que decía:
‘’No nos conocemos desde siempre, ni nos hemos llevado bien desde el principio, pero lo que sí sé es que desde el primer momento que te vi, supe qué harías moverse todo en mi interior. No. En realidad no lo sabía. No me imaginaba que estaría en este momento aquí, contigo a mi lado, diciéndome que me quieres a cada momento, diciéndote que te quiero a cada momento. No me imaginaba que me harías pasar por cosas tan bonitas y tan duras a la vez. Yo sentía que estaba perfectamente antes de encontrarte. Sentía que lo tenía todo y que no me hacía falta nadie para sentirme bien conmigo mismo. Jamás creí que encontraría a alguien que me provocara tanto, que me hiciera actuar como lo haces tú. Que me quisiera de esa manera. Siempre he creído que estar solo no es malo, es más, lo sigo pensando. Pero yo… Yo ya he encontrado a esa persona con la que quiero pasar el resto de mis días. Aún somos jóvenes para esto, pero es lo que siento en lo más dentro de mí. Y es que es verte y sentir que me encantaría vivir contigo miles de experiencias que no viviría con nadie más. Jamás te diría que lo nuestro será para siempre, porque nada dura para siempre, ni siquiera la vida. Pero si que puedo jurar que te voy a querer hasta el día que tú dejes de hacerlo. El día en que me digas que ya no me quieres me olvidaré de ti. No te buscaré y no te presionaré, pero eso sí, no me pidas que deje de quererte porque no puedo hacer milagros, y eso es algo imposible. Pero hasta que llegue el final de nuestras vidas vamos a disfrutar, juntos y vamos a coger cada momento que tengamos y lo vamos a hacer nuestro. Vamos a juntar todas nuestras historias y las vamos a dejar marcadas en las siguientes hojas de este álbum. El álbum de nuestra vida. Para mí este álbum significa el final de algo bueno, pero para dar paso al principio de algo mejor. Dime que sí quieres seguir escribiendo en él. Dime que sí quieres casarte conmigo…’’
Te levantaste mirándole a los ojos. Dejaste el álbum a un lado y te acercaste a él. Sin dejar de apartar la mirada de la suya. Pusiste ambas manos en sus mejillas y lo acercaste a tus labios, besándolo como no lo habías besado jamás. Pasó las manos por tu cintura y te abrazó con mucha fuerza.
Niall: Te quiero… -Te susurró entre beso y beso. –Quiero pasar todos los días de mi vida a tu lado. Para siempre.
Te separaste de él, y Niall metió la mano en el bolsillo, sacando una cajita de terciopelo rojo. La abrió y dejó ver un anillo de compromiso.
Niall: ¿Quieres casarte conmigo, Futura señora de Horan?
Tenías los ojos llenos de lágrimas y sentías que no te salía la voz. Te acercaste a él y lo hiciste levantarse. Lo abrazaste fuerte y le dijiste:
Tú: Claro que sí. Sí y mil veces sí. –Le besaste otra vez. Te puso el anillo en el dedo anular de la mano derecha. -¿Ahora es oficial?
Niall: Oficial del todo. No te me vas a escapar jamás…
Tú: No tenía intención de hacerlo… -Te sonrojaste.
Te abrazó y te besó el cuello. Fue subiendo hasta tu oreja.
Niall: Te quiero. –Te besó el lóbulo y un escalofrío te recorrió de arriba abajo.
Te volvió a abrazar y te impulsaste para rodear su cintura con tus piernas. Él te sujetó por los muslos y caminó escaleras arriba hasta la habitación, y allí te dejó sobre la cama y se posicionó encima de ti. Os mirasteis fijamente y tú le sonreíste, lo que le dio la seguridad de seguir con lo que estaba.
Poco a poco fue deshaciéndose de vuestra ropa con delicadeza, te trataba con mucha dulzura y cuidado, como si lo más valioso que él tuviera estuviera entre sus brazos.
Te besaba con amor, pero en los besos se notaba la pasión que sentíais cuando te hacía el amor lentamente, disfrutando el uno del cuerpo del otro, mezclando respiraciones y caricias, hasta que llegasteis al clímax, uno detrás del otro.
Salió de ti y se acostó a tu lado, abrazándote aún con la respiración agitada.
Niall: Eres perfecta… -Te besó la frente.
Tú: Gracias por haber sido tan dulce…
Niall: Te lo merecías… -Te besó los labios. –Futura señora de Horan. –Terminó la frase. –Me encanta como suena.
Tú: Me encanta como suena saliendo de tus labios. –Le besaste una vez más.
