Niall: ¿Por qué lo sientes?
Tú: Fui una idiota al pagarte con la misma moneda… Debí haber hablado contigo antes de actuar de esa manera. Fui muy…
Niall: Shh. –Te interrumpió. –Te entendí… Yo no sé cómo hubiera reaccionado, a lo mejor hubiera sido peor y… No lo sé. Esto es difícil para mí también. Me siento como una mierda. ¿Sabes lo que es que la persona que más quieres no pueda verte sin ponerse a llorar? Se me rompió el corazón.
Tú: Lo siento muchísimo… -Le abrazaste más fuerte. –Esto es raro…
Niall: Ya… ¿Qué va a pasar con nosotros?
Tú: No lo sé. No sé qué voy o qué quiero hacer. No sé si puedo perdonarte. Quiero hacerlo pero…
Niall: Sé cómo te sientes… Y lo siento joder. Te quiero, ___.
Tú: Yo… Yo también.
Niall: -Te miró a los ojos. -¿Y ahora?
Tú: Han sido los peores días de mi vida, Niall. Todo el mundo me agobiaba y me preguntaba cómo me sentía. Yo solo quería correr y abrazarme a ti como antes, que me dijeras que todo estaba bien.
Niall: Y todo está bien.
Tú: Me da igual lo que pasara esa noche, me da igual que se nos fuera la olla y que nos hiciéramos daño el uno al otro. Ahora solo me importa esto. –Te señalaste y luego lo señalaste a él. –Solo me importa un nosotros.
Niall: -Te abrazó. –Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. –Te agarró de las mejillas y te miró a los ojos. –Te quiero.
Le sonreíste y pasaste las manos alrededor del cuello del chico. Cortaste la distancia que os separaba y le diste un beso. El beso que tanto ansiabais y esperabais. El beso de la reconciliación.
Niall: ¡Por cierto! Esto te pertenece. –Metió su mano en el bolsillo y sacó el anillo con el que te había pedido matrimonio la primera vez. -¿Sigue en pie?
Tú: Sí. Para siempre. –Te puso el anillo y volviste a besarlo.
Picaron a la puerta, lo que hizo que os separarais. Él te sonrió y pidió al que picaba que entrara. Paul pasó y al veros juntos te sonrió.
Paul: Niall, tienes que volver al escenario, se han acabado ya las preguntas de Twitter.
Niall: Voy. –Te miró. -¿Te quedas en el backstage? –Tú asentiste.
Lo acompañaste hasta la entrada al escenario y te quedaste ahí con Eleanor, que al verte te abrazó. Visteis el resto del concierto desde ahí, y notaste como Niall estaba mucho más activo que antes de que hablarais. Ese pensamiento te hizo sonreír.
Tú provocabas eso en él. Vida, alegría, vitalidad. Todo lo que él provocaba en ti. Te robaba sonrisas hasta en los momentos más difíciles, y eso no era algo fácil de conseguir.
Lo querías, él te quería. Y todo volvía a ser igual a como había sido tiempo atrás.
Acabó el concierto y Niall decidió que pasaría de estar con los chicos esa noche para estar contigo.
Fuisteis a casa de Natasha para dejarla e iros a cenar juntos a algún McDonald’s. Después de cenar, Niall condujo hasta su casa y después de ver una peli en el sofá, que más que verla, la teníais de fondo mientras os besabais y acariciabais, subisteis a la habitación donde la pasión y la lujuria de los besos que os habíais dado abajo volvió a surgir y acabasteis haciendo el amor como la primera vez, entregando todo el uno para el otro.
***
Casi un mes después, te encontrabas saliendo de una farmacia con Eleanor. Todo con Niall iba genial, pero había algo que todavía no estaba bien del todo. Estabas preocupada por el hecho de que tenías un retraso de dos semanas.
Llegasteis a casa y corriste hacía el baño para hacerte la prueba de embarazo.
Eleanor: ¿Qué ha salido? –Te preguntó cuándo saliste.
Tú: Aún nada…
Dejaste la prueba encima de la mesa y te sentaste en el sofá tapándote el rostro con las manos. Eleanor la cogió y miró como iba cambiando de color.
Eleanor: ¿Dónde está la caja?
Tú: En la estantería del baño. –Fue a buscarla y volvió mirando cual era el color de las dos opciones.
Eleanor: Rosa sí, azul no.
Tú: ¡No me lo digas! ¡No quiero saberlo! –Te levantaste y diste una vuelta por el salón.
Eleanor: -Te miró. -¿Segura? –Extendiste la mano y ella te lo dio.
Tú: ¿Azul que era?
Eleanor: Que no.
Tú: Pues ha salido rosa. –Suspiraste y te dejaste caer en el sofá. –Mierda.
En ese momento la puerta principal se abrió y entraron Niall y los chicos. Rápidamente escondisteis la prueba y la caja debajo de un cojín. Estuvisteis juntos toda la tarde, y Niall te notaba rara, pero decidió no decirte nada. Por la noche, después de cenar, Niall se tiró en el sofá, y, accidentalmente, se sentó sobre la prueba de embarazo. La sacó de debajo de su trasero y al verla te miró con los ojos muy abiertos. Tú te quedaste mirándolo, mordiéndote el labio sin saber bien que decir.
Niall: ¿Y esto? –Te preguntó con un hilo de voz.
Tú: Pues… Una prueba de embarazo.
Niall: ¿Tuya? –Asentiste. –Ah… ¿Y qué ha salido? –Empezaba a palidecer.
Tú: Amor… -Te sentaste a su lado y le acariciaste la rodilla. –Vamos a ser papás.
Él te miró con los ojos muy abiertos y respiró hondo. Miró la prueba y la dejó sobre la mesa. Después se acercó a ti y te abrazó muy fuerte, levantándote por los aires.
Niall: Te quiero. –Te besó. -Gracias –Te volvió a besar. –Cásate conmigo. -Sonreíste besándole.