Lilia Baranovskaya estaba en camino hacia el hospital como había dicho, se subió a su auto y paró a una tienda que conocía muy bien por la calidad, se estacionó y bajo para comprar algo de comida para Vitya, tal vez una ensalada le haría bien de paso lo quiso premiar con una barra del chocolate blanco que tanto le gustaba el albino, un poco de azúcar no le haría mal, pensó.
Últimamente estaba bastante desconcertada por la actitud de Yuratchka hacia Victor ya que estaba muy a la defensiva cuando se trataba de él, esquivaba la conversación y se comportaba más enfadoso de lo normal, a simples palabras estaba muy decepcionada, Victor no había estado con ellos en un largo tiempo, pudo haber tenido una secuela tras el accidente o pudo haber muerto, ya sea por el golpe severo en el cráneo o de ahogamiento mientras su auto se hundía en el lago aquella vez, mientras que Yakov y Lilia como los buenos tutores de Victor saltaron de alegría cuando confirmaron que Victor estaba con vida el rubio pareció estupefacto y sin emoción, aún que la rusa se enteró por las noticias no dudó en correr a donde él se encontraba, todas esas noches en las que rezó, lloró y pidió a Dios que le regresaran a Victor funcionó, nunca perdió las esperanzas.
Por otro lado, Lilia no era tonta, sabía que Victor era una persona muy amable y alegre, pero cuando Yakov o ella mencionaban el nombre del pequeño ruso, este se fruncía el ceño enojado sin intentar disimular, al principio creían que era solo una broma pero como fueron pasando las semanas y notando su recuperación, pudieron notar como Victor era ahora intolerante hacia Yuri Plisetsky. La ojiverde sabía que pasaba algo, estando ya varios años conviviendo con esos dos ha aprendido conocerlos tanto que sabe que algo no anda bien.
Emprendió camino a ver a Victor de nuevo y en un semáforo rojo apretó sus uñas retocadas al volante, estaba estresada, por que vieran por donde vieran ella al no tener hijos, los había considerado suyos silenciosamente al igual que Milla y Georgi quienes formaban parte del equipo ruso. Una vez llegó, preguntó por Victor a una de las enfermeras donde se encontraba, asintió cuando le dijeron que en unos minutos terminaría por lo que pidió que por favor le dijeran que se encontraría en la cafetería del lugar.
— Lilia, buenas tardes — Escuchó una voz masculina y vió al prestigiado, jubilado doctor del lugar, Andrusha Fedorov.
— Dr. Fedorov, buenas tardes — Saludó cortésmente — Creí que ya no elaboraba en el hospital — respondió curiosa al verlo en bata blanca, hace unos años él la había atendido y quedó satisfecha por la dedicación de su trabajo.
— Hubo una operación sumamente delicada en uno de mis antiguos pacientes, mi hijo estaba a cargo pero necesitaba que evalúe la situación y le diera mi opinión acerca de que podría hacer, Sergei terminó finalizándolo en éxito.
Lilia sonrió levemente al ver el orgullo en sus ojos — La persona a la que vengo a visitar es atendido por Sergei, su nombre es Victor Nikiforov.
— Oh si, lo conozco — Miró su reloj y la miró con una leve sonrisa — Lo siento, tengo que irme.
La mujer asintió y se despidió del hombre para verlo desaparecer, le tomó un sorbo a su café para hacer una mueca, no volvería a comprar el café del hospital. Cerca de la puerta pudo ver como Victor se acercaba caminando, hace semanas había dejado la silla de ruedas.
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On The Blades© (Victuuri)
FanfictionDespués de que Víctor Nikiforov descubriera la infidelidad de Yuuri Katsuki con el patinador de oro Yuri Plisetsky, encontraron el auto de Nikiforov al fondo del lago Sestroretski Razliv en San Petersburgo por un accidente muy tarde en la noche, pe...