Bajasteis a desayunar, de la mano y riendo, como siempre, y otra vez os tocó sentaros cerca de los chicos.
A ti no te importó mucho, pero notaste cierta molestia en Jared, que seguía sin tragarlos. Pero aun así os acercasteis a ellos y os sentasteis.
Tú: ¡Buenos días! –Sonreíste.
Louis: Te veo algo más contenta… ¿Buena noche? –Levantó las cejas pícaramente, mirando a Jared.
Tú: -Te sonrojaste.
Zayn: Supimos lo del encuentro de esta mañana con tu hermana. –Reía disimuladamente y tú cada vez te sonrojabas más.
Tú: No hicimos nada. –Te excusabas.
Harry: Las risas que se escuchaban no decían lo mismo –Liam soltó una carcajada echándose hacia atrás en su silla.
Tú: ‘’Lo han oído. ¿Todos?’’ –Pensaste.
Miraste a Niall y estaba con la cabeza gacha, revolviendo su bacón, sin probarlo. Los chicos vieron que lo mirabas y miraron hacia él también.
Liam: Nialler, ¿No tienes hambre? –Le puso una mano en el hombro.
Niall: No demasiado. –Mala señal. Los chicos se miraron entre ellos.
Harry: ¿Ha pasado algo?
Niall: No, es solo que no he pasado buena noche… -Levantó la cabeza y te miró.
Ibas a hablar cuando sentiste la mano de Jared en tu pierna. Miraste hacia la mano, y después lo miraste a él a los ojos. Sin pronunciar palabra, solo moviendo los labios pronunció ‘’Te quiero. ’’ Y tú consciente de que todos os miraban le susurraste ‘’Yo también, amor. ‘’ Te dio un beso corto y volvió al desayuno. Tú agachaste la mirada y cuando la levantaste, tus ojos se encontraron con esos ya tan familiares.
Te sentiste mal. No sabías el que, pero había algo diferente en ellos… Era como si no brillaran más.
Acabasteis de desayunar y fuisteis a los estudios de la radio donde los chicos estarían durante esa mañana.
Cuando salisteis de los coches, te dirigiste con tu hermana a los vestuarios, para comenzar a prepararlo todo para arreglar a los chicos.
Cuando entrasteis y os quedasteis solas, ella habló:
Lou: ¿Me vas a contar ya que te traes con mi cuñado? –Dijo sonriendo cariñosamente.
Tú: Em… Lou ¿Es necesario? Las dos sabemos que sabes lo que pasa, y estás torturándome.
Lou: ¡Eres una exagerada! Bueno, cuéntame, ¿Cómo fue?
Tú: Pues íbamos paseando y me besó, yo salí corriendo, por que no sé que me pasó y el vino detrás de mi, venia a disculparse, pero le dije que me gustaba, luego me dijo que yo a él también, entonces, decidimos intentarlo, y aquí estamos.
Lou: No me lo estás contando todo…
Tú: ‘’ ¿Habrá notado mis dudas? ‘’ –Pensaste. -¿Cómo que no?
Lou: Como que no. ¿Qué hacía esta mañana en tu cuarto? ¿Usasteis protección verdad? ¡Todavía no quiero un primo para Lux!
Tú: ¡LOU! –Echaste a reír. –No hicimos nada. Solo vino a darme las buenas noches y yo le pedí que se quedara y él como buen caballero que es, accedió. Pero solo compartimos sabanas, ¡YA ESTÁ!
Lou: ¿Besa igual de bien que su hermano?
Tú: Lou… No sé como besa Tom… ¿POR QUÉ HABLAMOS DE ESTO?
Lou: ¡No sé, hace tiempo que no hablamos como hermanas! Te has distanciado mucho de la familia ___…
Tú: No empieces por favor…
Tu hermana iba a decir algo, pero entraron los chicos para que los maquillarais y peinarais. Lou te miró y te abrazó.
Lou: Empieza por Zayn, ¿Vale?
Tú: Está bien. –Cogiste el material y le pediste a Zayn que se sentara.
Mientras arreglabas a Zayn, él hacía muecas raras por el maquillaje y el olor de la laca. Tú te reías y él se hacía el enfadado, haciéndote reír más aún.
Cuando terminaste con el pelinegro, le pediste a Liam que ocupara su lugar. Con él fue todo más tranquilo, te preguntaba cosas de tú vida y tú le respondías con confianza, como si fuera un amigo de toda la vida. La verdad es que realmente los chicos eran geniales.
Cuando por fin acabaste con Liam, tú hermana te pidió que acabaras con Niall, que estaba medio maquillado y con él pelo mojado, que ella tenía que atender una cosa de Lux.
Los chicos se fueron a hablar con el manager, y Niall y tú os quedasteis solos en el camerino. Cogiste lo necesario del maletín y te acercaste a él. Primero te colocaste detrás de él y le secaste el pelo. Lo tratabas con sumo cuidado. Tenía un tacto suave y olía a su perfume, de esos que huelen a adolescente, de los típicos que ninguna chica puede resistir.
Pasaste a maquillarlo. Te pusiste frente a él, levantándole la cabeza por la barbilla.
Tú: Cierra los ojos por favor. –Dijiste suavemente.
Le pasaste la brocha del maquillaje por encima de sus parpados.
