Después de que Víctor Nikiforov descubriera la infidelidad de Yuuri Katsuki con el patinador de oro Yuri Plisetsky, encontraron el auto de Nikiforov al fondo del lago Sestroretski Razliv en San Petersburgo por un accidente muy tarde en la noche, pe...
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No es que no lo quiera, el estar cerca de su marido le incomodaba, ¿Tomar terapia juntos? Tal vez eso podría ayudar a arreglar sus diferencias pero, diablos, tenía miedo a que la historia se vuelva a repetir, estaba seguro que trataría de ser un mejor hombre si su esposo hace lo mismo pero ¿Qué le garantizaba que volverían a lo de antes? Estaba muy indeciso y se sentía que se estaba ahogando por considerarlo que hasta le daba muchas vueltas al asunto, por lo tanto lo necesitaba, aunque Yuuri hizo lo que hizo podría considerar el darle una segunda oportunidad, el propio Sergei se lo había aconsejado y confiaba en él, se sentía perdido y sin rumbo, con la mirada vacía al techo mientras sentía el sonido de la dulce voz de su esposo hablando en japonés por teléfono.
Era de noche, y la luna estaba en su punto más alto, la luz se colaba entre las cortinas y se dio cuenta como la cama se hundía a su lado.
Yuuri, su adoración, estaba tan cerca pero tan lejos, rió en sus adentros por la típica frase, oyó a Yuuri quitarse los anteojos y acomodarse a su lado, también sintió como este tomaba su mano.
— Mamá te manda saludos — Vió como sus ojos brillaban con intensidad y sonrió levemente.
— Oh — Sonrió — Me alegra saberlo...
El intenso café-rojizo de los orbes de su esposo lo tenían cautivado esa noche, no sabía qué tenía Yuuri, los últimos días había estado deprimido pero ahora se le veía mejor, odiaba esto, odiaba su vida actual, odiaba ya no poder abrazar y besar a su marido como antes, lo miró, el rostro de Yuuri tenía plasmado una leve sonrisa mientras miraba su celular, ¿Qué está haciendo? ¿Se está mensajeando con alguien? ¿Con quién? Mierda, odiaba ser tan inseguro, pero tenía justificacion de eso, le dolía no poder confiar en su esposo con totalidad.
— ¿Con quién hablas? — Preguntó sin sonar molesto.
Yuuri sonrió de lado para verlo — Con Pichit dice que tiene que contarme algo y está muy feliz.
— ¿Y bueno? ¿Qué es? — Suspiró aliviado.
— No me ha dicho, dice que me lo quiere decir en persona...
Victor arqueó una ceja con curiosidad — ¿Vendrán a Rusia?
— Es lo más probable, dijo que quiere venir a hacer turismo ya que la última vez que vino se fue rápido, aunque de seguro a Seung le da igual.
Victor soltó una leve carcajada, se imaginó al coreano rodando los ojos mientras era arrastrado por el tailandés en St. Petersburgo.
— No sería de Pichit si no viniera a hacer turismo.
— Si... Recuerdo cuando lo conocí en Detroit al día siguiente fue la fiesta de bienvenida en la universidad, después de esa fiesta a la mañana siguiente quiso hacer turismo, yo había tomado algo de alcohol y no me sentía bien por lo que le dije que se adelante y lo alcanzaba al centro comercial y...
