Y aunque ya lo supieras, aunque él ya lo supiera, decir esas palabras te había hecho reconocer que por muy mal que lo pasaras en un futuro, la vida siempre te daba otra oportunidad.
Niall te cogió por la cintura, acercándote a él y a escasos centímetros de tus labios susurró:
Niall: Te quiero. –Entonces te besó.
Después de hacerle entrar en razón sobre que te irías, el aceptó, con la condición de que os esperaríais y que volverías pronto. A la 1:00 o así, se marchó a casa. Tú tenías que dormir ya que al día siguiente por la noche/madrugada saldrías camino a Sidney.
Os despedisteis y entraste a casa.
A la mañana siguiente, te despertaste muy sonriente. Desayunaste con tu madre, y te ayudó a hacer las maletas. Comisteis y a las 4 vino a buscarte Nadia. Fuisteis a dar una vuelta por el centro comercial y te hizo comprarte dos bikinis para que los estrenaras en Australia.
Esa tarde, os acabasteis de contar todo lo que os había pasado durante los últimos tres meses. Le contaste sobre los sitios donde habías viajado y lo que más te había gustado de ellos.
Más tarde, cuando llegasteis a la puerta de tu casa, llegó la hora de que os despidierais
Nadia: ¡Y no te pases con las fiestas! Llámame siempre que puedas, y disfrútalo que te lo mereces tía. –Te abrazó muy fuerte.
Tú: Adiós, guarra. Te echaré de menos. –Le abrazaste otra vez.
Cuando se fue, entraste a casa y pasaste las últimas horas que te quedaban en Londres con tu madre, hasta que recibiste una llamada.
Tú: ¿Si?
*: ¿Es el número de la princesa más bonita que he conocido nunca?
Tú: -Reíste. –No, se equivoca eh.
*: Vaya, pues entonces cuelgo. –Calló.
Tú: ¡Niall! –Reísteis.
Niall: Jamás te dejaría colgada idiota… -Notaste la sonrisa en el otro lado de la línea. -¿Estás nerviosa?
Tú: Algo… Nada que no se me pase hablando contigo.
Niall: Te voy a echar de menos…
Tú: Amor… Por favor no empieces ¿Vale? Ya te lo dije y te lo prometí, que volveré y que te esperaré.
Niall: ¡Me da igual eso! Aun que vuelvas, ¿Qué haré sin ti el tiempo que no estés?
Tú: Pues llamarme, enviarme WA, hablarme por Skype, y sobre todo no olvidarte de mí. Entonces cuando vuelva, seré toda tuya.
Seguisteis hablando bastante rato, hasta que le dijiste que tenías que descansar algo antes del vuelo. Os despedisteis y te prometió que más tarde iría al aeropuerto a despedirse de ti bien.
Te metiste a la cama y dormiste bastante. Cuando te levantaste, te metiste a la ducha y te pusiste la muda que habías dejado fuera de la maleta. Tú madre te esperaba cargando las maletas en el coche. Antes de subir te giraste para mirar por última vez en un largo tiempo el que había sido tu hogar. Donde habías vivido tus peores y tus mejores momentos. Sonreíste y te metiste en el coche.
Llegasteis al aeropuerto y tu madre te acompañó hasta la entrada. Facturasteis las maletas juntas, y al ver que ella se caía de sueño, le dijiste que se fuera a casa, que una vez allí solo debías esperar y que era una tontería que estuviera ahí contigo. Os despedisteis y le prometiste que la llamarías en cuanto llegaras.
El tiempo pasaba y cada vez quedaba menos para que cogieras el avión.
Hicieron la primera llamada de tu vuelo, salías en una hora. Mirabas para todos lados. Ni rastro de Niall. Preferiste ir a comer algo que quedarte solamente esperándole. Te volviste a sentar, ahora con el estómago lleno.
Volvieron a anunciar tu vuelo, en 40 minutos embarcabas.
Te levantaste, pensando que él no vendría, y casi por instinto te giraste a buscarle una última vez. Y ahí estaba él, mirando hacia ti, con una cajita entre las manos. Corriste hacia él, saltando a sus brazos. Te alzó y tú enrollaste las piernas en su cintura y pusiste tus manos en sus mejillas, acariciándole suavemente.
Tú: Pensé que ya no vendrías. –Le susurraste.
Niall: Puede que sea la última vez que te vea, no me lo perdería por nada del mundo.
Tú: No digas eso… -Le acariciaste la frente.
Niall: Es verdad, amor. Tú lo dijiste, ¿No?
Tú: -Dudaste. –Niall…
Niall: -Te interrumpió. –Tranquila. Confío en ti y sé que volverás. –Acercó su frente a la tuya. –Estás preciosa.
Volvieron a anunciar tu vuelo. En media hora embarcabas.
Tú: Niall, tengo que irme.
Niall: Estás a tiempo de quedarte conmigo y ser mi chica para siempre. Además te librarías de viajar en avión.
Tú: Niall… -Le dijiste en tono de reproche.
Niall: Está bien… -Te bajó.
Te puso las manos en la cintura, abrazándote. Tú subiste la mano a su oreja, acariciándole el pelo de esa zona, mientras lo mirabas con ternura. Te daba mucha pena irte y dejarlo allí, a más de 100.000 km de distancia.
Le mirabas a los ojos y él te sonreía.
Niall: ¿Sabes? Siempre he creído que encontraría a mi princesa, la enamoraría y seríamos siempre felices, viajando juntos, viviendo el uno para el otro. Nunca pensé que ella me enamoraría a mí y viajaría sola, para alejarse de mí. –Agachó la mirada.
