— ¿Que pasó, Victor? ¿Te contestó la llamada?
— No, debe estar ocupado, según las noticias, Chris se volvió entrenador de un chico y lo está entrenando en Suiza, de ahí es él... pero lo pensé bien, doy gracias a que no haya contestado, de seguro le daría un infarto o algo así por qué, todos piensan de seguro que "La leyenda viviente" esté muerta, hablaré con él en unas semanas, no estoy mentalmente preparado por como reaccione — Resopló un poco con fastidio por lo que entristeció a Sergei.
— Lo siento... Debí haber buscado a tu familia pero papá decidió que lo hagamos cuando despertaras.
— No, en realidad, debo darles las gracias por eso — Cerró sus ojos y miró a Sergei para darle una sonrisa ladina y encantadora, por lo que las mejillas de su doctor se tiñeron de rosas.
— ¿Estás bien con eso?
— Por supuesto.
Durante todo este tiempo de recuperación Víctor y Sergei entablaron una relación de amigos y con Andrusha era también así solo que él trataba a Víctor como si fuera alguien de su familia.
Andrusha lo trataba como si fuese su hijo, habían veces que se le escapaba el nombre de Vladimir por tal parecido que tenían los dos albinos para después disculparse.
Sergei se había encariñado mucho con Víctor, hablaban de muchas cosas, de su infancia, Sergei salía para recorrer el bosque con Víctor, veían películas, en fin, se volvieron amigos muy cercanos, pero Sergei nunca había estado tan cerca de una persona como Víctor, siempre estaba metido en su mundo, estudiando y trabajando que hasta no tenía tiempo para relaciones amorosas por lo que en algunas ocasiones es se sentía levemente atraído emocionalmente por el de ojos zafiro, Victor le había contado en una de sus pláticas que habían hecho después de que recordara, que tenía esposo así que Sergei lo aceptó y lo respetó, siempre era muy educado y de buenos valores, así lo había educado su padre.— ¿Quieres comer algo? — Le sonrió a Víctor y este se le iluminaron los ojos.
— ¡Por supuesto!
— Bien, te prepararé una ensalada de frutas — Le sonrió.
— ¿Cuando va a ser el día que me dejes comer comida chatarra? — Hizo un puchero y se cruzó de brazos.
— Cuando estés totalmente curado, quizá te deje probar un poco de pizza... o quizás no.
— Eres un doctor perverso, Fedorov.
— Amo mi trabajo~ — Dijo esto para reír muy fuerte a lo que el albino se le contagió la risa.
— Eres muy divertido, Sergei — Rió y un repentino dolor hizo que parara de repente, a lo que dió el sonido de un quejido y preocupó a Sergei.
— ¿Qué pasa, Víctor? ¿Otra vez los dolores de cabeza? ¿Estás recordando algo?
Muchos recuerdos pasaron por su mente, de su cumpleaños, el de sus compañeros, familia, eventos de patinaje, citas con su esposo, hasta los momentos más íntimos.
Todo se veía tan hermoso, que a pesar del dolor sonreía y sus ojos se iluminaron por las lágrimas, Sergei se asustó así que lo obligó a acostarse en su cama para traer una inyección qué provocaría que el dolor baje.
La pequeña sonrisa que tenía el ruso de cabellos plateados se desvaneció, se borró y fue reemplazada por una mueca de dolor, enojo.
Su sangre le recorría con rapidez por su cuerpo por la adrenalina que sentía por esas emociones que su corazón todavía débil, trabajó más de lo que pudo, haciendo que este se cansara y estuviera a punto de provocar un infarto que mataría a Nikiforov.
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On The Blades© (Victuuri)
FanfictionDespués de que Víctor Nikiforov descubriera la infidelidad de Yuuri Katsuki con el patinador de oro Yuri Plisetsky, encontraron el auto de Nikiforov al fondo del lago Sestroretski Razliv en San Petersburgo por un accidente muy tarde en la noche, pe...