Después de que Víctor Nikiforov descubriera la infidelidad de Yuuri Katsuki con el patinador de oro Yuri Plisetsky, encontraron el auto de Nikiforov al fondo del lago Sestroretski Razliv en San Petersburgo por un accidente muy tarde en la noche, pe...
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El día de mañana era navidad y el cumpleaños de Victor Nikiforov quien aún se encontraba en el hospital que se había convertido en su refugio, Yakov Feltsman le pedía que vaya a su casa a descansar para tener los cuidados de su esposo, Victor se negaba diciendo que no se sentía muy bien cómo dejar el hospital.
Yuuri Katsuki iba de vez en cuando a visitarlo con su alumno Minami Kenjirou para al menos ligerar el ambiente incomodo entre ellos, como el Grand Prix era el 26 de Diciembre los japoneses habían estado ocupados junto con los demás entrenadores y patinadores por la última competencia del Grand Prix.
Víctor se encontraba descansando en la habitación del hospital dándose una suposición de qué habría pasado si no habría descubierto la infidelidad de su esposo ¿Le habría dejado? Hizo una mueca con amargura, después de todo estaban destinados a no estar juntos.
Escuchar un leve golpeteo en la puerta era muy frecuente, enfermeras, amigos lo visitaban muy a menudo — Adelante — Dijo y dos personas muy conocidas para él entraron en la habitación.
— ¡Oh, Vicchan! — Una mujer regordeta se acercó a él dándole un gran abrazo — ¡Es un milagro!
— Hola, hijo — Se les unió en el abrazo — Que bueno que apareciste a salvo, después de tanto tiempo.
Sus lindos suegros le abrazaban con cariño y sonrió con ternura al recibirlos.
— Nos habías tenido muy preocupados cuando nos llamaron avisando del accidente, hubieras visto como estaba nuestro pobre Yuuri... estaba sufriendo mucho por tu desaparición — Dijo Hiroko con tristeza — Fue un gran dolor para nosotros el saber que no podríamos volver a verte, cariño.
Víctor sonrió por lo último — Entiendo.
— Makkachin estará feliz de verte — Dijo Toshiya.
— ¡Cierto! Se alegró cuando reconoció su hogar, ha estado esperando a tu regreso — Dijo su suegra.
— Ya quiero verlo.
Oyeron la puerta ser tocada, y Sergei entró sonriente para saludar a las visitas.
— Es hora de tu tratamiento — Victor se sentó en la cama, y se preparó para recibir una inyección mientras que sus suegros observaban el procedimiento — Me gustaría que pases por él área de rehabilitación a trabajar en los músculos de tus brazos y piernas ¿Quieres patinar de nuevo, verdad?
Víctor rió levemente, Sergei lo conocía bien en el tiempo que convivió con él — Me gustaría, aunque ya estoy retirado.
— Retirado o no, irás, no puedes caminar y estar parado por mucho tiempo así que si queremos mejorar tu condición física tendrás que venir aquí a las sesiones o bien hacerlo en casa con una persona designada para ayudarte — Victor prefería el hospital, y se aterró al ver la mirada iluminada de la mujer.
