ñoco ñoco

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aaarabia: la luz que iluminó mi vida<3

Hoy estoy con la regla y estoy sentimental, por lo cual mi plan es tirarme en el sofá y comer como una cerda todo el día, porque no se me apetece hacer nada. Mis amigas quieren salir y no tengo ánimos para eso.

A las seis me encuentro tumbada en el sofá con una camiseta de pijama ancha y en bragas, el cenicero lleno de colillas y comiendo con mi gata encima. Es lo más bonito del mundo, hasta que algún hijo de puta llama a mi puerta para hacer la gracia.
Dispuesta a salir para tirarle una zapatilla a la persona que sea, abro enfadada y me encuentro con Gemma.

—Así que es verdad lo de que no vas a salir— ella viene arreglada y maquillada.

—No sé que pretendes que haga si los dolores que tengo me van a matar— me hago a un lado para dejarla entrar.

—Hueles mal, cerda— dice haciendo caras de asco y me huelo.

—¿Qué ladras? Si me he duchado esta mañana—

—Era por si colaba que te tenías que duchar y quizás te venían las ganas de salir— se enciende un cigarro y me invita a uno —¿Hacemos un trato?—

La miro raro, alzo una ceja y me siento en el sofá esperando que suelte su maravilloso plan.

—Venga, sorpréndeme— me río de imaginar lo que me va a decir.

—Te invito a alcohol y maría esta noche— me mira sonriendo y mis ojos se abren como platos al escucharlo.

—No sé porqué pero no me lo termino de creer— me vuelvo a tumbar con Chanel y juego con ella mientras fumo.

—Joder tía, estás amargada. ¿Cuánto hace que no follas?— me tira un juguete de Chanel a la cabeza y la miro mal.

—Hace una semana estuve con Kaydy, tampoco hace tanto— se lo tiro de vuelta— Voy a salir porque me vas a invitar, no por ti— me levanto de ahí y voy al baño con ella detrás, aplaudiendo.

Después de ducharme, maquillarme y vestirme, me dice que hemos quedado a las once en la casa de un amigo, para beber antes de salir.

—¿Qué tal con tus ligues?— me pregunta y la miro raro.

—¿Qué ligues?—

—Hace mucho que no te veo con otro tío que no sea Kinder Malo, Kaydy o Pimp Flaco y eso es muy raro— se ríe y fumo de un porro que se ha hecho hace nada.

—No sé, estuve casi en serio con Kaydy, quiero decir, podría haberme ido con otros pero no lo hice— le paso el porro —Y después me fui con los otros dos porque fuimos al concierto, follamos dos veces y me alejé de los tres, luego quedé con Pimp y después con Kinder de nuevo pero volví a estar con Kaydy la semana pasada—

Ella asiente escuchando, o parece que lo hace.

—No sé que te esperas, no me ha dado tiempo a irme con otro— le pego y obviamente me lo devuelve —Pero tú no me has informado de nada últimamente— le digo y ella me mira sonriendo.

—Vamos a la casa de Marcos porque estamos casi en serio desde el concierto de tus amores— le pego cuando dice eso —Él estaba allí porque los conoce y como alguien se fue a follar me fui con él—

—¿Y...— digo para que continúe.

—Creo que me gusta—

Antes de que termine de decir la última palabra ya estoy gritando y saltando en la cama hacia ella.

—Eres una zorra por no decirme eso puta de mierda— me tiro a un lado de la cama riéndome con ella y me devuelve la bofetada que le he dado cuando he saltado encima suya.

Después de hablar sobre muchas cosas mientras que comíamos una cena hecha por mí ya son las once y media y salimos de mi casa para ir a la de Marcos.

* * *

—Me han dicho que te llevas bien con mis amigos— me dice Marcos y miro a Gemma que está a su lado con las cejas alzadas y con cara de te voy a matar. Marcos se ríe y vuelve ha hablar —Me lo han dicho ellos, tranquila—

—Eso me deja mucho más tranquila—  digo sarcásticamente.

—Venga ya Ara, nos conocemos desde hace mucho, ni que lo fuese a decir por todo el mundo. Sois mis amigos, gilipollas— le saco un corte de manga y me da un abrazo —Además, me gusta Kinder para tí—

—Para el carro vaquero sabes que yo no tengo novios— me doy la vuelta y me alejo de ellos para ir con la gente que hay allí y evitar todo ese tema.

Me siento con una chica que se llama Ángela y con su primo Hugo y hablamos mientras bebemos.
En unas horas ya he bebido bastante y me he hecho amiga de todo el mundo, por lo que todos me han dado tabaco, porros y alcohol.

—Yo que tú paraba porque si nos vamos ahora a algún sitio te vas a quedar reventada— me dice Hugo, que me ha caído muy bien. No sé si por que estoy bebida o porque es buena gente en realidad.

—Qué inocente eres si te crees que nunca hago esto— me río palmeando su hombro —Salgo más de fiesta de lo que duermo, se lo puedes preguntar a mi gata que me echa de menos—

—Vale, tranquila— se ríe de mí o conmigo, no lo sé.

—¿Porqué no salimos a dar una vuelta y hacemos amigos?— no paro de reírme en ningún momento y niega.

—Más tarde si eso— dice y asiento —Por cierto, hemos estado hablando toda la noche y no me has dicho nada de ti—

—Pues mira, me llamo Arabia y soy de Andalucía, de Sevilla en realidad pero nos mudamos aquí cuando tenía cinco años y voy todos los años por lo que no se me ha pegado vuestro acento, no tengo ni puta idea de hablar catalán pero algo entiendo. Tengo una gata que se llama Chanel y un perro gigante en casa de mis padres que se llama Bruno, soy vegetariana y por eso fumo porros— tomo aire para continuar —No tengo novios ni me enamoro de nadie pero si estamos medio en serio y te vas con otra puede joderme hasta tal punto que me hagas joderte— le sonrío y saludo como al público después de relatarle mi vida y él aplaude.

—Increíble, preciosa historia— sigue aplaudiendo y yo sigo orgullosa de lo bien que he contado mi vida.

Lo cojo de la mano y lo llevo hasta la cocina para ponerme otro cubata y fumar tranquila. Estamos felizmente allí hasta que Marcos llega y me coge de un brazo, Hugo viene detrás mía y yo amenazo a Marcos con apagarle el porro en el brazo y mojarlo con el cubata, pero pasa de mí.

Cuando llegamos al salón me doy cuenta de lo que quería el cabrón.