El resto del viaje no quisiste soltarle la mano, y pareció que a él no le molestaba en absoluto.
Te estuvo contando sobre los chicos y te hizo cambiar un poco de opinión, ahora creías que no podías juzgarles sin conocerlos y querías saber más de ellos.
Tú: Entonces dices que Liam duerme con un peluche de Woody ¿No? Ya, claro. –Dijiste riendo.
Niall: ¡Que sí! Lo juro. Realmente yo soy el más maduro de los cinco.
Tú: -Reíste.- Sí, Horan, sigue soñando.
Iba a contestarte, pero una turbulencia en el avión hizo que, le apretaras más su mano, cerraras los ojos muy fuerte y quitaras esa sonrisa de la cara.
Niall: Tranquila, ya está, es solo una pequeña turbulencia y estoy aquí. –Dijo acariciándote la cabeza.
Abriste los ojos cuando notaste que el temblor había pasado.
Tú: Muchas gracias, Nialler. –Le sonreíste, mirándole a los ojos, y una vez más te perdiste en ellos.
Se te estaba haciendo costumbre mirarle así, y cuando te diste cuenta agachaste la cabeza. No sabías que provocaba en ti, pero sentías algo que creíste que eran las famosas mariposas. Sacudiste la cabeza, quitándote esa idea de la mente.
El avión llegó a la primera parada del tour. Los Ángeles. En cuanto tocasteis tierra te separaste de Niall y te juntaste con Jared. No sabias que era lo que ‘’sentías’’ por él pero te daba miedo. No querías enamorarte de un famoso, y debías alejarte lo máximo posible. Refugiarte en tus prácticas, y en tu nuevo amigo Jared.
Jared: ¿Qué tal con el pijito? –Te preguntó refiriéndose a Niall. -¿Es tan creído como parece?
Tú: Em… Es un idiota, ya sabes. Y la verdad, conmigo se ha hecho el humilde, pero sé que no es real. –Mentías.
Jared: -Rio. -Oye, ¿Qué te parece si más tarde salimos a visitar esto juntos? No tenemos quesoportar a los famositos hasta la noche, podemos pasarlo bien ¿No?
Tú: Claro, me encantaría. –Sonreíste.
Jared era muy atento contigo, pero al mirarle no sentías lo mismo que cuando mirabas a Niall y te diste cuenta de ello, pese a que no querías admitirlo.
En el viaje al hotel Niall había intentado hablar o hacer contacto visual contigo, pero tú lo evitabas, entablando conversación con quien fuese que estuviera a tú lado o simplemente haciendo que hablabas por móvil. Hasta que, mientras distribuíais las habitaciones del hotel, él te cogió del brazo y te llevó a un cuarto lleno de fregonas y cosas de limpieza.
Tú: ¿Qué crees que haces? –Dijiste mirando donde te había metido y soltándote de su agarre.
Niall: Quería preguntarte algo.
Tú: ¿Era necesario esto?
Niall: ¿Me estás evitando?
Tú: No me respondas con otra pregunta, lo odio. Respóndeme, ¿Era necesario?
Niall: Sí, ahora responde tú, ¿Me evitas?
Tú: No, es solo que no quiero hablar contigo ¿Vale?, no me caes bien Niall, ni tú ni ninguno de los chicos. Ahora déjame y por favor, haz que nuestra relación sea lo más breve posible. Tú estás aquí para trabajar, yo para conseguir trabajo. Nos limitamos a eso, ¿Está bien? Está todo dicho.
Saliste del cuarto y te dirigiste con todos los demás. Después de esa conversación sentías un vacío terrible en tu interior, no podías evitarlo, y no querías creer que fuera por lo que le habías dicho al irlandés. Eso no podía afectarte tanto. No lo conocías, y no te caía bien, eso era todo lo que sentías por él. O lo que intentabas hacerte creer.
